Poderes. Ya los había descubierto hace una semana y media. Solo los he usado anónimamente y sin que nadie se de cuenta con Hannah Twist.
También descubrí que no sólo fue telequinesia lo que obtuve, también obtuve el poder de fuego. Lo descubrí un día después de la cita cuando intente prender el fogón para cocinar pancakes.
Hoy era un día como cualquier otro miércoles. Solo que era mi cumpleaños, diez de noviembre. Mi padre entró a mi habitación alrededor de las cinco y media de la mañana con un gran pastel de cobertura negra y tenía un dibujo "satánico" dibujado con cobertura blanca.
Era obvio que mi papá no sabía que ese símbolo es satánico, solo lo ha visto en mi cuaderno de dibujos y piensa que me gusta. Igual, aprecio mucho su trabajo.
Lo abracé, tomé un trozo de pastel, lo envolví en una servilleta y lo coloqué en mi mochila.
Me bañé y coloqué una camisilla verde y un blue jean. Me despedí de mi papá que leía el periódico y camine hacia la escuela.
Me estaba preparando física, emocional y poderosamente ya que de seguro me molestaban porque era mi cumpleaños.
Cuando llegué a la escuela, el gran letrero que indica "Universidad Estatal Blackwood", tenía una tela blanca encima que decía: "La bruja cumple años".
Crucé mis brazos y empecé a caminar nerviosa hacia la entrada. Mis dedos temblaban al igual que mis rodillas, mi cabeza me daba vueltas y sentía que el suelo me comía.
Cuando entré, nadie notó mi presencia. Todos se dedicaban a poner letreros y pegar stickers en las camisetas de las personas que recién llegaban a la universidad.
Aquellos letreros y stickers, tenían mi cara y con Photoshop pegaban en mi cabeza, un gorro de bruja muy realistico y debajo tenía en letras negras que decían: "En Halloween, como niños".
Solo notaron mi presencia cuando Hannah volteó, me miró chasqueó los dedos a lo que Jessica sacó algo de su mochila. No alcancé a ver qué era.
Segundos después lo tenía en mi cara, por el olor, era jugo de cebolla. Cayó en mis ojos y cabello. Mis ojos empezaron a arder horrible. Grité de dolor mientras Jessica se alejaba.
Segundos después, no sentí ardor. Mis ojos ya no dolían. Mi cabello se secó. Tampoco entendí, pero sabía que ya lo había hecho. Que ya había sentido un dolor así de fuerte o peor. Obtuve el poder de no sentir dolor físico.
Todos en la universidad vieron mi cabello seco y como mis ojos dejaron de enrojecer en segundos. Se asustaron. Ahora sí tienen una razón para tenerme miedo. Mucho miedo.
Con una sola mirada, incendié el letrero de la entrada. Los estudiantes se echaron para atrás.
Con mi telequinesia empecé a arrancar los stickers de sus camisetas.
Todos los alumnos se asustaron e intentaron salir de la universidad. Pero antes de que salieran, cerré las rejas con mi telequinesia.
—¡Por favor, para! ¡Nos estás asustando! —gritó una chica de primer año.
—Deberían estar asustados.
Me reí. Saqué el pastel de mi mochila y lo tiré en los ojos de Jessica que estaban abiertos como platos.
Ella gritó de dolor. Cuando ocurrió eso, hubo un silencio incómodo, minutos más tarde una voz se oyó. No reconocí de quién, pero gritó: "¡GUERRA DE COMIDA!".
En poco tiempo, tomates, carne, papas y ensaladas volaron en el aire intentando golpear a todos, yo lo esquivaba con mis poderes. Salí de ahí al baño.
Después que sonó el timbre, el patio estaba lleno de comida. El letrero estaba lleno de fuego y el suelo de stickers.
La empleada de la universidad iba a limpiar todo el patio, así que la ayude con algunas cosas, lo que hizo que llegara tarde a mi primera clase.
Fui veinte minutos tarde. Le expliqué al el maestro lo de mi retraso y me senté en mi asiento de siempre. Todos me miraban con miedo y yo hacía que sus lápices se cayeran con mi telequinesia.
Pasaron las horas hasta que llegó la salida. En la salida estaba una chica sentada en las escaleras.
Era de mediana estatura, tenía el cabello teñido de color lavanda, tenía una camiseta de rayas azules oscuras y blancas horizontales, tenía un pantalón negro y tenis Converse blancos. Tenía los ojos verdes, los labios algo gruesos, el cabello corto y estaba fumando.
Me acerqué a donde estaba ella para preguntarle un par de cosas.
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With all the love, Alaska.
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Blackwood
FantasyElla se llama Elissa, Elissa Blackwood. Es solitaria y tímida, su pueblo se llama Blackwood, sus antepasados crearon ese pueblo y le pusieron Blackwood en honor a el apellido. Ese pueblo es muy pequeño y no tiene más de quinientos habitantes aunqu...