Capitulo 8

1.6K 111 31
                                    

Después de la fiesta cada quien se fue a su respectiva habitación, el sol estaba por salir así que los vampiros fueron los primeros en retirarse, todos menos uno, Akuma se dirigió al lago.

Alucard quien se había quitado de encima el saco del traje decidió ver a Akuma en su habitación, toco suavemente la puerta pero no obtuvo respuesta, decidió entrar pero no había nadie dentro de la habitación.

Una melodía hermosa llego a sus oídos, eran un ritmo deprimente pero extrañamente hermoso, lo siguió hasta el lago.

Cuando llegó encontró a Akuma completamente desnuda cantando, estaba acostada sobre el lago, a unos centímetros del agua calma, estaba flotando en el aire mientras cantaba, era una canción nueva, pero Alucard la había escuchado antes, era Russian Roulette, escuchaba como Akuma cantaba, y a la melodía empezaron a unirse imágenes de distintas épocas, por cada imagen que aparecía una especie de anillo rodeaba los brazos y piernas de Akuma.

Una de las imágenes camino hacia el, era ella solo que diferente, tenía un vestido dorado de antaño, tenía el cabello rojo como el fuego mismo y unos ojos que parecían oro fundido, estaba sonriéndole, la imagen empezó a jugar a su alrededor riendo, Alucard la miraba intrigado pero con una sonrisa en la cara, se veía joven, no tenía dolor en sus ojos, era alegre.

La voz de Akuma era hermosa, potente y afinada, una voz que conquistaría a cualquiera, cantaba con los ojos cerrados y en total calma. Algo llamo su atención, mientras la canción llegaba a su fin las imágenes se iban desvaneciendo con expresiones horribles, se disolvían. La imagen que jugaba a su alrededor lo miro horrorizada cuando un disparo resonó en el aire, no había nadie el rededor pero la imagen se desvaneció como si de un cadaver se tratara.

Alucard miró nuevamente al lago pero ya no había nadie, no había oído el sonido que hace un cuerpo al caer al agua así que no creía que había caído en el lago. Se volteó nuevamente y encontró a Akuma enfrente suyo, lo miraba triste, estaba vestida con medias negras, una falda corta y arriba llevaba una camisa de encaje rojo, sus manos estaban forradas por guantes de metal que en los dedos tenían garras.

-Akuma-dijo Alucard sorprendido

Akuma camino en un estado zombie hasta alejarse unos pasos de Alucard, el sol empezó a acariciar los árboles y luego el césped, cuando toco a Akuma un reflejo apareció en frente de ella, era ella misma pero antes de volverse vampiro, su cabello largo hasta la cintura rizado y rojo, sus ojos dorados y su piel algo morena, su hermoso vestido dorado largo y diseñado al estilo europeo antiguo, tenía las mejillas rojas y sus ojos brillaban, era más baja que la Akuma de ahora y un poco mas regordeta y con curvas.

Cuando el sol continuó su camino la antigua Akuma desapareció en la luz, Akuma volvió donde Alucard pero no lo miro.

-ahora me conoces-se limitó a decir mientras se alejaba lentamente hacia la mansión-mejor apresúrate si no quieres volverte ceniza con el sol-le dijo

-soy inmune-se limitó a decir Alucard siguiéndola.

Cuando entraron a la mansión todo estaba en silencio, bajaron al sótano y justo cuando Akuma se iba a ir a su habitación Alucard la detuvo, la agarro del brazo y la beso, Akuma sin sus botas altas era al menos 15 cm más baja que el, Alucard la levanto en brazos y se la llevó cargada a su habitación, entró en la habitación de Akuma y la presión aumento, Akuma presentía lo que pasaría.

Alucard la deposito suavemente en la cama, a pesar de todo pensaba hacerlo rápido y salvaje como estaba acostumbrado, pero algo vino a su cabeza, el dibujo de Akuma siendo violada, esa perturbadora imagen echa a mano de una joven llorando sangre mientras un hombre mayor que ella le arrebataba la virginidad.

El emperador y la emperatrizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora