Capítulo 8

111 11 0
                                    

Capítulo Octavo El comic y lo que pasó después

Saranghae, desde hoy te llamaré así, te guste o no. Acostúmbrate. - Me dijo Alma

Y ¿Qué significa? - le dije de vuelta.

Está en coreano.

Y de ahora en adelante tu serás, Mi princesa, así te diré a ti, te guste o no.

En ese momento soñé con que un hueco se abriese de la nada en el suelo y que me tragara para ya no estar más allí, ella había escogido un apodo original y tierno y yo solo fui capaz de llamarla como millones de chicos llaman a sus chicas, "princesa" deberían darme un premio a la originalidad por esto ( a menos que le gustara Disney)

Ya hacía una semana en que Alma y yo fuimos llamados con un título nuevo de manera oficial, novios, y en este tiempo ya se ha ganado todo de mí, hasta a mi Mama, y casi nos vemos a día por medio en mi casa. Hoy ha venido a hacer algunas "tareas" si es que a eso podemos llamar a la pizza, juegos y besos.

Estar con Alma, me había hecho de a poco alguien distinto, no sabría decir si peor o mejor para los demás pero definitivamente, distinto. He empezado sentir cosas nuevas y en general estar con ella me ha convertido en alguien feliz; la última vez que recuerde haber estado así fue en mi primer y único campamento de verano hace ya tantos años y aunque tenía apenas once fue la primera vez que me enamoré de una niña, lo que era raro porque antes aún existía el código de honor de los machos machistas machosos, o en otras palabras, las niñas nos daban asco, pero yo empezaba a verlas de manera distinta a mis amigos, solo Edu supo lo que sentía por María Eduviges y recuerdo que hizo un gesto de repulsión, luego me dijo que estaba loco y salió corriendo con los otros "campantes felices" como nos llamaban en el campamento de la alegría. Conocí a María Eduviges cuando por accidente confundí su baño con nuestro baño (si, aún no nos dejaban usar carpas y de noche dormíamos en cabañas con baño) María Eduviges que era la única niña en la cabaña escucho el sonido que hace un niño que juega con su orina mientras esta es expulsada al retrete, ella entró para averiguar y la primera imagen que María Eduviges tuvo de mí, mostraba más de lo que generalmente ves de una persona la primera vez, el grito me dejó los oídos zumbando y alerto a todos los preparadores. No gané insignia por orientación pero si obtuve nuevos sentimientos. Las siguientes semanas pasé ideando un plan para hablar con María Eduviges, pero el recuerdo de aquel incidente no me dejo hasta que acabo el campamento y nunca más la volví a ver.

- ¿Pensando en mí? - Preguntó Alma que estaba curiosa por mi lapso mental

- Siempre lo hago - le dije aunque no lo hacía no en ese preciso momento.

- Eres tan lindo cuando te quedas con cara de tonto, es algo como tan adorablemente raro tuyo. Me encanta.

No fue lo que dijo, sino la forma en que lo dijo lo que me hizo reír a plenitud

- ¿Dónde estuviste metida toda mi vida?

- No importa donde estuve antes, si no donde estoy ahora - Ella se acercó para llevar su dedo índice hasta mi pecho, a la altura de mi corazón, señalando el lugar, su lugar.

El gesto improvisado no pudo ser más tierno así que le tome la mano y la besé

Edu .I. (privado)

Eduardo: Brunitus dice mi Mia que sí puede venir su hermanito gay y todos los que tú quieras. Asi es son los privilegios de ser mi hermano.

Bruno: Perfecto. Ahora solo necesito que te encargues de que suene de nuevo nuestra canción, solo una vez

Eduardo: eso dalo por hecho

Historias ConectadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora