Capítulo 28

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Capítulo Vigésimo Octavo Emociones encontradas

Hola, me llamó Jacobsen Bonatti y vengo de Maracay, Es un placer para ustedes y para mi conocernos.

Esa fue la presentación nada tímida de Jacob en su primer día el lunes de la segunda semana. Me sentí tan contento de verlo que me pareció que el corazón me iba a brincar del pecho de la alegría.

- Muy bien señor Bonatti, puede ocupar cualquiera de los puestos libres - le dijo el profesor, y al hacerlo pasó por mi asiento colocando sobre mi cuaderno un chocolate de marca Española muy disimuladamente. Yo no tenía como corresponderle el gesto más que con una sonrisa.

No es nada común tener nuevos estudiantes en el último curso y por eso todo el mundo le miraba intrigado, sólo Edu sabía quién era y por tanto no deja de mirarme a mi pero quiero que crea que estoy tan confundido como él.

Un dilema me encontró rápidamente: Toda mi vida he despotricado y lanzado críticas a las historias juveniles que carecen de concepto, trama o variedad en las que siempre hay una chica escolar que se enamora del más guapo de la clase o si no, del nuevo que está aún más guapo. Vaya ironía, ahora soy yo quien esta suspirando por el guapísimo nuevo.

A penas si soy consciente de las palabras de Mr. Levine pues he caído en un lapso mental no tan breve en parte haciéndome una pregunta ¿Que impidió a Jacobsen avisarme que ya había llegado de la Madre Patria? Y en otra parte ¿Por que demonios estará el doble de bueno de lo que estaba antes de irse?. Como sea no le haré ninguna de las dos preguntas, el tiempo ya lo dirá, espero.

Dios, estuve leyendo en línea unos pares de cientos de artículos sobre homosexualidad, definición de género, afinidad sexual, bisexualidad, y otros tantos que se derivan de estos todo para intentar comprender por qué él me atrae tanto, incluso llegue a una página de psicólogos on line en la que supuestamente te contesta un especialista en un breve lapso de tiempo, yo le conté todo el proceso de como evolucionó lo de Jacobsen y enfaticé en que es el único hombre que me ha causado algún tipo de atracción y si esto pudiera ser derivado de que el fué quién estuvo presente en la etapa postraumatica de lo de Alma. Aún nadie contesta. El libro "lo que adolesen los adolescentes" que me regaló el consideradisimo Manuel, tampoco ayuda mucho, la autora siempre esta eludiendo el tema y en cierta frase leí: "y evitar inclinaciones sexuales indeseadas" lo que no promete nada bueno si es que hay un capítulo sobre sexualidad.

Cuando por fin sonó el último timbre de la mañana esperé a que la mayoría hubiera salido para encontrarme con Jac, quien torpemente acomodaba sus libros en la mochila.

- ¿Y bien, no me das mi abrazo? - dijo cuando me vio de nuevo.

- Quisiera darte más que eso.

- No me molestaría.

Y lo abrace.

Fue tan cálido, placentero y deseado. Extrañé sus brazos que aprietan tan fuerte desde el mismo momento en que lo vi partir aunque no haya sido hace tanto tiempo.

- Que tal el viaje?

- Rápido y aburrido. Eras lo mejor que tenía para pensar día y noche.

- Yo también pensé mucho en ti. Pero ¿Por que no me escribías?.

- Casi nunca tenía de donde, estaba en un sitio donde todos pensaban que "Whatsapp" era un insulto en alemán y mucho menos había WiFi.

- Jaja ¿Que terminaste en un ancianato?

- Eso hubiese sido más divertido.

- ¿Y que tal va tu primer día?

- Caótico, tus compañeros no saben lo que son las miradas discretas y además me perdí para llegar. Tienes que darme un recorrido por el colegio

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