Cuando me desperté, Lavanda estaba leyendo mi libro, se lo quité a lo que Lavanda dijo:
—¡Hey!
—Son mis libros —dije a lo que Lavanda arqueó una ceja.
—Pero está muy bueno el libro.
—No querrás que te corte una mano, ¿verdad? —Lavanda bajó sus manos en señal de rendimiento y las dos reímos.
Minutos más tarde llegamos a Alemania. Era otoño, las hojas eran naranjas y enfrente de la estación de trenes, estaba la capilla. Alemania es un hermoso lugar con edificios modernos y a la misma vez antiguos.
Yo me emocione, pero Lavanda parecía de lo más normal.
—Te acostumbrarás —dijo Lavanda.
—Lavanda, ¡mira qué hermoso! —grité emocionada, a lo que un grupo de cinco personas nos miraron con miradas furtivas.
A lo que Lavanda le dijo "vergebung" y el grupo de personas siguió su camino.
—Eres la pena de la familia, Elissa —dijo Lavanda a lo que las dos reímos.
—¿Qué es eso? —le pregunté a Lavanda señalando a un carrito con comida.
—Comida típica. Ese platillo son "roscas alemanas rellenas" —dijo Lavanda a lo que yo salí corriendo, compré dos y le di uno a Lavanda.
—Debes calmarte. No debemos demostrar lo rara que eres —dijo Lavanda dándole un mordisco a su rosca mientras me reí acerca su comentario.
Lavanda también rió y un pedazo de rosca salió de su boca al suelo. Nos reímos.
—Debemos buscar a mi familiar.
(...)
Cogimos un taxi y le pedimos (bueno, Lavanda le pidió) que nos llevará a la calle Baermann. El viaje fue largo, más o menos de treinta minutos.
—¿Cual será la casa de Malcolm Blackwood? —le pregunté a Lavanda.
—No sé, toquemos todos los timbres y vemos si un tal Malcolm Blackwood nos abre.
—Tu nivel de subnormalidad es impresionante.
—¿Tienes una idea mejor?
—No.
(...)
Tocamos la mayoría de los timbres, había apellidos: Frank, Vanhousen, Astor, Aigner, González (sí, muy extraño, pero al parecer la familia era latina), Bartram, entre otros. Ningún Blackwood. Aunque había diez casas en las que no había nadie.
—No tengo ningún familiar aquí —dije triste. Me había ilusionado.
Al parecer me ilusiono por todo. Por Lucas, por mi familiar, por todo.
—¿Qué hora es?
—Lavanda, eso no importa...
—¡Dime la puta hora!
—Dos de la tarde.
—Bueno, en Alemania, la mayoría de universidades están abiertas hasta las ocho de la noche. Mel Roberts nos dijo que Malcolm Blackwood es profesor. De seguro sigue dando clase por eso no estaba en su casa.
—Vaya, Lavanda. Eres muy inteligente.
—Lo sé. Según Pottermore, mi casa es Ravenclaw.
—Mi casa es Slytherin.
—No. Me pareces más una Gryffindor.
—Es que no sabes lo que hice el día que te conocí.
Reímos. Gracias a Lavanda, no perdí las esperanzas.
Fuimos a un hotel, era un hotel muy pequeño y estándar como para viajes de negocios se llamaba "Ibis Budget Frankfurt Offenbach Sud" (me pareció un nombre muy extraño para un hotel pero era un buen hotel).
Lavanda y yo elegimos una habitación con dos camas y desempacamos:
—Ellie, me voy a bañar en la piscina. —Lavanda tomaba sus sandalias.
—¿Enserio? ¿Con tanto frío? —le pregunté, bajando la vista de mi libro, muy impactada.
—Soy alemana, eso ya no me afecta. —Lavanda me guiñó un ojo—. ¿Vienes o no?
—No. Gracias, no me gustaría morir de hipotermia.
Lavanda salió de la habitación y me dejó sola leyendo, igualmente, necesitaba energías para conocer a mi pariente mañana. Si es que existe.
***
"Vergebung" significa "perdón" en español.
***
With all the love, Alaska.
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Blackwood
FantasyElla se llama Elissa, Elissa Blackwood. Es solitaria y tímida, su pueblo se llama Blackwood, sus antepasados crearon ese pueblo y le pusieron Blackwood en honor a el apellido. Ese pueblo es muy pequeño y no tiene más de quinientos habitantes aunqu...