MARRATON 6 /9
Sus ojos se abrieron lentamente, me miro fijamente y sonrió. Me encontré sonriendo también, era imposible no responderle a aquella sonrisa tan encantadora y radiante.
Tom acaricio mi mejilla con su mano.
TOM––Bueno días, princesa.
Mi corazón dio un vuelco, lo abrace más fuerte y él me apretujo hacia él. Beso lentamente mi frente y se incorporo un poco
.
TOM––Tienes escuela.
Pestañe hacia él.
YO––Hmm, si. ¿Te irás? ––pregunte.
TOM––¿Quieres que me vaya?
YO––No...
TOM––Entonces me quedo, ponme la esposa, Anastasia Steele.
YO––Vale, señor Grey.
Tom sonrió.
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El profesor Marssely hablaba durante la clase de literatura, explicando acerca de no sé quien que escribió no se qué novela y gano no sé cuantos premios. Estaba muy concentrada pensando en lo de anoche como para prestar atención a clases.
Aun no les había contado a las gemelas lo sucedido, pero ya podía imaginarme sus reacciones. Dougie Poynter estaba en mi clase, se sentaba una butaca más adelante a la izquierda. Se giro por unos segundos en su asiento y miro por encima de su hombro hacia mí.
Luego siguió ''atendiendo'' a la clase.
Cuando la campana sonó, recogí mis cosas sin mucho entusiasmo, era hora del almuerzo y vería a Lucero y Lunar.
Cuando me levante el curso estaba casi vacío, antes de salir por la puerta el profesor me llamo.
PROFE––¿Puedo hablar contigo un segundo, _____?
Me detuve de repente, me gire despacio y regrese hasta donde se encontraba el profesor. Parecía ligeramente serio y estaba estudiando mi rostro.
PROFE––Hoy has estado algo desorbitada, ¿hay algo que te este pasando?
Pensé en mis padres yéndose a California sin mí, (probablemente par estar mas cómodos solos en la pequeña casa de 2 habitaciones y 1 baño que teníamos allí). Siempre íbamos para navidad e intentaba realmente no estar mucho en la casa, ya que mis padres se pasaban de empalagosos y era fácil encontrarlos en un momento romántico.
Así que tal vez, otro de los motivos por el cual se han ido es para tener aquella intimidad que desde que nací se perdió.
También estaba el hecho de que había esposado a Tom Fletcher en mi sótano.
O que había tenido relaciones con el anoche por primera vez.
O que pensaba y temía que él le dijera a todos lo que sucedió...
El tenia un celular... dijo que tenía uno, ¡¿Y si lo grabo todo?! Mi cara de pánico le llamo severamente la atención al profesor.
PROFE––Por favor, siéntate, podemos hablar de esto. Llamare a la Psicóloga para que nos ayude en esto, ¿vale?
YO––No, no, no, señor Marssely. Yo... ––dude. ––Estoy bien, es solo que estoy muy nerviosa, y los cambios de ánimos... ya sabe, cosas de mujeres.
El parecía dudarlo.
PROFE––Si, bien, ¿no quieres hablar con la orientadora sobre ''cosas de mujeres''?
YO––Hablare con mi madre, pero gracias de todos modos.
Me levante de la silla.
PROFE––Claro, ten un buen día.
YO––Usted igual.
Las gemelas me rodearon desde que puse un pie en el comedor.
LUCERO––¡Pensábamos que no habías venido!
LUNAR––¿Qué ha pasado?
YO––Baño. Ahora.
Caminamos o mejor dicho corrimos hacia el baño de mujeres.
LUNAR––¿Qué paso?
YO––Ay no sé cómo decir esto. ––dije nerviosa.
LUCERO––¡Habla ya!
Verifique que los cubículos estaban vacios y que éramos las únicas ahí.
YO––Yo y el prisionero lo hicimos.
Ambas me miraron confusas.
YO––El prisionero, Tom, yo y Tom tuvimos...
Los ojos se abrieron como platos y sus mandíbulas cayeron. Lucero fue, como lo imaginaba, quien exagero las cosas.
LUCERO––¡Ay Dios mios! ¡¡¡Lo hicieron!!! ¡Te has dejado follar por...!! ––Lunar le tapo la boca antes de que siguiera gritando.
YO––Lo siento.
LUNAR––¿Cómo estuvo? ––pregunto Lunar llena de curiosidad.
YO––Fue... perfecto.
Recordé que no les había contado algunas cosas.
YO––También fui a su casa, por ropa limpia, y encontré un cofre donde habían cosas mías y cartas que Niall nunca se atrevió a mandarme.
LUCERO––Esperaaaaaaaaa... ¡¿está enamorado de ti?!
YO––Al parecer, siempre lo ha estado.
BADGIRL<3
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STOCKHOLM SYNDROME ( TOM FLETCHER )
Фанфик-El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro, o retenida contra su voluntad, desarrolla una relación de complicidad y de un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha secuestrado.
