Capitulo 3: Los monstruos también sienten.

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Cuando llegue a mi casa, solo abrí la puerta y arroje el lazo al sillón, me sentía como un fracasado, un idiota, el me había desafiado y logro sacarme de mis casillas ¿Porque Kyungsoo, porque?, me preguntaba mientras veía mi pared llena de todos mis exitos ¿Que tenia este enfermo que logro hacerme ver como un estúpido sin titulo?.

Fui al baño de abajo y me recoste sobre el gran jacuzzi, mientras alzaba la mirada comenze a idearme metodos para ganármelo a toda costa, fuera de querer abandonarlo lo veía como un reto a mi mismo, estaba seguro que el seria uno de mis mas grandes logros en la lista.

Derrepente una idea gigante se me vino a la cabeza, sali corriendo del jacuzzi, muy apenas me seque, no me puse toalla, vivia solo ¿porque preocuparme si algien me veia desnudo? digo, los arboles de han de exitar al verme.

Fui al estudio que estaba aun lado de mi habitacion, me veia como una linda mariposa corriendo por toda la casa como Adan. Cuando llegue prendi el ordenador y me meti a la pagina del hospital, busque Kim Jong In, me pedia una clave para poder ver sus archivos personales, llame al hospital, me la dieron y fum!...
Todos y cada uno de los pequeños detalles descubiertos atravez de los 7 años sobre tal enfermo estaban plasmados en mi pantalla, yo sabia que había más haya de lo que el Doctor Kim me había dicho...

-La luz clara lo hace comportarse agresivo
-El alimento otorgado tiende a hacerlo vomitar.
-Suele practicar movimientos corporales durante la noche

Y más y más cosas...estaba seguro de lo que haría al dia siguiente.

Volvi a llamar al hospital ordenando que quitaran los focos de la habitacion 88, y que en el espejo pusieran una luz tenue, apenas visible. Obvio acataron mis ordenes, soy el doctor Kyungsoo.

"No lo golpees Kyungsoo, suéltalo"

"Desaparecio solo desapareció"

"Maldito..."

Desperte con la respiración acelerada, mi cuerpo dolía como si hubiera corrido toda la noche. Malditos sueños escandalosos.

Hice la misma rutina; apagar el despertador, mirar el infinito, poner musica clasica, bañarme, mirar el bosque por el ventanal gigante, prepararme cafe, admirar mi pared, alistarme, tomar el lazo y salir de ahi.

LLegue al hospital y entre, esta vez tenia una confianza muy fuerte, seguia resaltando de entre los fantasmas (recalco que todos estaban vestidos de blanco) yo traia un pantalon negro ajustado, una camisa beige por debajo y un saco gris con capucha afelpada, me encantaba ese saco.

Pregunte en la oficina central si habian visto al doctor Kim Jun, me dijeron que estaba en el piso 3, apenas iba a tomar el acensor cuando...

–¡¿KUNGSOO!?

Esa voz... Gire mi cabeza y al extremo del pasillo estaba mi gran amigo de la preparatoria y universidad

–¡Claro, claro que lo eres!–vino corriendo hacia mi y me abrazo, igual le respondi el abrazo

–Luhan, tanto sin verte–sonreí como idiota, de verdad habia pasado un buen tiempo

–Te hizo bien la facultad– me sonrio mientras me veia de pies a cabeza.

–A ti no– lo mire secamente y no pudo evitar reir

–Días atras escuche que vendrías, ayer trate de buscarte pero no lo logre, me enteré de tu mala cita con el 88

–¿El 88?

–Asi lo llamamos, por el numero de su habitación–

–Ah, ya comprendo

Room 88Donde viven las historias. Descúbrelo ahora