Encendí la luz e intente despertarlo moviéndolo un poco, y luego lo hice con más intensidad, Tom pataleo y chillo asustado hasta que despertó. Sus ojos estaban , oscuros.
Miro a todas partes hasta que se tranquilizo un poco, tenía los ojos brillosos y las mejillas húmedas. Tom dejo caer su cabeza en la almohada una vez más y cerró los ojos.
TOM--Vete. --susurro.
YO--Tom, ¿Qué sucede?
TOM--Vete. --oculto su rostro con sus manos. Puse las mías sobre estas y las acaricie con cuidado. Tom suspiro y luego se aparto de mí con brusquedad.
YO--Tom solo quiere ayudarte.
TOM--Entonces vete, si quieres ayudar.
YO--Pero, ¿y si vuelves a tener una pesadilla?
TOM--Las tengo siempre, ya anda, vete. -- lo dijo con frialdad y tristeza en su voz. Como si su boca me pidiera que me fuera pero no quería que lo hiciera.
YO--Me quedare aquí toda la noche, duerme si quieres. Yo estaré aquí por si necesitas ayuda.
Luego me acomode en el sillón viejo que había y me tape con una sabana. Tom suspiro pesadamente.TOM--No puedo decírtelo...
YO--Claro que puedes, solo tienes que empezar a hablar, y listo.
TOM--Anda ya, por favor, _____.
YO--Bien, no me digas, pero estaré aquí.
Luego de unos minutos, que incluso casi caigo dormida el habla.
TOM--Bien, te diré.
Mis ojos se abren y me pongo de pie con la sabana sobre mis hombros. Me acomodo a un lado de la cama y cruzo mis piernas en ella.
TOM--Lo que te diré no puedes decírselo a nadie...
YO--No lo hare.
TOM--Bien, confió en ti.
Mis mejillas se calentaron. Tom me miro y sonrió levemente.
TOM--Pues...
YO--¡Espera! --dije poniéndome de pies. Busque una lámpara de mesa que había en una caja guardada y la puse a un lado de la cama y la encendí para luego apagar la luz. Así la habitación no estaba a oscuras pero si lo suficiente para darle un toque más tranquilo al asunto.
TOM--Bien...
Ambos estábamos sentados en la cama. Con nuestras espaldas pegadas a la pared y las piernas apenas rosándose. Sabía que no debía estar aquí, a esta hora, en una cama, y más sin sostén, ¿se había fijado el de eso?
Esto no iba con el plan.TOM--Mis padres se separaron cuando yo y mi hermano teníamos 6 años, vine de Harrow a Londres con mi papá y Michael . Mi papá a los pocos meses conoció a una mujer, se casaron en muy poco tiempo, ella tenia una hija de 5 años, nosotros 6, el tiempo paso y cuando yo tenía unos 14 o 15 ella tenía unos 13 o 14 años y estaba enamorada de mi, el hecho es que un día le dijo a su mamá (la cual me odia) que yo me había pasado de listo con ella. Manoseándola. Y su mamá le creyó, no es que necesitara motivos para molestarme o golpearme, porque lo hacía con la excusa de que ''a los chicos hay que darles buena crianza'' y bueno, me dejo encerrado en el cuartico donde se guardaban las cosas de limpieza. Estuve ahí todo un día entero sin comer. Cuando llego papá le conté todo pero lo único que gane fue que me castigara porque insulte a Anny, su esposa y ''manoseara'' a su hija. Desde entonces sufro de claustrofobia y a veces tengo pesadillas sobre eso, sueño que ella me encierra en un sitio y me deja allí, solo y que no puedo salir, que las paredes se van acercando hasta dejarme en un espacio diminuto y muero pidiéndole disculpas y rogándole que me deje salir.
Me quede muda por unos instantes, Tom, pequeño rubio.YO--Dios, Tom... lo... lo siento.
TOM--Esta bien. Tú no tienes la culpa.
YO--Si, encerrarte aquí esposado sin contar por lo que has pasado....
TOM--¿Importa ya eso? Sera mejor que descanses. Mañana hay escuela y tenemos que ir.
YO--Tengo, querrás decir. Tú no sales.
TOM--Pensé que te habías apiadado de mi. --dijo sonriendo un poco.
YO--Solo un poco. Nos vemos mañana.
Me puse de pies y camine a la puerta.
TOM--¿_____?
YO--¿Si? --dije girándome.
TOM--Me gusta cómo te queda esa camisilla sin sostén. Y me alegra ser el primero en verte así. -- Tom sonrió, no como siempre lo hacía, de forma perversa y egocéntrica, era una sonrisa más sutil y coqueta. ( XD )
YO--Idiota. --dije y me marche sonrojada
BAD GIRL <3
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STOCKHOLM SYNDROME ( TOM FLETCHER )
Fanfic-El síndrome de Estocolmo es una reacción psicológica en la que la víctima de un secuestro, o retenida contra su voluntad, desarrolla una relación de complicidad y de un fuerte vínculo afectivo, con quien la ha secuestrado.