Capítulo 1.

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Vaya, otra vez el maldito despertador...

Me levanté de la cama con solo un ojo entreabierto y me dirigí a la cocina para beber zumo de naranja ya que sentía la boca pastosa. Fui al salón y sonreí cuando vi a mi hermano tirado en el suelo con las sábanas entre las piernas y el pelo de lo más desordenado.

Me acerqué con una mueca diabólica y con un vaso lleno de agua en mis manos.

- ¡Yonghwa! - grité a la vez que le tiraba el vaso de agua en la cara.

Él se despertó de golpe y se llevó las manos a la cara para después mirarme entre una mezcla de sorpresa y enfado.

- ¡Eunji! - protestó a la vez que se lanzaba sobre mí y me inmovilizaba con las manos -. No me gusta que me despierten bruscamente pero es que tú te llevas el premio en cuanto a brusquedad. Ya sabes, Zanahoria, que te la devolveré.

Lo golpeé en el brazo con fuerza mientras le tiraba de la oreja.

- ¿A quién llamas tú Zanahoria, cerdillo?

- Sino recuerdo mal, yo soy el mayor de los dos y...

- ¡Pero en años mentales te quedas muy atrás!

Él me miró serio por lo que me levanté y corrí hasta el cuarto de baño. Cerré la puerta y decidí darme una ducha antes de mi primer día de trabajo. Cuando salí, fui a mi habitación y me coloqué el uniforme que me habían dado en la empresa. Unos pantalones negros y una chaqueta del mismo color junto con unas deportivas súper cómodas. Cogí las llaves de casa y mi bolso y me despedí del demonio de Yonghwa con un "adiós". Corrí hasta el autobús y lo cogí justo a tiempo antes de que el conductor cerrara las puertas.

Y...
Me iba a doler el cuello si seguía mirando el edificio. Pero es que la verdad era que me sentía un poco nerviosa y, como casi nunca me sentía así, eso hacía que me pusiera más nerviosa haciendo que estuviera como un flan.
Me di ánimos a mí misma y entré en el edificio no sin antes enseñar la acreditación. Subí por las escaleras y busqué el despacho de Chaohyun, uno de los mánagers de Exo. Llamé a la puerta y él sonrió nada más verme, me pidió que me sentara y yo lo hice un tanto nerviosa.

- Tranquila, Jung Eunji. Ya tienes el trabajo así que no hay nada de que preocuparse - sonreí pero el negó con el dedo - eso no significa que ahora puedas hacer el vago, estarás en período de prueba hasta que yo lo considere.

- Me parece bien, señor - dije.

- Por favor, llámame Sunbae.

Asentí y él dispuso que saliéramos del despacho para enseñarme la empresa. Lo seguí durante media hora y la conclusiva que saqué fue que me gustaba el recinto y que la señora de la limpieza debía de sufrir mucho limpiando todo el edificio. Por último, él me enseñó el estudio donde los "chicos" - como Sunbae los llamaba - acababan de estar. Me quedé sorprendida y deseé ser yo la que estuviera ensayando en ese espacio pero alejé esos pensamientos de la cabeza, eso era pasado.

Y la mañana transcurrió rápida. Me limité a familiarizarme con todas los pisos y a conocer a las personas que trabajan allí. Chaohyun Sunbae me dijo que hoy sólo era un día de prueba para que yo ya me moviera como pez en el agua al día siguiente.

Cuando salí de la oficina a la hora de la comida, vi de lejos el autobús que arrancaba sin mí. Corrí con todas mis fuerzas chocándome con alguien en el camino pero no paré. Aunque no sirvió de nada porque no llegué a cogerlo. Pateé la acera mientras oía una voz detrás de mí.

- Pero esa niña de dónde...- seguí a lo mío mientras esa voz se acercaba más y más a mí hasta que alguien agarró mi brazo y me hizo girarme.

Me quedé sin palabras al ver al chico que estaba frente a mí pero pronto las recuperé cuando el pensamiento de "no dejes que nadie te pisotee" acudió a mi mente.

- ¿Qué es lo que quieres?

- ¿ Como que qué quiero? - dijo él con una expresión amenazadora en la cara.

- Pues lo que he preguntado - protesté intentando soltarme de su agarre.

- ¿Me estás vacilando? ¿Te crees que soy tonto?

Lo que eres es imbécil, pensé.

- Suéltame - dije viendo que el cara culo ese no me soltaba -. No sé por qué me estás molestando pero te pido que lo dejes y terminemos con esta estúpida conversación.

- A ver si lo entiendes. Me has tirado el café que llevaba en la mano por toda la ropa cuando me has empujado y encima has salido corriendo.

- Bueno...Pues mala suerte has tenido - sonreí falsamente - y la próxima vez apártate del camino de alguien que tiene prisa.

Tiré de mi brazo hasta que él no tuvo más remedio que soltarlo. El estúpido quiso acercarse pero apareció otro chico que lo agarró del brazo y tiró de él.

- Vamos, Chanyeol - dijo el recién llegado.

- Todavía tengo que darle una lección a esa...

- Déjalo, llegamos tarde.

Hice una reverencia con burla y lo miré con una sonrisa en los labios.

- No se choque con nadie la próxima vez - pedí mientras me despedía de ellos.

Vaya, parece que cada día que amanece el número de tontos crece.



La Música Que Hay En Mi Corazón [EXO - 엑소]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora