[veintinueve]

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Maura entró corriendo a la habitación de su hijo más pequeño, su esposo había salido hace sólo unos segundos y le importaba poco si empezaban una discusión por ir a cuidar a su hijo. Nunca se imaginó que entrar a la habitación de su bebé le haría sentir tan mal, es que ver a su hijo menor en el suelo llorando por haber recibido cinturonazos por parte del hombre que amaba no era lindo. Después de tragarse sus lágrimas con dificultad fue a cuidar de su pequeño bebé de veintiún años.

-¿Qué te hizo, pequeño?-dijo en un susurro casi inaudible, con muchísimo cuidado abrazó a su hijo y lo acurrucó entre sus brazos y su pecho, llorando junto con él. Niall lloraba por el dolor que sentía en la espalda y Maura lloraba por no haber sido capaz de defender a su hijo.

Niall se removió de entre sus brazos y con las lágrimas rodando por sus mejillas le habló a su mamá:

-Vete, por favor.

-Hijo, no sabes cuánto lo siento-musitó ella entre sollozos, cubriendo su boca con la mano derecha y haciendo caso a lo que su hijo le había pedido. Con cuidado cerró la puerta de la habitación y Niall se encontró solo. Con un horrible dolor en la espalda, un insoportable escozor en los ojos y una opresión en el pecho, no estaba seguro si se debía a la culpa de ser una decepción para sus padres o porque estaba decepcionado de la actitud de su papá.

Con mucha dificultad se levantó del suelo y con algo de lentitud entró al baño. Se miró al espejo y se entristeció más al verse en ese momento. Su ojo izquierdo estaba enrojecido, su rostro en general era de un color rosado por el llanto y las lágrimas comenzaban a secarse en sus mejillas. Se quitó la camiseta y efectivamente, las zonas que habían sido golpeadas también estaban enrojecidas, para el día de mañana le dolerían más y el color sería un poco más tenue y opaco, fue entonces que deseó no ver a nadie el día de mañana.

No quería ver a su padre o a su madre, tampoco a sus amigos y definitivamente no quería ver a Zayn, no porque estuviera enojado con él por convencerlo de salir del closet, sólo no quería que lo viera de esa forma tan vergonzosa, tan débil y humillado por algo que él no había elegido.

Sabía muy bien lo que Zayn haría, le abrazaría y de forma inocente pero sincera le diría que las cosas mejorarían con el tiempo, entonces con algo de enojo diría que iría a arreglárselas con Bobby porque nadie tenía derecho de hacerle daño físico o emocional y Niall se negaría, pidiéndole con tristeza que no le dejara solo y entonces Zayn le diría que podía ir a vivir con él y Niall sería tan dependiente como para aceptar la propuesta. Pero no quería hacerlo, irse a vivir con Zayn le haría bien pero... muy a pesar de todo, no quería hacerles lo mismo que Greg había hecho. No quería ser la razón de tanto dolor y angustia otra vez.

Niall había vivido esos tiempos duros y difíciles. Había visto a sus padres más deprimidos de lo que se hubiera imaginado, y el sólo imaginar que él sería la razón de hacerlos sentir así otra vez le hacía sentirse peor de a como se sentía ahora.

Tratando de dejar todos sus pensamientos aparte, se quitó el resto de la ropa y se metió en la ducha para bañarse con agua tibia, y si decidiera llorar una vez más, al menos sus lágrimas se confundirían con el agua.

[...]

-Niall, hijo-se escuchó la voz de su mamá al otro lado de la puerta, seguida del ruido de la perilla de la puerta, había puesto el pestillo cuando salió de bañarse la otra noche y no pensaba quitarlo en un largo rato-. Por favor, baja a desayunar... Está bien, no bajes, te dejaré el desayuno en el microondas para que lo comas cuando decidas bajar.

Los pasos de su mamá se escuchaban ahora tan lejanos y fue en ese momento que Niall abrió los ojos... bueno, sólo abrió el ojo derecho ya que el izquierdo estaba demasiado inchado por el golpe de ayer. Se sentó en su cama, soltando unos pequeños quejidos por los golpes y con algo de dificultad se levantó de ésta.

Siguió con su rutina de siempre, con la única excepción de que no salió de su habitación. Fue al baño, hizo sus necesidades fisiológicas, se lavó la cara y los dientes, se colocó un poco de crema en todas esas zonas que tenía inflamadas, incluyendo el ojo izquierdo y se cambió de ropa, dispuesto a esperar a que sus padres se fueran al trabajo para que así pudiera salir y desayunar algo.

[...]

-Buenos días-saludó Bobby entrando a la cocina y sentándose en su lugar en el comedor. Maura no le respondió, es más ni siquiera volteó a verlo, sólo siguió preparando el desayuno-. Huele bien, ¿qué es el desayuno?

-Macarrones con queso-respondió ella cortante, le sirvió el desayuno en un plato y lo dejó en frente de él de mala gana. Acto seguido se sentó en frente de él y le siguió mirando con seriedad, molesta, como si se estuviera aguantando las ganas de comenzar una discusión.

-Maura, no me mires así...

-¿Y cómo quieres que te mire, Bobby? Golpeaste a mi hijo ayer.

-Él tenía que aprender que no puede ser maricón.

-Deja tu mierda, por favor-golpeó la mesa con sus cubiertos. Bobby sintió un nudo en la garganta más no quitó su expresión seria y demandante-. No te atrevas a llamar a mi hijo maricón otra vez, es bisexual no maricón y si no puedes entender eso, créeme que este matrimonio acabará muy mal.

Bobby Horan no pudo evitar que su esposa se fuera a la habitación, cuando se fue, dejó salir un suspiro de fastidio. Él más que nadie sabía que su actitud de anoche no fue la mejor, sólo esperaba que Niall no estuviera muy molesto con él, más no se imaginaba que Maura también estaría molesta. ¿Es que nadie en esa casa comprendía su forma de pensar?

[...]

Niall bajó con mucho cuidado las escaleras cuando vio por la ventana que sus padres ya se habían ido. Fue directo a la cocina y sacó su desayuno del microondas. Macarrones con queso, no le gustaban tanto pero vaya que tenía hambre, tanta que se acabó el desayuno en un lapso de media hora. Cuando terminó buscó entre los cajones de la cocina unas pastillas para el dolor y tosió un poco después de tragarlas, podrían pasar los años pero él seguiría detestando tragarse las pastillas. Después de eso, miró el reloj de la sala y a pesar de que aún tuviera tiempo de llegar a la escuela a las carreras, mejor decidió quedarse en casa. No quería explicar el porqué de su ojo morado.

Al menos se tomó la molestia de llamar a la universidad y justificar su falta. Más no se tomó la molestia de avisarle a sus amigos.

Más o menos a las once de la mañana alguien tocó a la puerta y Niall maldijo a quien sea que se atreviera a interrumpir su maratón de series improvisado. Abrió la puerta con falsa amabilidad y su expresión cambió mucho al ver a ese chico en la entrada de su casa. ¿No se suponía que ese imbécil debía de estar en la escuela?

-¿Qué mierda te pasó en la cara?-preguntó el chico de cabello rizado con su voz grave y esa expresión pedante pero a la vez preocupada.

-Nada que te interese.

-Como sea-rodó los ojos-. Mamá les manda esto.

-¿Qué es eso?

-Pay de manzana.

-No lo envenenaste ¿verdad?-cuestionó el rubio desconfiado antes de agarrar el plato que venía envuelto con papel aluminio.

-Sabes que no me interesas tanto como para comprar veneno y usarlo en tu contra-sonrió y Niall también lo hizo, tomando el plato entre sus manos. Harry se fijó mejor en su rostro y se sintió aún más preocupado, Niall no le agradaba tanto pero pensar en que los señores Horan podían estar dañándolo físicamente no le agradaba, no por Niall, sino porque era un tema jodidamente serio-. Oye, si pasa algo malo no dudes en decírmelo, ¿vale? No me malinterpretes sólo... tómalo como cortesía de vecinos.

-Está bien, lo tomaré en cuenta-le sonrió ligeramente, sólo por amabilidad. La actitud de Harry le confundía un poco.

•••

mAñANA SALE MIND OF MINE Y YO NO TENGO DINERO SmH.😭😭

sugar daddy [ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora