4

3.3K 217 18
                                    

Primer capítulo especial, espero les guste dulzuras.
Dejen sus comentarios y voten.
10 votos y empiezo con la siguiente parte.

Pd: aquí incluyó la parte "hot"
~~~~~~~~~~~~~~~~
Mierda, esa chiquilla era un dolor de cabeza, seguramente se preguntan cómo he llegado a esta posición...yo me pregunto lo mismo.

Yo sé que quieren saber mi punto de vista. Lo sé.

Pues verán.

Todo empezó una noche en una reunión familiar "común"...aclaro, una reunión en mi familia que no sea para discutir lo que se va a quedar cada uno después de la muerte de alguien, no es común. Así es, mi familia está formada en gran parte por adultos avariciosos, pecadores que merecen el infierno.

Esta vez, era para festejar el cumpleaños de la abuela (la jefa suprema de la familia, ya saben, un matriarcado)

Todos lucían felices, sospechosamente felices.

En la reunión habíamos asistido únicamente los mayores a 24 años, éramos cerca de 40 personas en ese salón. Todos riendo y compartiendo anécdotas del pasado...todos excepto yo.

-Azula, no creí que fueras a venir-dijo una de mis odiosas tías.

-Pues vine-respondí cortante.

-Y me alegra, sobre todo porque no llegaste a hacer tu exhibición como hace un año.

-Eso fue inapropiado.

-Y desagradable.

Todas las urracas...perdón, todas mis tías chismosas se metieron a la conversación.
No fue tan malo. Llegué con mi entonces novia (una rusa muy buenota) y como empezaron a criticar y hacer preguntas, le di un gran beso francés frente a todo mundo (con algo de manoseo incluido).

No sé cómo diablos terminé siendo el tema de conversación.

La familia entera sabia de mi actitud y preferencias, eso completado con que no quise estudiar lo que me imponían y preferí ser artista... me convierte en la "gran vergüenza" de los Castille.

Me puse de pie, agarré mi chaqueta y sin despedirme de nadie salí de ese enorme teatro.
Ni siquiera habían servido algo de vino.

***
Pensaba regresar a casa, pero al pasar por un bar me dije a mi misma: ¿Tienes algo mejor que hacer?

La obvia respuesta era no.

Así que aparqué cerca y entré.

El lugar estaba abarrotado de chavitos de todas las edades, bebiendo y ligando, creyéndose adultos. Me recordaban a mi época de estupidez.

Caminé a la barra y pedí una cerveza, mientras la bebía me puse a ver a las chicas presentes. Ninguna que llamase mi atención...pero, en una mesa cercana acababan de sentarse 4 chicas con tacones, parecían muy jóvenes.

Eran las típicas fresas, nada del otro mundo.

Pero entre ellas, una llamó mi atención. Cabello como la miel a la altura de los hombros, ojos azules, piel pálida, con cintura pequeña, pechos medianos, muy buen trasero y unas largas piernas. Esa buena figura metida en un vestido rosa a la altura de las rodillas...ese vestido que deseaba quitarle cuanto antes.

Era, seguramente, de esas niñas que creen que el mundo está a sus pies.

Solo necesitaba esperar, si era del tipo que yo creía, no tardaría mucho en ser presa fácil.

***
Habían bebido únicamente 3 cervezas y ya estaban fuera de sí.

Era hora.

Me acerqué a ella, estaba acabando su tercera lata. Sus amigas ya caminaban a la salida, pero yo la sostuve del brazo. Volteó a verme embobada.

- ¿Te gustaría tomar algo?-dije.

- Yo...mis amigas ya se van y...

- Te llevaré a casa, lo prometo.

Asintió.

- De acuerdo.

Caminamos hasta la barra y le invité algo más, por si las dudas.

***
Hubo algo de ligue, no mucho.

La iba a llevar a casa, pero hizo pucheros, al final, accedí a algo que ambas deseábamos.

Entramos a mi departamento mientras nos besábamos. Sus largas piernas rodeaban mi cintura, con una de mis manos en su buen trasero la mantuve ahí hasta que llegamos a la cama.

Sin perder ni un segundo me quité la ropa, luego quité su pequeño vestido.

Llevaba bragas negras y un sostén del mismo color.

Besé su cuello mientras quitaba su sostén, para bajar a sus pechos y besarlos.

Ella gemía.

Era tan...tierna.

-Rayos, por favor. Ya.

Bajé lentamente acariciando cada centímetro de su piel. Esparciendo besos por toda su piel.

Al final llegué a sus bragas, sin dudarlo, las quité, dejándola completamente desnuda.

Era asombrosa.

Cumplía todas las expectativas que tenía en una chica.

Regresé a sus labios, mientras mi lengua jugaba con la suya dentro de su boca, bajé una de mis manos a su entrepierna y acaricié su intimidad.

Luego...pasamos a cositas de adultos.

***
Por la mañana, me encontré con una linda ángel a mi lado.

Era tan linda durmiendo.

Me sorprendió sentir algo extraño al acariciar su piel...una sensación extraña. La ignoré.

Agarré el cuaderno y el lápiz que siempre tenía en mi mesita de noche; luego tracé suaves líneas, seguramente eso serviría para una gran pintura. Al terminar de dibujar su delicada figura caminé al sofá y abrí su maleta, debía saber con qué tipo de niña había follado.

No había mucho, pero dos objetos llamaron mi atención: su "identificación" y su celular.

Veamos, la identificación era falsa, no me sorprendió. Pero el teléfono no llevaba clave, así que sin ningún problema me puse a revisar todo, principalmente mensajes.

En una conversación con un tal "Brad" le daba su dirección y comenzaban a ponerse de acuerdo para verse en un lugar privado. Mierda. Ese idiota solo se la quería coger.

Me molesté un poco. Dejé el teléfono entre unos cojines y me metí a la ducha.

Mierda. Era imposible, sabía por lo que estaba pasando, pero ¡antes muerta aceptaba eso!

Yo nunca me iba a enamorar de nadie.

Eso siempre terminaba mal.

¡Nunca iba a ser novia de esa princesita odiosa!

Pero...puede que me gustara un poquito.

Por accidente [yuri]  {Libro 1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora