Molestias de ser una Blackwood

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De verdad, hay muchas molestias de ser una Blackwood.

Esta mañana desperté como cualquier día, solo que era un lunes. Bajé a la cocina y me preparé un café con leche mientras ponía en la tostadora dos panes de hojuelas de cereal y picaba trozos de melón y fresa.

Mi hogar es muy grande, de hecho, mi familia tiene demasiado dinero y son líderes de varias tiendas, etcétera, son socios de la mayoría de negocios conocidos en el pueblo y tiendas, además, son respetados por varia gente del pueblo.

Pero en la escuela y universidad, los Blackwood no serían así de respetados, ya que en la escuela y en la universidad la gente no madura y se cree todo lo que Hannah Twist les diga.

Tomé mi comida y la comí mientras todavía tenía mi pijama y pantuflas grises, cuando terminé de comer, coloqué los platos y vasos en el lavaplatos, los lavaría después la empleada.

Subí a el baño. Mi baño es grande y con varios jabones, papá tiene tres hoteles en todo el mundo. Uno en China, otro en Alemania y otro aquí, en Blackwood.

Los hoteles se llaman "Blackwood's Diamond", es un nombre muy lindo para un hotel pero no para una persona.

Mi papá, cuando nací me quería colocar de nombre "Diamond", que bueno que al final me pusieron "Elissa" en honor a una fundadora del pueblo.

Me bañé mientras cantaba a todo pulmón, me cambié y coloqué unas botas de cuero que encontré en Target, un pequeño gorro que me tejió una abuela que según se llama Lily que nunca conocí, un pantalón que alrededor de él coloqué un suéter, una camiseta a rayas blancas y negras y un collar con una piedra negra mate (mi color favorito), que supuestamente es algo protector y mágico de pueblo y blah, blah, blah, estupideces y mentiras.

Me bañé mientras cantaba a todo pulmón, me cambié y coloqué unas botas de cuero que encontré en Target, un pequeño gorro que me tejió una abuela que según se llama Lily que nunca conocí, un pantalón que alrededor de él coloqué un suéter, una camis...

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Salí de mi hogar, pero no antes de darle un beso en la frente a Neko (mi perro, un cruce de no más de seis meses) y otro a papá mientras él leía el periódico y hacía cuentas.

Fui caminando a la universidad. El pueblo no era grande, por eso todo quedaba cerca de todo.

Cuando llegué, lo primero que vi fue a la estúpida e inmadura Hannah besándose muy "apasionadamente" con su novio, el cual no sé su nombre, solo sé que es tres años mayor que Hannah y un imbécil al igual que ella.

Ella tenía su cabello liso y rubio en trenzas francesas, un suéter de cuero rosado claro, debajo de eso, una camiseta leopardo, unos jeans y botas color café claro.

Al lado de Hannah, como elfos domésticos, estaban Taylor y Jessica.

Taylor tenía una bufanda de cebra, botas blancas, jeans negros, una camiseta abrigada blanca, un gorro blanco y su cabello castaño teñido suelto.

Jessica tenía una camiseta café con escarcha, blue jeans, botas negras con brillo, unos guantes pegados, un abrigo liviano de animal print y un collar en forma de corazón.

Cuando Hannah giró y me vio con una cara de desapruebo, le hizo una señal con el dedo a Jessica y Hannah volvió con lo suyo.

—Hola, fenómeno. Como hace unos días fue Halloween, ¿que hiciste? ¿robar niños o cortar cabezas? —preguntó Jessica con tono de broma, a lo que se le acercó Taylor.

—Vamos, Jessie. No te metas con la bruja. —Taylor tomaba a Jessica de la mano.

—Vaya, vaya, al parecer la perra de Jessica se preocupa sobre mi jodida vida —dije con tono desafiante. Jessica se sonrojó hasta por las orejas—. Y para contestar tu pregunta, corté cabello de zorras latinas y los vendí en el mercado negro. Vaya, se me olvidó cortar el cabello de la zorra latina mayor; Jessica Vázquez. —Acaricié su cabello y ella se asustó.

—¡No te metas con la bruja! —dijo Hannah de lo lejos que al parecer estaba oyendo todo, lo dijo en tono de canción.

—¡No te metas con la bruja! —dijeron Jessica y Taylor al unísono.

—¡No te metas con la bruja! —dijo el estúpido novio de Hannah siguiendo el juego.

—¡No te metas con la bruja! —dijo toda la universidad.

«¡No te metas con la bruja!
¡No te metas con la bruja!
¡No te metas con la bruja!».

Esas palabras saltaban en todo mi cerebro, salí corriendo al baño mientras todos los demás me tomaban fotos y vídeos. En realidad, no lloré, pero me sentí algo mal

Duré quince minutos en el baño intentando recobrar mi pulso normal, cuando salí, en mi casillero estaba escrito: "No te metas con la bruja".

Lo cual me gustó, ya que tal vez no era un insulto, tal vez era algo así como una advertencia. Es así como: ¡no te metas con Elissa Blackwood!

Así que por primera vez me quedé como: Wow, ¡gracias, Hannah!

Dejé las palabras escritas en mi casillero y fui a mis clases, di mis clases normales,y cuando estaba caminando lo vi.

He visto a hombres en mi vida, pero jamás a alguien tan lindo. Era guapo, alto, pálido, ojos verdes y cabello negro muy lindo.

Él vestía ropa como yo, negra

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Él vestía ropa como yo, negra. El chico se me acercó.

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"El chico" es Manu Ríos.

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With all the love, Alaska.

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