cap.4

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  « Jay Park » repitió en su mente. Bonito nombre para un lindo chico. Salió de atrás del árbol, ya no tenía de quien esconderse. Caminó a las gradas y se paró junto a su amiga. El juego estaba a punto de iniciar. En el centro de la cancha estaban dos chicos mirándose frente a frente. Un hombre sostenía el balón entre ellos. Les dijo unas cuantas cosas, puso el silbato en su boca, pitó y lanzó el balón hacia arriba.
— ¿Hablaste con el chico? —. Quiso saber Mía. ___ dudó en responder con la verdad.
—Sí, me encontró. Tuve que hacerlo.
Mía rió por lo bajo. No quitaban la vista del juego.
— ¿Mentiste?
—De nuevo sí.
— ¿Qué le has dicho?
—Que mi perro murió.
Mía volvió a reír pero ahora con más fuerza atrayendo la mirada de unos cuantos chicos de adelante.
—Por dios, no tienes perros.
—Lo sé— Dijo ___ —. Aunque creo que no me creyó del todo.
Se mantuvieron en silencio minutos después. Mía apoyaba el equipo donde estaba Josh, ____ a ninguno ella solo gritaba y aplaudía. No iban tan mal, el equipo de Jay porque el de Josh era una mierda. Apenas y podían pasar el balón. Definitivamente les faltaba entrenamiento. El silbato sonó, los primeros veinte minutos pasaron del primer tiempo. Los equipos salieron de la cancha. Lucían agitados y cansados, llenos de sudor. Mía enseguida saltó hacia Josh, ____ repartió algunas botellas de agua a los chicos. Cuando terminó ocupó lugar en una parte de la grada. Sintió la mirada color avellana. Alzó su vista y sonrió. Jay la estaba observando disimuladamente entre comillas. Sonrió para ella y volvió a su plática con su amigo.
—No me digas—. Exclamó Mía con ambas manos en su boca.
— ¿Qué?
—El castaño, lindo con cuerpo de dios griego ¿es de quién te escondías?
Ella asintió tímida. Mía golpeó levemente su hombro.
— ¡Auch! —Chilló ____.
— ¿Cómo se te ocurre dejar abandonado a ese bombón, en la feria?
—No juzgues, aparte iba con mi tío y hermana— Se excusó. Observaba directamente el partido, bueno a Jay.
Cuando acabó el partido _____ tuvo la pequeña esperanza de hablar con Jay pero no hubo sueños cumplidos. El equipo de él tuvo que salir rápido de las canchas cuando terminaron de jugar. Los chicos se refrescaron echando agua sobre su cuerpo. Las chicas solo los ayudaron pasándoles las pequeñas toallas que cada quién llevaba. Sin duda habían sido un fuerte rival.
— ¿Vas a tu casa? —Preguntó Mía jugando con sus dedos. ___ conocía esa reacción en ella. Estaba nerviosa o no sabía que hacer.
—¿Por qué? —respondió con otra pregunta. Se puso de pie y camino hacia su amiga. Mía se inmutó a responder y negó. —Dime.
Mía volteó los ojos. Una sonrisa se formó en su rostro—. Josh me invitó a salir...
—Pero... —. Incitó ___ a que ella continuara.
—No quiero dejarte sola.
—Mía, estaré bien—. Aseguró ___ —Aprovecha que te ha invitado a salir, eso no se da todos los días.
—¡Mía! —Escucharon el llamado por parte de Josh.
—¿Estarás bien?
—Estaré bien, iré a dar una vuelta en el parque y regresaré a casa ¿De acuerdo?
Mía asintió—. Gracias.
—Diviértete.
Solitariamente caminó por la banqueta. Llevaba consigo una paleta que acababa de comprar en un puesto de helados. A veces podía disfrutar estar sola, despejarse de los problemas, de las personas, del mundo. Un lugar donde solo se encuentren sus pensamientos y ella.
Empezó a caminar más de prisa cuando presenció un auto negro seguirla lentamente por detrás. Giró su cabeza disimuladamente intentando ver al conductor pero fue inútil. Aceleró más de prisa su paso, entonces el auto hizo lo mismo pero arrebatándola. ___ paró enseguida. El auto igual. Se abrió la puerta del conductor y de ahí salió el chico a quien le debía una cita. Él sonrió y la llamó con un movimiento de cabeza. Bien, no podía hacer nada. Se acercó hasta su auto quedando frente a él. Ella sonrió, su sonrisa era hermosa tan hermosa que lo hizo a él sonreír.
—Sube—. Ordenó él. Ella dudo en hacerle caso pero bien, no tenía nada que perder. Así lo hizo. Jay la imitó y arrancó el auto.
Momento incomodo nivel setenta y cinco. Alguno de ellos tenía que romper el hielo pero ya.
—Bonito auto—Empezó a decir ella—. ¿Ha costado muy caro?
—No mucho.
Ella frunció el ceño. Había intentado entablar una conversación y él responde ¡Nada!
— ¿A dónde vamos?
—Es una sorpresa—. Respondió él sonriendo aun con la mirada en el camino.
—No me agradan las sorpresas.
—Mal por ti. Eso te pasa por haberme abandonado en la feria.
______ se cruzó de brazos mostrando una sonrisa sarcástica. Se acomodó mejor en el asiento. Lo miró detenidamente. Abrió la boca para decir algo pero se obligó a permanecer en silencio.
— ¿Y si no quiero ir contigo?
—Entonces te secuestraré.
—Genial—Exclamó con un sarcasmo notorio. Miró por la ventanilla, no reconocía el lugar ¿A dónde la llevaba esa cara de pudín? —. Mi tío es policía.
—Mi papá abogado—. Giró a verla y guiñó un ojo, de nuevo miró el camino.
Cansada y obligándose a quedarse en silencio permaneció en su lugar sentada solo mirando el camino por donde iban. No le quedaba más remedio. Ella se lo buscó solita, al aceptar y Huir. ¡Valla! Se dijo ___ frunciendo el ceño, Jay había aparcado frente a una casa, grande, linda y hogareña. Una hacienda. Observó cómo Jay se quitó el cinturón y bajó del auto. Abrió la puerta del lado de ella y le señaló que bajara. _____ estaba encantada, la hacienda era muy grande, plantas donde sea, ventanales gigantes ¿A quién le pertenecía? ¿Estaba bien que ellos estuvieran ahí?
—¿Qué hacemos aquí? —preguntó ella. Jay sonrió y solo camino hacia la hacienda. ____ lo siguió. Aun se preguntaba si estaba bien estar ahí, no quería ir a prisión por estar en una propiedad privada—. Jay ...
—Ven— Ordenó al mismo tiempo que sujetó su mano con la de él. Caminó más a prisa, ____ notó muchos árboles formando un camino—. Te gustará.
—Eso espero.
Siguieron caminando, llevaban sus manos unidas. No les molestaba, aparte ella solo iba donde él indicaba. Jay se detuvo analizando el lugar como si quisiera recordar algo. El camino correcto.
—¡Ahhhh! —El grito de ___ hizo saltar a Jay . Empezó a reír cuando vio que solo se trataba de su mono. Justo lo que buscaba—. ¡Quítamelo! ¡Quítamelo!
—Mally, ven aquí—. Señaló su hombro. El mono hizo caso y saltó a él. ____ soltó un suspiro de alivio.
—¿Mally? —. Preguntó ___ incrédula. Le había metido un susto de muerte.
—Ese es su nombre.
—Pensé que se llamaba 'terminator' al ¡Tratar de asesinarme!
Jay soltó una carcajada.
—No es gracioso.
—Sí lo es. Solo es un monito.
—Sí, ¡Un monito psicópata! —. ___ observó a Jay  colocar al mono en una rama del árbol. Se acomodó su camisa nerviosamente. Peinó su cabello hacia atrás sujetándolo en una coleta.
—Ya está, ya no te molestará— avisó Jay en una sonrisa. ___ giró los ojos y soltó un bufido—. Sigamos, estamos cerca.
—Exactamente, ¿A dónde vamos?
—A Narnia—. Bromeó Jay dándose la vuelta para seguir con el camino dejándole a ella la vista de su gran trasero.—

A reason to smile -Jay Park y tuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora