sugar daddy [ziall]

[cuatro]

-Te hablo mañana. -dijo el mayor en cuanto se separaron. Niall estaba fascinado con sus beso.

-Está bien. -respondió el otro y le sonrió con un ligero sonrojo en las mejillas que encantó a Zayn al instante.

Después de un momento, volvieron a su casa. Algo impresionante es que con Zayn el tiempo pasaba demasiado rápido, cuando le fue a buscar a penas eran las nueve de la noche y ahora que se fijaba en la hora que marcaba su celular, confirmó que eran más de las diez y media, casi las once. Si su mamá le esperaba despierta en la sala se metería en serios problemas. A veces cuando regresaba muy tarde a casa lo hacía.

-Salimos la próxima semana ¿te parece bien? -dijo el mayor antes de que Niall saliera de la limusina.

-Claro. -respondió el menor con una sonrisa.

Zayn quedó en mandarle un mensaje en el transcurso de la semana para que salieran el viernes en la tarde-noche. Niall caminó hasta la puerta de su casa y antes de entrar se dio la vuelta y se despidió desde lejos de Malik con un movimiento de mano. Cuando vio la limusina desaparecer por la esquina, suspiró con pesadez y abrió la puerta de su casa con delicadeza y lentitud para que esta no rechinara demasiado al entrar. Gran parte de sus nervios se disiparon cuando por fin pudo cerrar la puerta, si fijó un poco en la escalera para verificar que las luces de la habitación de sus padres estaban apagadas, no sin antes asegurarse de que ni su padre o su madre estaban sentados en algún sillón de la sala esperando a su llegada con los brazos cruzados por debajo del pecho.

Cuando terminó de hacerlo, suspiró con alivio, se dirigió a la cocina y se sirvió un vaso de leche de fresa. Se llevó el vaso en la mano y subió en silencio las escaleras, sin poder esperar a quitarse los zapatos y poder descansar en su cama.

[...]

-Niall... Niall... ¡Niall, hazme caso, joder! -exclamó uno de sus mejores amigos con algo de fastidio, cuando el rubio alzó la mirada, éste se acomodó un poco los cabellos negros que le caían en la frente. Con sólo eso, Niall supo que estaba irritado.

-Cuántas veces tengo que decirte que seas grosero, coño. -dijo otro de ellos dándole un zape al primero en la frente. Niall no pudo evitar reír por lo irónico de la situación.

-Lo siento. -dijo el rubio y dejó su celular en la mesa de la cafetería, era una forma de demostrarse entre ellos que prestaban atención-. ¿Qué me decías?

-Cora va a hacer una fiesta este viernes. -informó su compañero de cabello oscuro.

-Santa mierda, ¿lo dices en serio, Calum? -dijo otro de sus amigos, que al igual que él tenía el cabello rubio y los ojos azules-. Cora siempre consigue el mejor alcohol en todo Londres.

-Por supuesto que hablo en serio, Sandy acaba de mandarme la dirección. Los cinco tenemos que ir.

-Eh... no cuenten conmigo -respondió Niall antes de que los demás aceptaran la propuesta del moreno-. Voy a salir ese día.

-¿Con una chica? -preguntó Michael, Horan no respondió- ¡Es con una chica, no inventes! ¿Está sexy o a lo mucho es linda?

Niall abrió la boca pensando en decir algo inteligente que no fuera confirmar si su cita era chico o chica, y para su suerte, la campana de clases sonó y agradeció internamente que fueran en cursos separados. Les sonrió a los cuatro, agarró sus cosas y se perdió entre los pasillos de la universidad hasta que llegó a su aula de clases, de lo apurado que estaba olvidó dejar su bandeja de comida en su lugar pero ya ellos sabrían qué hacer, su prioridad era huir y llegar a su aula, en el grupo, la única persona con la que se llevaba a la perfección era Sandy, quién ya le esperaba teniendo la silla apartada a su lado con la mochila.

-Hey, Niall -le saludó y quitó la mochila de la silla-, ¿Calum te comentó sobre lo de Cora?

-Oh, sí -se sentó a su lado-. Gracias por apartarme el lugar.

-No es nada. ¿Y...? ¿Piensas ir? -preguntó alzando sus dos cejas, un poco despeinadas y gruesas.

-Tal vez en otra ocasión.

-¿Con quién saldrás? -su mejilla la mantenía apoyada sobre la palma de
su mano, esperando una respuesta y pensando en las variadas formas en las que podría molestar al rubio con lo que sea que dijera. Sandy conocía muy bien a Niall.

-Nadie -por el tono de su voz, todos se daban cuenta de que estaba mintiendo-. ¿Por qué lo preguntas?

-Te conozco pequeño rubio de bote. Eres irlandés y te encanta el alcohol, nunca te pierdes una fiesta con alcohol, aunque siempre te vas temprano.

-Oh, vamos. -le dio un ligero golpe en el hombro a su amigo al mismo tiempo que negaba con la cabeza y una sonrisa nerviosa enmarcada en su pálido rostro.

[...]

-Niall, tu padre y yo ya nos vamos al trabajo -dijo su madre enfrente de la puerta mientras se colocaba el abrigo-. Por favor, no le abras a nadie y no hagas un desastre en la casa.

-Ya entendí, mami. -respondió su hijo despegando la mirada de su celular con una pequeña sonrisa de inocencia.

-Tampoco te acabes la leche, lleva menos de dos semanas en el refrigerador, ¿de acuerdo? -el menor asintió y su madre le dio un beso en la frente, acto seguido su padre también se despidió de él y ambos salieron de la casa, con los abrigos bien puestos. Niall estuvo vigilando por la ventana el auto de sus padres, cuando los vio irse en el camino acostumbrado hacia el hospital, mandó un mensaje en su celular, con una sonrisa satisfecha que también le marcaba unos ligeros hoyuelos en las mejillas.