[catorce]

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-Papi, esos son para niña...-volvió a quejarse después de alejarse del mayor hasta donde se encontraban todas las almohadas blancas, abrazando sus rodillas. Zayn lo jaló por el tobillo hasta tenerlo una vez más debajo de él.

-No son para niña, son para ti, bebé -sonrió.

-¿Qué tal y lastiman?

-No creo que te mueras por usar unas panties.

-¿Qué tal y...? ¡¿Qué tal y se me rompen?!-exclamó con torpeza, Zayn intentó aguantar una risa, Niall podía llegar a ser demasiado ocurrente.

-Estoy muy seguro de que son de tu talla... Sólo pruébalos ésta vez, si no te gustan no te obligaré a usarlos de nuevo.

-No lo sé...

-Te compraré la guitarra eléctrica que tú quieras-susurró en su oído.

-Está bien, sólo para intentar-cesió con muchas dudas aún rondando por su cabeza. Le daba vergüenza pensar que usaría ropa interior femenina pero al mismo tiempo se sentía bien poder decir que hacer eso haría que Zayn se excitara por su causa.

Malik se levantó de la cama, Niall se sentó sobre el borde de esta y cuando Zayn agarró sus nuevas panties, él metió las piernas en los agujeros correspondientes. Cuando la ropa interior estuvo bien colocada sobre sus caderas, Zayn sólo tuvo que jalar un poco la parte de atrás para que no se le metiera entre las nalgas a su bebé.

-Oye... Puedo hacer eso sólo.

-No, no puedes.

[...]

-Aquí está bien, gracias-dijo el rubio con una pequeña sonrisa. Zayn asintió y estacionó la camioneta del lado izquierdo de la calle.

-¿Quieres que nos veamos el lunes otra vez?

-¡Seguro!-se desabrochó el cinturón de seguridad y medio abrió la puerta. Malik le sostuvo de la quijada y besó sus labios con delicadeza.

-Te veo luego entonces-ambos sonrieron y Niall por fin salió del auto.

Mientras que Horan caminaba directo a su casa, se puso a pensar seriamente en lo que le diría a su madre al llegar a casa, normalmente cuando salía y regresaba al día siguiente se aseguraba de avisarle a su madre con quién se quedaría e incluso hasta qué hora volvería a casa. Y en esta ocasión, lo más que logró decirle fue: «me quedaré en casa de Mike para hacer una tarea atrasada» y según él no pasarían de las once y media para cuando llegara pero no tomó en cuenta que Zayn haría muchas cosas para provocarlo sexualmente mientras le ayudaba a vestirse.

-¡Hola, mami, ya llegué!-exclamó al abrir la puerta.

-¡¿Niall James Horan, quién te crees que eres para hacer cosas como éstas?!-gritó su madre enfurecida.

-Perdón... Otra vez.

-Perdón nada. ¿Crees que puedes salir cada que se te de la gana sin avisar?

-Eso creo, digo, ya tengo veinte, casi veintiún años.

-El día en que tengas tu propia casa, pagues todas las cuentas y te mantengas sólo, ese va a ser el día en que puedas hacer lo que te de la gana-se cruzó de brazos, claramente estaba molesta y Niall dudaba mucho que el regaño durara menos de cinco minutos-. Los que pagan las cuentas aquí somos tu padre y yo, por lo que las reglas las ponemos nosotros.

-¡Mamá, por Dios, soy un adulto joven!

-¡Mientras vivas en esta casa sigues las reglas que te demos y punto! Ni siquiera pienses en volver a salir esta semana ni la próxima-con eso su madre dio por terminada la discusión-. Tu comida está en la estufa, no pienso seguir discutiendo contigo.

-Ay, mamáaa-se quejó el rubio emberrichando mientras subía las escaleras con molestia, su madre nunca había discutido con él de esa forma y las únicas veces en que le había reclamado algo de verdad fue cuando reprobó química dos veces. Justo ahora estaba estresado y tenía planeado quedarse en su habitación hasta el día siguiente pero eso sería después de comer lo que sea que su madre haya preparado.

Bajó de nuevo las escaleras después de cerciorarse de que su madre anduviera por ahí. Qué penoso sería encontrársela después de haber discutido con ella, uno tenía que mantener el orgullo. Cuando ya estuvo en la cocina se encontró con su papá.

-Discutiste con tu madre-comentó el mayor.

-Oh, ¿lo escuchaste?

-Posiblemente los vecinos también lo escucharon -sonrió-. Todo está bien, hijo, sabes cómo es, luego se le pasa.

-Sí pero... A veces siento que me sigue tratando como a un niño-siguió comiendo del plato lleno de comida que se encontró en la estufa.

-Porque eres nuestro pequeño-Niall bufó-. Si quieres, puedes salir con tus amigos mañana pero que tu madre no se entere.

-No importa, tengo tarea que hacer todavía-su padre alzó las cejas con una mirada de reproche-, bueno sí, tal vez no debí regresar a esta hora pero necesitaba hacerlo.

-¿Y qué era ese algo taaan importante?

-Eh... estaba ayudando a Michael con su amor prohibido-sonrió.

-Oh, ahora entiendo todo. Bueno, sigue ayudando a tu amigo ese de cabello de colores pero-hizo un énfasis en la palabra 'pero'-no te olvides de tus prioridades con la universidad, ¿entendido?

-Entendido-hizo un saludo militar.

[...]

Más o menos después de que terminó de bañarse, por segunda vez en el día, fue que el rubio recordó que había estado usando las panties rosadas que Zayn le había obligado a usar. A pesar de que se le reventara el hígado, debía de aceptar, cuando mucho en su interior, que eran muy cómodas de usar, excepto cuando llegaban al punto de ser tan pequeñas que se le metían entre las nalgas y se sentía sexualmente acosado por la ropa interior que usaba, ese tipo de cosas no pasaban con la ropa interior masculina. De cualquier forma, se aseguró muy bien de no dejar esas cosas a la vista y las escondió en uno de los cajones de hasta abajo de su cajonera, uno de esos cajones que apenas y usaba, y que definitivamente ninguno de sus padres revisaría a la hora de hacer limpieza en su casa.

Sus padres eran todo un caso. Desde que Greg decidió que sería buena idea independizarse, sus padres se volvieron más sobreprotectores con él a pesar de que tenía los quince años recién cumplidos. Su vida en general se divide en dos, antes de la salida de Greg de la casa y después de la salida de Greg de la casa. Fue un suceso muy importante en la familia Horan, Greg era el hijo mayor y Niall estaba muy seguro de que ninguno de sus padres esperaba que se independizara tan rápido y muchos menos esperaban que se casara tan joven y que tuviera ya un hijo. Desde ese momento quisieron mantener a Niall en casa a su lado en todo lo posible.

Su padre siempre lo llevaba a la escuela puntualmente en las mañanas, su madre siempre esperaba que le acompañara a hacer las compras de la despensa, parecía como si quisieran que Niall siguiera siendo un niño pequeño de diez años al que necesitaban darle toda su atención. Había ocasiones en las que Niall sabía el por qué su madre no le dejaba salir tan tarde con sus amigos, o por qué había ocasiones en las que incluso no le dejaba salir solo a la papelería que se encontraba a la vuelta de la esquina. Su madre tenía miedo de que otro de sus bebés se fuera demasiado rápido de la casa, y el miedo aumentaba (según Niall) al tener la fecha de su cumpleaños número veintiuno tan cerca.


sugar daddy [ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora