[treinta y cuatro]

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-¿Podemos practicar bondage cuando lleguemos a Escocia?-preguntó Zayn una vez más, era la quinta vez que le había preguntado eso desde que el avión había despegado-Será divertido.

-No, Zayn-respondió el rubio algo fastidiado, sin despegar su vista de la revista para adolescentes que siempre hablaba de artistas como Lady Gaga o Jared Leto, Zayn se la había comprado en una de las tiendas del aeropuerto antes de subir al avión.

-¿Por qué nooo?-se quejó infantilmente, haciendo esa mueca tan tierna con su labio inferior, haciendo así que Niall le sonriera y le pellizcara con cariño una de sus mejillas-Yo quiero amarrarte a la cama y dominarte... De hecho quiero hacerlo desde hace mucho.

-¿Ah, sí? ¿Desde hace cuánto?

-Desde que te pedí que te desnudaras en la mini limusina.

-Llevas mucho tiempo con esa fantasía-sonrió con las mejillas coloradas-. Lo pensaré después.

-Niall...

-Lo siento; la dominación me llama la atención pero ¿las ataduras? Ew, no gracias, ¿qué tal y me terminas estrangulando?-siguió leyendo su revista, esperando que así la conversación se diera por terminada.

-Bueno, ¿me dejas esposarte a la cama?

-No.

-Oye, ¿nunca has oído de la frase "rompe la rutina"? Es una frase de los comerciales de Pepsi pero es una frase muy inteligente, bebé...

-Lo pensaré en el camino aunque no estoy muy seguro.

-Será divertido-sonrió.

-Eso espero, papi.

-¿Gusta algo de tomar, señor?-preguntó la bonita azafata, una chica algo joven de cabello rubio y ojos azules y labial rojo. Parecía simpática desde el punto de vista de Zayn, para Niall no.

-Sí, una cerveza, por favor-respondió el moreno sacando su cartera de uno de los bolsillos de su saco.

-Muy bien, ¿y para su hijo?-Zayn se aguantó la risa al ver la expresión de molestia de su novio, éste alzó la mirada como si estuviera a punto de matar a la azafata y sonrió con algo de molestia.

-Una Coca-Cola, por favor-dijo fastidiado y Zayn no estaba seguro si estaba así porque la adorable azafata pensó que era su hijo o porque ella le estaba viendo coquetamente y Niall odiaba eso. Como sea, la azafata, tal vez ignorando la actitud grosera del rubio, les sirvió sus bebidas en unos vasos de vidrio y los dejó en la pequeña mesita que tenían ahí, junto con la lata. Malik le entregó su tarjeta de débito y ella le cobró la cantidad correcta de dinero para entregarle su tarjeta amablemente.

-Que disfruten su viaje-dijo la muchacha antes de irse a atender a los demás pasajeros.

-Calma esos humitos, bebé...

-No me gusta cómo te mira-interrumpió molesto.

Zayn negó con la cabeza y le rodeó los hombros, cariñosamente, acercándolo más a él para calmar esos ridículos pero adorables celos suyos. Niall se bebió su refresco casi de un trago y apoyó la cabeza sobre su hombro, sin decir nada, ese era lo único que le molestaba cuando los dos salían a un lugar público. Las chicas miraban a Zaym tan indiscretamente, como si no fuera más que obvio que era su novio. Además, ¿qué querían esas chicas con un hombre treinta años con fetiches sexuales extraños?

-No te celes-murmuró Malik, bebiendo su cerveza con calma.

-No, tú eres mío-respondió el menor cortante.

-Por la misma razón no deberías sentir celos-dijo el empresario, sin mirarlo pero recostando su cabeza sobre la suya-. Nunca tendría ojos para otra persona que no fueras tú.

-¿De verdad?-le miró con su involuntaria carita de perrito abandonado, sus ojos azules brillaban de una forma especial.

-En serio. Aunque si Eddie Redmayne me insinuara algo...

-¡Zayn!

-Lo lamento. ¿Viste esa escena en donde se le ve el amigo en La Chica Danesa? No es la gran cosa pero, mierda, yo quiero que sea mi sumiso-Niall rió y le golpeó en el pecho con poca fuerza-. Pero tú entiendes, descartando a Eddie Redmayne, siempre te eligiría a ti y sólo a ti.

-¿Te digo algo?-Zayn asintió-Yo me dejaría dominar por Chris Hemsworth.

-No mames, yo también, está súper bueno el muy hijo de puta-ambos rieron por lo idiotas que podían llegar a ser de vez en cuando.

[...]

Cuando llegaron al hotel, Zayn le acompañó hasta la habitación y antes de salir otra vez para revisar ciertos asuntos administrativos con el gerente de éste hotel, le dijo que había dejado una caja color blanca dentro de su maleta, algo así como un regalo que los dos podían disfrutar después.

Niall le dio un beso de despedida y le deseó buena suerte.

-No olvides revisar tu regalo-le recordó el empresario con una sonrisa muy interesante, Niall no supo descifrar si era una sonrisa común y corriente o una sonrisa que ocultaba algo.

Sea como sea, el rubio se recostó sobre la cama matrimonial de la habitación y se dispuso a ver la televisión al mismo tiempo que revisaba el menú que le ofrecían en el servicio a la habitación, se fue directo a la sección de postres. Ya que no vivía con sus padres, aprovechaba a comer más dulces que antes y, aunque Zayn no era su padre, seguía siendo su novio y le reprendía con cariño varias veces, comentando que se vería mucho más adorable con una pansita y eso era suficiente para que Horan no abusara tanto de los azúcares.

Pero ahora no. El vuelo no tardó más de dos horas pero fue el tiempo suficiente para que le diera hambre y él quería un poco de pastel de chocolate.

Agarró el teléfono de la mesa de noche que tenía a un lado y marcó el número uno para que le atendieran en la cocina.

-Servicio a la habitación, ¿qué desea?-preguntó una voz masculina y joven con ese acento escocés que se le hacía tan agradable.

-Eh, sí, quisiera una rebanada de pastel de chocolate y un smoothie de fresa y coco.

-Muy bien, su número de habitación, por favor.

-Cuatroscientos ochenta y tres.

-¿Sería todo, señor Malik?-Niall sonrió por la forma en la que ese chico le había llamado. Señor Niall Horan de Malik, no sonaba tan mal.

-¿Me podrían traer unas fresas también?

-Por supuesto.

-Entonces con eso sería todo, gracias-sonrió y colgó el teléfono.

[...]

Mientras comía su pastel y miraba Los Simpson, recordó el dichoso regalo que Zayn le había dejado en la maleta, se metió otro bocado de pastel a la boca y fue directo a abrir la maleta de su novio, entre toda la ropa que traía el empresario, efectivamente había una caja color blanca, casi del tamaño de una caja de zapatos pero quizá un poco más pequeña. Se la llevó hasta la cama y cuando estuvo bien sentado ahí la abrió, encontrándose primero con una pequeña notita escrita por Zayn:

Ya que no te apetece practicar bondage, ¿te parece si te pones esto?

Con amor,
Papi.

Niall sacó las demás cosas de la caja y... Oh, por Dios.

Había unas medias de red, una falda con muchos olanes color rosa, un corsé también de color rosa pero com algunos detalles en blanco, unas panties blancas que parecían un poco más pequeñas comparadas con las que normalmente usaba y unos zapatos de tacón rosados, muy bonitos, ah y además Zayn se había tomado la molestia de incluir un lazo para la cabeza a juego con el atuendo. Definitivamente Malik pensaba en todo.

-Hijo de puta...

•••

el martes regreso a clases :-(.

sugar daddy [ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora