Capítulo 32

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Capítulo trigésimo segundo El mal día.

¿No nos harás vestirnos con uniformes rosas y arcoiris, cierto? - Preguntó uno, de la colección de los tres estúpidos Freetos del Centro de estudiantes

- No tenemos permitido usar ningún tipo de uniforme, Jef- le dije. ¿Alguna otra pregunta estúpida?- pregunté a las otras dos personas que únicamente habían asistido hoy a la reunión semanal. Desde que se dice en el colegio que soy "gay" ya ni siquiera los nerds asistían casi nunca. Y eso es malo por qué no quería tener al Director sobre mi haciendome un montón de preguntas.

Las otras dos personas que mencioné sí se presentaron eran ahora las dos únicas personas en todo el colegio con quién anduve alternadamente la última semana, y es curioso la transición drástica de Jacobsen y Eduardo a Mia y Sheresade.

He estado evitando a Jacobsen desde el lunes en un intento doloroso de evadir la realidad pero no funciona, a Eduardo le va bien con sus amigos Freetos, o eso parece. Mia se presento Voluntaria al CE exactamente al otro día como dijo y Sheresade, ella se ha vuelto mi compañera y consuelo casi desde que empezó el año, es buenísima escuchando y siempre sabe que decir para hacerte sentir mejor, la he nombrado vicepresidenta del CE por eso, aunque realmente no exista el cargo.

- Entonces... ¿Tu y Jacobsen, no son realmente.... Bueno, eso... "Novios"? - Me preguntaba Sheresade quien trataba de entender el enorme malentendido con tanta curiosidad como si se tratara de una telenovela para pubertas.

- Efectivamente, solo fue un impulso suyo y ya se lo he dicho a mucha gente, pero todos prefieren una mentira que les divierta a una verdad que aburra.

- Es un alivio.

- No me digas qué tú también eres una homofobica- le dije

- No, no no no, para nada, es un alivio que sigas disponible.

Me ruboricé, fue inmediato, gracias a Dios en ese instante Mia nos interrumpió o habría dicho una tontería, que cerca estuve.

¿Han notado que digo mucho la expresión "Gracias a Dios"? Y no es que sea Ateo, pero me enfada hacerlo, no agradecer a una divinidad, si no redundar tanto.

Sheresade y yo quedamos al salir de nuestras respectivas clases para ir a almorzar. Su comida orgánica no la venden en la escuela por supuesto así que usamos su permiso especial de salida (algo que jamás pensé que existiera) para pasar por el "Break and feast"  del frente, una tienda de comida vegetariana. El hecho de que fuera Vegana no me sorprendió en absoluto como tampoco me sorprendería si de pronto me entero que le gusta oír los Beatles o confeccionar ropa, aunque no haya mucha relación entre estos, son cosas que puedes descifrar de Sheresade. Ella es un libro abierto. La comida estuvo buena, al menos para ella, pero me preocupaba la hora y a ella el tiempo parecía hacerle ningún caso. Una pregunta me saco de mi preocupación.

- ¿En serio quieres que volvamos?

- Ehhh, es lo que supone que hay que hacer ¿Que no?- le dije

- No debemos hacer lo que se supone siempre.

- No estoy entendiendo nada.

- Es que creo que necesitas relajarte un poco y yo tengo una idea.- me dijo con su café sin cafeína en la mano

- Aún necesito más información

- No volvamos, simplemente tomemos el día para nosotros vale.

- ¿Estás proponiendo que faltemos a clases?

- Volver a Parque Central, en tan poco tiempo fue inesperadisimo.
Pero no hubo tiempo de negarme, simplemente ella me trajo y estoy consciente de que ella de no sabe nada de mi historial en el parque así que no puede haber dobles intenciones, al menos eso es lo que quise creer. Dos veces en menos de 24 horas era quizás más de lo que podría soportar. Pero no importa.

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