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Chicas ¿saben que las amo? ¿Lo saben? ¿No? ¿No? De acuerdo:(
Pues...les daré una prueba: Yo, la guapísima, bellísima, inteligente, perfecta...y modesta Honey XD les traigo otro capítulo especial :3

¡Narrado por Azula!

Ámenme *U*

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Desperté un poco temprano, al oír la leve respiración de esa chica a mi lado giré y la abracé.

-Que linda...-esa voz.

Me puse de pie, froté mi rostro y saqué un cigarrillo de mi buró, lo prendí y me lo puse en la boca.

Mierda.

Todas las mañanas, despertaba deseando que la chica a mi lado fuese Paula, pero no.

¡Jodida vida de mierda!

¿Por qué era tan mala con las palabras? Es decir, era obvio que le interesaba...no entiendo por qué mierda se hace la digna.
No es muy difícil mandar a la chingada a alguien.

Dios, es tan jodidamente fácil hacerlo.

***
Un poco más tarde, me metí a bañar...sé que es algo raro que me la pase la vida en la ducha. Pero es algo...¿cómo decirlo? Pues..."sagrado".
Es un momento en donde puedo estar sola, mostrarme tan débil como soy...donde puedo llorar sin ser vista ni juzgada.

Prendí el agua. Me mojé el cabello y poco a poco me doblé hasta quedar hecha un ovillo, entonces me puse a llorar.

Mierda.

No podía con eso.

¿Verla? Para empezar ¿cuándo volvió y quién fue el traidor de mierda que le dio mi número telefónico?

"...espero que asistas. Nena, ojalá ya no seas una cobarde que se oculta de sus problemas..."

Yo no era una cobarde...simplemente...no estaba lista mental y sentimentalmente para ver a la culpable de todo eso.

***

Salí del baño, me puse mi ropa de trabajo y caminé a la sala.

Vi a Rose recargada en la puerta de entrada.

-Saldré por unos cigarrillos. Quítate-dije dandole una patadita en la pierna.

-No, Azul, yo voy por ellos.

-No es necesario.

-Hablo en serio, regreso en un segundo.

Se paró en chinga y salió corriendo...espero que lleve short bajo esa playera.

No pasaron ni dos minutos antes de que alguien tocase a la puerta. De seguro la tarada no llevaba las llaves.

-¡Espera!-grité y abrí la puerta.

-Ya he esperado mucho, no puedo esperar más-dijo recargada en la puerta. Ni preguntó, me empujó dentro, cerró la puerta tras de sí y miró mi departamento.

-Ta...Tatiana...¿qué haces aquí?

-¿No es obvio? Vengo a visitarte-se paró frente a mi-Te extrañé, pequeña.

-¿Cómo me encontraste?

-Eso no importa, nena, estuve pensando mucho en ti...

-¿De verdad? Estoy segura de que mientes, apuesto a que esa zorra de Anabell te mantuvo muy entretenida.

-Princesa...

-¡Largo de mi casa! Vete con tu zorra. Vete como lo hiciste ese día, solo que ahora procura que sea para siempre...te quiero fuera de mi vida ¡para siempre!

Me tomó del cabello con fuerza y me besó.

Me resistí, patalee e incluso golpee su pecho...pero cuando mordió ligeramente mi labio y con una sonrisa susurró un dulce: Te amo.

Caí a sus pies.

Esta zorra sabía mis puntos débiles.

-No me dejes...-pedí.

-Nunca más...

Por accidente [yuri]  {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora