Irresistiblemente Tú (2do Libro-Serie "Un Cambio Inesperado")

Capítulo 22

Capítulo 22

Despertar a la mañana siguiente había sido una completa tortura. Y a pesar de haber sido una mujer que había olvidado que era tener miedo, después de tomar una decisión firme. Aquella mañana una parte de ella le hacía dudar de si hacía lo correcto al encontrarse allí. ¿Qué iba a decirle? Y si no estaba solo, ¿cómo podría sobrellevar aquella impresión? ¿Realmente estaba preparada?

-No soy ninguna cobarde... Y ha esto he venido...

Sabrina se puso de pie. Se dirigió al baño y decidió tomar una ducha fría. Necesitaba recobrar el valor y pensar en frío. No era ninguna cobarde y ella, más que nadie, deseaba terminar con aquella incertidumbre que se encontraba en su cabeza.

Y aquella incertidumbre terminaría ese día.

Salió del baño y se vistió lo más casual posible. Queriendo dejar a aquella inglesa de la alta sociedad de un lado. Ella también podía ser alguien normal, común y corriente. Y después de tanto tiempo, quería mostrarse como la Sabrina Stewart que conocían Christopher y Amy.

El resto de la tarde decidió distraerse al salir a comer sushi en un restaurante cercano que Christopher le había mostrado la primera vez que había ido con él y Amy a Los Ángeles. Y luego se regreso, intentando distraerse viendo televisión, comprobando que el tiempo le torturaba al pasar lento, a su parecer. Pronto, volvió a ver su reloj y decidió mirarse al espejo y comprobar con sus propios ojos que estaba bien. Respiró profundamente, estimando que posiblemente ya él había llegado, si a él le hubiese tocado trabajar ese día. Era justamente la hora que ella había llegado el día anterior.

- No busques excusas para no ir a su apartamento... Sino está, ni modo, habrá más días para encontrártelo. Lo peor es descubrir que ha sido en vano haber venido. Y sin embargo, es uno de los riesgos a los que he decidido enfrentarme... Es ahora o nunca.

Salió de aquel apartamento, rumbo al apartamento de Sebastian. Llamó al ascensor. Y ya no había vuelta atrás cuando entró en él y marcó el piso donde vivía él.

Finalmente el ascensor llegó y ella caminó con decisión hacia la puerta de aquel apartamento. Tocó el timbre, no tan solo una vez, encontrándose que él no se encontraba allí.

No pudo ocultar cuánto le entristeció no haberse encontrado con aquel mínimo gesto de haberlo visto abrirle la puerta y expresar su asombro de haberla visto allí.

- ¿Acaso no estaba entre las posibilidades?- se expresó, caminando de nuevo al ascensor.

Pero aquello no le animó. Y no se culpaba por ello, ella deseaba realmente verlo.

Marcó el botón del ascensor, esperando que no tardase realmente, porque no quería que nadie la viese allí y menos cuando deseaba llorar.

Y el sonido de ascensor le llevó una sorpresa que realmente no esperaba justo en ese instante, cuando sus puertas se abrieron y ella simplemente esperaba escapar de allí.