sugar daddy [ziall]

[tres]

-Sí, es decir no. Lo que pasa es que... -balbuceó volteando a ver al conductor por el espejo retrovisor, cuya vista estaba fija en el camino pero de igual forma le daba algo de pena. Igual y olvidaba su presencia de rato en rato.

-Oh, te preocupas por Liam. Tranquilo -presionó un pequeño botón en el techo de la limusina y un cristal negro corredizo los separó del conductor-, si quieres privacidad la tendrás.

Niall asintió, dejó la botella de agua a un lado y se quitó la chaqueta de cuero, cuando la dejó sobre el asiento tardó unos segundos pensando sobre si era lo correcto, ¿de verdad iba a desnudarse en frente de un desconocido en la primera cita? Una voz en su cabeza le gritó que lo hiciera, al fin y al cabo si quería a Zayn como sugar daddy no tardarían mucho en comenzar con las cosas sexuales. Se inclinó hacia adelante y se quitó los zapatos, luego continuó con los pantalones negros, con la camisa blanca con cuello en V que dejaba a la vista parte de su pecho y al final se quitó los bóxers. En cuanto lo hizo, sintió sus pezones erizarse por el frío que hacía ahí adentro y como su pequeño amigo se contraía un poco, aunque no estaba muy seguro si era por el frío o porque estaba desnudo en frente de ese hombre.

Ahora estaba totalmente expuesto ante ese agradable desconocido, quien no le quitó la vista en ningún segundo, mucho menos ahora.

-Abre las piernas -Niall lo dudó y sus mejillas se sonrojaron-. Sin pena, sólo quiero que me dejes ver tu pene; abre las piernas, por favor.

El rubio hizo caso, abriendo las piernas lentamente y quitando las manos de su pene semi erecto. Los nervios lo estaban consumiendo lenta y silenciosamente, la cercanía de Zayn en esas circunstancias estaba provocando un aumento de velocidad en su ritmo cardíaco, y si continuaba así, Niall estaba casi seguro de que saldría corriendo de ahí, después de colocarse su ropa claro.

-Recuéstate boca arriba -le ordenó Malik, Niall ya tenía muy en claro que el hombre era demandante, así que con más nervios de los que tenía desde subió a la limusina, se recostó sobre el asiento. Con los pies en frente de Zayn, las manos sobre el estómago y las mejillas coloreadas de un tono rosa pálido que iba intensificándose con cada segundo que pasaba-. Abre las piernas, quiero ver algo.

Niall hizo caso una vez más. Abriendo un poco más las piernas, el mayor le hizo una seña para que elevara las caderas y, cuando lo hizo, pudo sentir sus cálidas manos separando sus nalgas, viendo un lugar tan íntimo que el rubio sintió pena por la acción. Zayn fue descarado y antes de que el menor se diera cuenta introdujo su dedo índice en la pequeña y rosada entrada del rubio, y dolía como el carajo, cuando el mayor escuchó un quejido de parte de éste, lo retiró rápido.

-Eres virgen. -comentó el mayor aun conservando su seriedad.

-¿Hay algún problema con eso? -preguntó el menor con miedo y pena, sentándose de nuevo en el asiento a su lado.

-La pregunta más bien sería: ¿Estás seguro de querer hacer esto? -preguntó alzando su ceja izquierda-. Está bien si prefieres dejarlo hasta aquí.

-Estoy muy seguro de esto, es sólo que... -Zayn asintió, permitiendo que continuara-. Mi primera vez no será ahora ¿verdad?

-Si no quieres, no -lo miró detenidamente de pies a cabeza-. Tengo unas cuantas reglas que quiero que cumplas entonces: número uno, exclusividad total, no follarás con nadie más mientras yo sea tu sugar daddy; número dos, no me pidas nunca que use un condón y con eso viene incluido que ambos cuidaremos de nuestra higiene personal; número tres, puedo ir aumentando las reglas si se me da la gana; y número cuatro, a partir de ahora vas a llamarme "papi". ¿Crees que puedas cumplir con eso, bebé?

-Sí, papi.

[...]

El resto de la noche no hicieron nada más que platicar y conocerse el uno al otro, en serio, sólo estuvieron hablando de cualquier cosa que se viniera relacionada a la conversación entablada. Fue muy agradable para Niall, era un peso menos de encima, cuando se inscribió en esa gran página de citas tenía mucho miedo de que terminara citándose con un viejo depravado sexual que lo secuestraría y le haría cuanta cosa, pero no. Zayn resultó ser muy buena persona, muy amable y comprensible. Aunque, sí permitió que Malik le masturbase, al fin y al cabo su pene estaba erecto y no iba a quedarse con tal problemita hasta que llegara a casa.

Las manos de Zayn se movían muy bien alrededor de su pene, subiendo y bajando, acariciando su glande, de vez en cuando apretujando con delicadeza sus testículos. Zayn pudo notar que Niall era un poco lampiño mientras dejaba que sus dedos exploraran un poco sus partes íntimas, aunque el rubio le pidió que por favor, no le metiera ningún dedo por el culo, al menos no otra vez.

Aun así, Malik disfrutó darle placer, su pene erecto y el presemen se sentían excelentes entre sus manos y quizás lo mejor fue que pudo ver cada una de las caras que hacía su acompañante hasta que llegó a su clímax y los chorros de semen cayeron sobre su diestra y el vientre del rubio. Niall era una obra de arte cuando estaba excitado.

-Eso fue... sorprendente. -comentó el menor con las respiración entrecortada y una sonrisa cansada en el rostro, Zayn le alcanzó una caja de pañuelos para que se limpiara, el mayor también se limpió la mano.

-Bien, puedes ponerte la ropa -dijo el mayor observando por la ventana las calles y ubicándose sólo con eso en la ciudad, después revisó la hora en su lujoso reloj de muñeca, dándose cuenta de que quizás era un poco tarde para el jovencito-. Creo que ya es hora de que te lleve a casa.

Niall estuvo a punto de decir que no, no estaba seguro del por qué. Aún estando expuesto ante ese sujeto, era demasiado agradable, tanto que le daba miedo, así que antes de poder decir algo de lo que se arrepentiría después, se colocó la ropa lo más rápido que pudo, sintiendo un cosquilleo recorrer todo su espina dorsal al tener la mirada del mayor clavada sobre cada centímetro de su cuerpo, otra vez. Por una parte eso le hacía sentir incómodo pero, extrañamente, por la otra, le hacía sentirse bien, como si en verdad Zayn lo deseara, eso era bueno para su autoestima.

-¿Quieres salir otra vez conmigo en cita formal? Nada de connotaciones sexuales. -preguntó el mayor rodeando sus hombros otra vez con el brazo después de que el menor se terminó de colocar la ropa.

-Sería lindo. -respondió el rubio con una sonrisa leve pero bonita, sin dejar de ver los labios de su acompañante. Éste entendió el mensaje, en parte porque en toda la velada no dejaba de verle los labios y en parte porque los besos serían normales entre ellos a partir de ahora. Se acercó y fusionó sus labios en un beso profundo y hambriento. Con la mano libre le sujetó por la mejilla para que no pudiera alejarse.

•••

oh, por dios, mañana entro a la escuela *llora*.