Capítulo 34

23 2 0
                                    

Capítulo trigésimo cuarto El comienzo del fin.

Decepción, tristeza y dolor, eran las tres palabras que describían su expresión tras mi respuesta. Yo sentía lo mismo, solo que no podía expresarlo o arruinaría todo así que me colgué una máscara de falsa alegría ante mi nueva relación que logrará disimular todo lo que en realidad sentía. Al menos eso me salió bien.

Aquel día y el día que le siguió no volví a saber más de él, y puede que eso haya sido lo mejor que pudo pasar, o al menos lo menos doloroso.

Su ida me había dejado un vacío que ni siquiera las constantes llamadas y abrazos y besos desganados de Sheresade habrían podido llenar, y es que aún me era inevitable concebir el giro que le dí a mi vida, por que aunque la razón dicta que debo seguir adelante, las emociones se niegan a deshacerse de su recuerdo fresco, por primera vez en tantas veces, algo nuevo me hacía pensar más en ello que en la mismísima Alma, quien siempre habría sido mi pensamiento más recurrente, hasta que él llegó.

Sheresade no es ni parecida a Almorzar ni mucho menos a Jacobsen, a lo mejor he hablado muy poco sobre por que realmente y muy a pesar de que era mi novia no era exactamente la persiana de la que podrías sacar un libro biográfico. Quizás lo mejor de Sheresade es que también era una renegada, cuando por su apariencia bien pudo encajar entre Majos o Freetos, me atrevería a decir que es incluso más guapa que Mía, tomando en cuenta los kilos de maquillaje que siempre van sobre la última. Sheresade quiere ser periodista en el futuro pero ojalá no se convierta en una de esas amarillistas que abundan tanto en este país. No he sido capaz de besarla aún y es demasiado patético, incluso para mi; pero de cierto modo, creo que ni ella sabría como hacerlo. Estos eran los momentos en que era particularmente bueno tener a Eduardo, él siempre sabía qué hacer cuando se trataba de chicas.

Lo que me recuerda que no les he dicho nada de lo que ha pasado con él. Pues resulta que Mia encontró el número de teléfono de su novia la Caraqueña y le ha contado todo, así que se quedó sin ninguna de las dos. Además está faltando muchísimo a la escuela, Mr Levine dijo que hay un porcentaje mínimo de asistencia y le preocupa que si sigue así tendrán que suspenderlo, pero también dijo lo mismo de Jacob antes de que llegara de España.

Para distraerme de no pensar en Jac, y hasta de Sheresade, me había puesto a descifrar el papel de Manuel en las cartas y todo esto de las bromas pesadas. Manuel siempre se perfilo como un hombre perfecto desde que llegó, pero nadie puede ser tan perfecto, y eso es entre tantas cosas, lo que lo convierte en mi sospechoso número 1. Mi hipótesis cursa en qué de algún modo se enteró de lo mío con Jac,  probablemente de alguien de la escuela, y que intentará usar eso para chantajearme para algún propósito malvado o ilícito que probablemente involucre a mi Madre, es por eso que tambien ha enviado sobres amenazadores a Jacob.

Así que me he plantado a responder la primera interrogante ¿Quien Es realmente Carlos Manuel García? He buscado en su currículum, su ficha de trabajo, sus redes sociales pero no he hallado nada.

El segundo sospechoso sigue siendo Cristián Molvarish, un enemigo natural Majo. Pero no entiendo como puede llegar hasta mi habitación si cada vez que yo estoy en la escuela, él también. Claro que Molvarish es un niñito rico y podría pagar a alguien, pero ¿Hasta donde puede llegar la demencia de una persona solo por unas elecciones escolares? No hay nada lógico en eso.

CM también puede hacer alucion a una frase, un objeto, una organización; pudieran no ser siglas, a lo mejor sea una clave o un 900 en números romanos.

Tampoco hay información útil en los cuerpos de las cartas, solo mensajes retóricos o amenazas abiertas.

A lo mejor también, le estoy dando más importante de la que debería a este punto, pero joder, quien no se asustaría si algo así le pasó, hay mucha gente loca en el mundo y no me gustaría terminar siendo parte de las estadísticas.

Historias ConectadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora