Cap.2

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  ''Si yo fuera tú, vendría corriendo a buscarme.''


Lo miró impresionada, bueno aceptaba que el chico era directo. Pero no. Tenía muchos problemas en casa para andar de saliditas con chicos chantajistas que apenas y conocía. Completamente no. ___ frunció el ceño, entrecerró los ojos y suspiró.
—No—. Respondió fría y cortante. Él solo sonrió.
—Oh, vamos ____ —Sermoneó su hermana. Bien, ahora el desconocido sabía su nombre. Más puntos si es que era un secuestrador, psicópata —. Yo quiero entrar primero.
—Pues tú sal con él, porque yo no lo haré.
—La cita te la pidió a ti, no a mí.
—Pues intenta convencerlo con tus caramelos mágicos —. Señaló con ironía.
—¡____!
Ella viró los ojos y dijo: —Está bien, saldré contigo. Ahora déjanos pasar.
El chico se hizo a un lado, sonriendo. Madison subió velozmente al juego mecánico. ___ la siguió. El juego empezó a moverse. ¡Aquí vamos! Miró a su hermana, estaba emocionada. De hecho era una de las pocas veces que la veía tan contenta realmente. Una, dos y en la tercera vuelta ___ se encontró con los ojos dorados. « ¡Genial! » Gritó sarcásticamente su conciencia. Cuando el gusano andante paró, ambas bajaron. Disimuladamente miró a los lados buscando al chantajista.
— ¿Divertido? —Preguntaron tras de ella. Instintivamente cerró los ojos con fuerza y mordió su mejilla interior. «Si no lo miras no es real» se dijo y siguió caminando. —. No trates de ignorarme. Hicimos un trato, guapa.
Ella paró en seco. Respiró profundamente y volteó a ver al chico. —No te estaba ignorando. —mintió—. Solo llevaba a mi hermana con mi tío para poder salir contigo.
— ¿Ahora? —Preguntó él.
—Sí, así que espérame tantito.
—Está bien—aceptó—, esperaré en el juego del gusano.
—Perfecto—Mostró su mejor sonrisa falsa—. Ahora vuelvo.
—Adiós— se despidió Madison. ___ la tomó de la mano y casi vuela con ella en busca de su tío—. ¿No volverás, cierto?
—No. Ahora camina sin mirar atrás. —Llegó a un puesto de tacos. Buscó con la mirada, ajá, Will estaba a punto de comer un bocado cuando sintió un jalón—. Vámonos rápido. No preguntes.
Caminaron de prisa a la camioneta. Will quitó el seguro con las llaves y entraron sin pronunciar alguna palabra. Will, quien seguía sin entender, encendió el motor y puso el auto en marcha.
— ¿Me contarás porque me hiciste tirar mi taco?
Ella suspiró.
—Un chico la ha invitado a salir, lo dejó plantado —. Respondió Madison divertida. ___ le envió una mirada amenazante desde la parte delantera.
— ¿Así que un chico? —Preguntó serio Will, mejor dicho, incómodo —. ¿Era guapo?
—Sí.
— ¡Madison!
La niña echó una risita.
— ¿Te gusta? —. Siguió Will.
— ¡No! Aparte, creo que es Gay.
— ¿Por qué un chico 'Gay' pediría una cita a una chica? —. Cuestionó Madison peinando a su muñeca.
____ reflexionó sobre lo que Madison había dicho. Bien, no podía ser gay pero ¿por qué su peinado perfecto? Aparte lucía muy bien, a juzgar por la ropa que traía puesta le tomó un tiempo elegirla para que todo coordinara. Los dientes, ¡perfectos! O su padre era dentista o jamás en su vida probó un dulce. Muchas teorías. Y de pronto recordó, ni tan siquiera supo su nombre.
— ¿Sabe que soy policía?
Ella lo miró confundida.
—El chico, ¿Lo sabe?
—Sí, porque lo primero que digo para socializar es 'Mi tío es policía, y te podría golpear si me haces algo' —. Respondió en un feroz sarcasmo. Después rió.
—Oh para, no tienes que ser tan agresiva.
—No soy agresiva, solo que... ¡Bah, olvídalo!
Y siguieron el camino, el silencio abundó en la camioneta. ____ miró por la ventanilla. Sonrió al recordar el rostro del chico « ¿quién eres? » Se preguntaba en su mente una y otra vez. Sin embargo, no sabía la razón. La hizo sentir nerviosa, eso estaba confirmado. Sus ojos fue lo que más le encantó. No era feo. No para nada. Era tan...
—Llegamos— avisó cuando aparcó la camioneta en la entrada de la casa. Bajó del auto aun con pensamientos vagos sobre el chico chantajista.
—Iré a mi habitación.
—Yo igual—. Dijo Madison.
Se aventó a su cama. Sonrió y mordió su labio. Miró hacia el techo tratando de imaginar su sonrisa. Agitó su cabeza y escondió esos pensamientos. No tenía que pensar en él, no obvio no. No era tan interesante. ¡Oh dios! ¿A quién engañaba? El chico se volvió interesante desde el momento en qué dijo que quería salir con ella.
Al día siguiente despertó entre las sábanas que enredaban su cuerpo. Una almohada entre sus brazos y otra en su espalda. El sonido de su celular hizo despertarla por completo.
— ¿Hola? —. Respondió adormitada.
—¡___! ¿Estabas dormida? —Preguntó su amiga del otro lado del teléfono. Amelia Ward, su mejor amiga desde la infancia. Una chica rubia, extrovertida. Sí, un poco lo contrario de ___ ahora. Antes ella era peor pero con la muerte de sus padres su comportamiento cambió a uno más 'maduro' —. Son las doce del día, levántate. Iremos al parque con los chicos.
—Wuju —Festejó sarcástica. No tenía ganas de nada, bueno si de algo. Dormir—. No quiero, Mía.
—___... irá Josh. Por favor —Rogó—. Sabes que me gusta, mucho. ¡Ayúdame!
—Bien —aceptó—. Ven por mí en una hora.
—En una hora —. Terminó la llamada.
Se tiró de espaldas a la cama. Bufó y de nuevo se levantó. Se dirigió al baño, limpió su cara con agua y cepilló sus dientes. El aliento apestaba horrible. Quitó toda su ropa, se metió a la bañera y la lluvia artificial empezó a caer. Relajante.
Salió de la ducha y escogió un bonito conjunto. Sí, unos converse negros, sus Jeans de la suerte de mezclillas y una blusa de tirantes con un texto brillante '¿Qué miras, perra?' Jamás creyó encontrarse con una blusa tan directa. Se enamoró de ella. De hecho si no fuera ilegal se casaría con ella. Oh sí.
Miró el reloj. Habían pasado solo cuarenta minutos, tenía veinte para secarse el cabello y peinarse. Minutos después, roció su perfume favorito en su cuello y salió de la habitación con bolso en brazo.
— ¿Saldrás? —. Preguntó Will desde el mueble de la sala. Hoy era sábado, es decir, su único día completo de descanso. Madison la observó, jugaba con sus muñecas en el piso del mismo lugar.
—Sí, Mía vendrá en cualquier momento por mí. Iremos al parque.
—Te quiero en casa temprano ¿Vale?
—Okay —Frase corta pero aceptable. El sonido del timbre retumbó en sus oídos. Mía había llegado. —.Adiós, en un rato vuelvo.
— ¿Lista? —Preguntó su amiga. La saludó con un beso en la mejilla y caminaron al auto. Uno pequeño pero seguro.
—Más o menos —Contestó honesta. — ¿Qué haremos?
—Los chicos tienes un partido importante de Basketball.
—Será divertido.—

A reason to smile -Jay Park y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora