Capítulo 19

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Capítulo Décimo noveno ¿Cuanto pesa una lágrima?

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Capítulo Décimo noveno ¿Cuanto pesa una lágrima?

Dicen que me desmayé luego de saberlo, yo creo que me quede dormido ya que estaba como soñando pero esta vez la pesadilla continuo aun después de despertar.

Los siguientes dos días antes del entierro fueron muy extraños, yo no era capaz de reaccionar ante nada, no había llorado ni gritado ni siquiera me sentía triste. Solo no podía hacerme a la idea de que ella ya no estaba, no podía aceptarlo por que nunca fui bueno aceptando cosas. Así que permanecí inmutable ante todo lo que ocurrió, ni el llanto de la Sra. Irma ni los consuelos de mi madre, nada podía afectarme o eso decían que me estaba pasando, yo solo no sabia que sentir, no sabia que decirle a las personas que se acercaban a tratar de animarme, a ese punto yo mismo no me reconocía, la Dra. Martínez usaba palabras como shock y trance pero creo no era eso o tal vez si; es difícil saberlo cuando estas en esos casos.

Mi Mama y el Director me habían permitido el faltar a la escuela hasta que me sintiera "Bien" pero yo no me sentía mal aunque si era raro no llorar mientras todos los que me rodeaban lo hacían, incluso Mia, aunque a ella no sabia si creerle por que apenas la conocía. Eduardo y Mia parecían haber olvidado los incidentes del día anterior después de que supieron la noticia y era bueno tenerlos cerca aunque yo quería estar solo y no para llorar o desahogarme o desquitarme si no para tener mas tiempo de pensar en lo que ocurría.

no estuve solo sino hasta la noche aunque mi Madre insistió en que no estaba mal si quería dormir con ella algo que no decía desde que tenia 9 años, pero yo no vi por que hacerlo y me negué.

No fue una noche pesada aunque no haya dormido en absoluto. Estuve solo allí, recostado pensando cosas como cuanta cantidad de heroína se necesita para matar a una persona o si habría sentido dolor.

Yo sabia de sus amigos consumidores pero nunca pensé que estos representaran un riesgo para ella y eso que suelo pensar mucho. Leí un poco en el grupo de Whatsapp. Ya Jacobsen les había dado la noticia y mi cele estaba repleto de sus mensajes; ellos son personas increíbles pero creo que al igual que yo ninguno sabe lidiar con estas cosas de la muerte y los pésames. Se que no lo hacían por hipocresía, que realmente lo sentían después de todo , todos la conocimos el mismo tiempo , pero aun así nadie la conocía tanto como yo, ninguno sabia como olía su cabello ni cuando se hizo esos mechones en lila ni cuando estaba recién bañado ni mojado por la lluvia, tampoco sabrían cuanto le gustaban las libélulas y el color blanco a pesar de que siempre vestía de negro, ni sabrían ya de su cuarto infantil, ya nadie mas vería sus dibujos , ni sabrán mas nada de ella, pero eso no importaba, importa lo que ya saben, y ellos saben que existió una Alma Isabel Bonatti que me hizo sentir lo mas feliz que me he sentido en mi vida y espero que ella también lo haya sentido a pesar de todo.

Cuando se supone que las personas despiertan mi Madre vino a preguntarme si quería ir al cementerio, dijo que estaba bien si no lo hacia que todos lo entenderían, pero yo quería hacerlo. Me pregunto si alguna vez Alma pensó en el día de su entierro, si quería que se cumpliese algo en específico este día, algunas personas lo hacen, Eduardo por ejemplo me ha pedido que me asegure que lo entierren con su gorra favorita de los New York Yankees.

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