Los dos cuerpos bailaban un baile mortal, una danza que solo uno dominaba a la perfección, un paso en falso y todo acabaría.
-vamos demonio ven a mi-dice Alexander a Alucard.
Alucard se lanza soltando otro gruñido felino sobre Alexander, pero nunca cae porque se eleva para luego caer como un halcón sobre Alexander a Alta velocidad.
-Hades..debo-dice Akuma llorando pero su voz se corta, ve su cadera y se a empezado a poner negra.
-está contaminada, señora no piensa hacer el..-Akuma lo interrumpe
-si, ese idiota es un ángel, yo-Akuma gruñe cuando se levanta-yo debo destruirlo, pero su magia es vasta como la mía, Alucard no podrá-Akuma siente como el veneno se propaga por todo su torrente sanguíneo.
-Akuma!-chilla Seras, todos por fin habían logrado llegar.
-chicos-dijo débil aún en los brazos de Hades.
-ama-dijo William acercándose a ella-Señora, usted..
-William, estaré bien, debo hacerlo-responde Akuma.
-hija, que te paso?-Akuma sonrío a su padre.
-papa-dice soltando unas lágrimas-perdóname por todo lo que hice, yo..-miro al suelo-yo te quiero papá-el padre de Akuma la abrazo con fuerza.
-por qué esto suena a una despedida?-dice serio
-porque lo es-dice Akuma
-señora usted va a hacer eso?-dice alarmada Yokkyū
-si, debo hacerlo-Akuma se separa de Hades.
A pesar del dolor Akuma hace su sello y cierra los ojos.
-Dimensional-dicho esto Akuma se vio rodeada por luz, mucha luz.
-que está haciendo?-pregunta serás.
-se está transformando, va a sacar a la luz todo su poder-responde William abrazándola-se va a destruir ella misma.
Todos quedaron en Shock ante tal explicación. Los espectadores quedaron cegados ante La Luz blanca que desprendía el cuerpo de Akuma, vieron como el cuerpo de la vampiresa se elevaba varios metros en el aire y, varios minutos después, la luz se extinguió.
-Akuma-susurró Alucard, sorprendido al igual que Alexander.
La vampiresa había quedado totalmente diferente a como era antes. Su cabello estaba de un color plateado, sus ojos eran blancos y su piel estaba marcada con los circuitos de color azul turquesa, estaba desnuda y sus alas aún permanecían, pero estaban hechas de cristal.
-esa es la transformación dimensional de Akuma-dice Hades.
Todos asienten aún con la boca abierta.
Akuma se acerca a Alucard, este la recibe con una mirada sorprendida pero dulce, una mirada que solo se le dedica a quien verdaderamente amas.
-Akuma..-susurra el y la abraza, ella se deja hacer.
-que demonios son ustedes dos?!-gruñe Alexander.
-somos un conde y su condesa-dice Alucard con una sonrisa burlona y demoníaca.
-no, cariño, somos el emperador y la emperatriz-dice Akuma sonriendo-y ahora yo te llevaré a tu fin, Angel.
Alucard retrocedió cuando Akuma salió volando hacia Alexander.
La última batalla por fin parecía que llegaría a su fin. Akuma atacaba con agilidad a Alexander, y este, se defendía hábilmente. Lanzó hacia la emperatriz varios hechizos de luz, que ella ni se molestó en esquivar, eso demostraba la magnitud de su poder.
-Imposible-susurra molesto Alexander-bueno te atravesaré.
En un movimiento rápido Alexander clava la espada a través de Akuma, esta con una sonrisa lo mira.
-De que te ríes!-gruñe
Ella se separa de él, con un movimiento saca la espada sin derramar ni una gota de sangre.
-IMPOSIBLE-grita y ella, dispuesta a acabar con el se le acerca con la espada en mano y una sonrisa macabra-soy un ángel De Dios-esas palabras detuvieron a Akuma-en los cielos vivo, en la tierra protejo, que estas almas impuras no reciban el perdón De Dios-Alexander levanta las manos al cielo-AMEN!
Una luz blanca transforma a Alexander, su cuerpo se forra en una armadura dorada, sus alas blancas se vuelven más brillantes y en sus manos aparecen dos espadas, de terminaciones doradas y hojas de plata.
Akuma borró la sonrisa que tenía, esas espadas eran espadas de exorcista, una puñalada con eso y podía absorber su alma.
-ven aquí demonio-dijo apuntándole.
-juguemos-dice Akuma y saca una espada negra y gigante, de un color negro mate y tallada con un dragón en la hoja-Dragon.
Sus alas se extinguieron dando paso a unas de dragón negro, en su pecho apareció el símbolo de su magia.
-demonio contra angel-dice Hades.
Los dos cuerpos arremetieron uno contra el otro, Akuma gruñía y lanzaba su espada contra Alexander y este bloqueaba sus ataques.
Ambos se elevaron en el aire, la lucha tenía que acabar, alguien tenía que caer.
Las espadas chocaban con un sonido metálico, las chispas también iluminaban el cielo nocturno de la noche en Londres. El fuego en la ciudad se iba disipando, pero el del interior de los cuerpos seguía ardiendo.
Ambos empezaron a usar magia, Alexander atacaba a Akuma con haces de luz y ataques Santos, mientras que Akuma lanzaba bolas de sombras.
-eres ágil pero yo soy una criatura del señor, yo soy el que te condenará-gritó.
-yo soy la señora de las sombras, llámame Shinigami-Alexander abrió los ojos como platos al escuchar el apodo del mayor, ellos eran los únicos que la llamaban así.
-angel de la muerte-dice Alexander.
-si-susurra Akuma.
Vuelven a arremeter, pero esta vez, con Akuma deseosa de acabar de una vez, Alexander se enfrentó a ella, sin ser ella.
-estoy en todos lados y en ningún lugar-dice Akuma a Alexander, este la mira extrañado.
Akuma, la verdadera, aparece detrás del angel. La espada negra entra por la espada del angel, haciendo que este chillara de dolor. Akuma presionó fuerte y la espada apareció del otro lado del cuerpo de Alexander.
-Game over-susurra Akuma levantando la espada y cortando por la mitad a Alexander.
Una lluvia de sangre y órganos cae encima de los espectadores, todos miran como el cuerpo destruido de Alexander cae con un sonido seco al piso.
Akuma desciende del cielo y al poner un pie en la tierra cae al suelo. Su cuerpo vuelve a su estado original.
-AKUMA-gruñe Alucard, los demás conscientes de lo que va a pasar lo siguen en silencio.
El próximo capítulo es el final! Comenten si les gustaría una segunda temporada.
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El emperador y la emperatriz
FanfictionAlucard, el no-life-King sigue trabajando con Integra en la organización Hellsing, luego de la batalla contra los nazis, Alucard y Seras Victoria se la pasan de misión en misión pero sin ninguna de alto riesgo, el mundo está tranquilo...hasta que el...