Capítulo 15

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Castle, volvía del cementerio con los ojos rojos, hinchados e irritados de llorar, antes de que llegara Kate tendría que mejorar su aspecto.

Después de más de 20 minutos andando, llego a su apartamento. Se quito la chaqueta y se fue directamente a su habitación dónde había un baño.

Se quitó toda la ropa y encendió el grifo para que pocos segundos después empezara a caer el agua caliente. Se metió debajo del chorro de agua y sus músculos se fueron destensando poco a poco.

Una vez se había acabado de duchar, se fue a su habitación y se puso lo primero que vio, no le importaba mucho que ponerse, pues su humor no era el mejor en esos momentos.

Tocaron a la puerta, y Castle se acercó ,abrió la puerta y la vio allí, parada, mirandole con preocupación.

- Hey.. - dijo él casi en un susurro.

- Hey - le contestó ella del mismo modo, esperando a que le invitara a pasar.

- Pasa..

Castle se hizo a un lado dejando a pasar a una Beckett un tanto deshorientada, no sabía por donde iban los tiros, pero no tenía que ser nada bueno sabiendo que se había retirado del caso y que se notaba que había estado llorando.

- Creo que te debo una explicación por lo de esta mañana..- Dijo Rick acercándose al sofá y dejándose caer.

- Rick, si no quieres no te voy a obligar, de verdad..- Le dijo Kate poniendo su mano encima de la de él en señal de apoyo.

Rick se quedó callado por unos segundos pensando su decisión. Tras una breve pausa dijo..

- Quiero contartelo, te mereces saber lo que pasa.. - Hizo otra pausa, soltando todo el aire de sus pulmones y volviendolo a coger- eres mi novia, te mereces saber la verdad. - Ésto último lo dijo con brillo en los ojos, pues era la primera vez que hablaba así de ella.

- Pues tu dirás.. sabes que siempre estaré a tu lado, no? - Le dijo sonriendo, haciendo que él esbozara u a media sonrisa.

- Pues ponte cómoda.. pues te voy a narrar lo que hizo que cambiara mi vida..- Le dijo mientras su mirada se oscurecia por el odio y la rabia.

- Era una noche de verano, yo acababa de venir de fiesta, pues ya mismo empezabamos la universidad y nos pasaríamos el día encerrados en casa.
Mi hermano Alexander, era más pequeño que yo, por lo que él tenía que llegar a casa antes, normas de los padres supongo..- Hizo un gesto con los hombros, como dándolo por lógico - Pero al llegar a casa no estaba, era muy raro en él, era el más responsable de los dos a pesar se la diferencia de edad..

- cuantos años os llevbabais? - le interrumpió Kate.

- 4 años, bueno.. por dónde iba, aah sí.. miré mi móvil por si me había llamado, pero no tenía nada, pasaron los minutos y las horas y seguía sin saber nada de él. Por lo que decidí llamarle. A la cuarta vez que lo intenté, me lo cogió, estaba agitado, asustado, muy nervioso, así que decidí ir a por él. Estaba en la estación, cogí las llaves y me fui a por mí hermano. Cuando llegué... - Castle se detuvo, no pudo seguir, pues las lágrimas habían ganado la batalla por salir.

Se dejó llevar y Kate le abrazó, sabiendo lo difícil que estaba siendo para él, dándole ánimos para acabar la historia.

- Estaba tirado en el suelo.. como nuestra víctima, le habían estrangulado y apuñalado, y lo habían dejado tirado allí.... en mitad de la estación... - Acabó secandose una lágrima que le recorría la cara.

- Encontraron al asesino? - preguntó con miedo, no quería meter la pata.

- No, decían que había sido un asesinato al azar.. y como muchos otros caso, no vieron más allá de la víctima. - dijo mirando ahora una foto suya con su hermano.

Kate se quedó callada, respetando el silencio de su compañero, sabiendo que cuando él estuviera listo hablaría.

- Gracias..- Dijo tras una pausa para recomponerse.

- Porqué? - Preguntó curiosa.

- Por esucharme y por darme mi espacio esta mañana.. - era la primera vez en todo el día que Castle sonreía.

Poco a poco se acercó a Kate, hasta que unieron sus labios.

Le besó en los labios con ternura, intentando dejar una huella suya en los labios. Ella sonrió. Era el beso más pequeño y a la vez más grande que tuvo en su vida. A veces las cosas no se miden por su grandeza, se miden por su intensidad.

Yo policía y tu escritoraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora