Capítulo vigesimo tercero OMG! X2
Capítulo especial
Estamos fritos. Fue lo que pense cuando la segunda camioneta negra se atravesó a nuestro frente dejandonos atrapados entre ambos vehiculos. Ya no habia escapatoria.
- No hay forma de salir, la calle es muy angosta - dijó con nerviosismo jacobsen.
- Y si tal vez no son esas Aguilas negras del papel... - Hable esperanzado
- Tendremos que bajar y averiguarlo
-Estas loco! No bajare de este auto hasta no estar seguro de quienes son esos sujetos.
- Aqui adentro somos mucho mas vulnerables y no tendremos ningun chance de escapar - Jacobsen parecia en aquel momento otra persona, no quedaba ni pizca de la seguridad que le caracteriza y ni cuando el asunto del reloj lo vi asi de asustado.
- Rogaré que sean policias, solo por esta vez.
- Oye Bruno, si te llego a tocar en el hombro con disimulo, es por que necesitare que hagas algo que los distraiga necesito que por un segundo sus vistas se vayan sobre ti y se olviden de mi. ¿Entiendes?
- Si, entiendo.
Al bajarnos de la camioneta el frio de la noche amenazaba con quebrarnos los huesos y eso es normal en los Andes Venezolanos. Nuestro descenso fue lento y torpe, no sabiamos que hacer, cualquier cosa podria pasar. De ambos autos casi al mismo tiempo que nosotros bajó un trio de personas, A nuestro frente un sujeto cuya barba causaba repugnancia la verdad, dificilmente veria una peor en mi vida, y de la otra camioneta que nos seguia hace rato bajaron dos mas, uno era una mujer, no muy alta y con el cabello pintando en rojo y a su lado el sujeto que mas temor causaba por su apariencia de maton ruso que nos dejo boquiabiertos, este se cubria la mitad inferior de su rostro con un pañuelo rockero que tenía la impresion de una calavera en blanco. El campanario de la Iglesia que debia ser electronico por que no se quien podria estarlo tocando tan tarde comenzó a sonar, eran las 12a.m. Que hora tan propicia para morir -pene.
- E-Eh, hola- Dijo jacobsen ya cuando los tres sujetos estuvieron en nuestro frente, yo solo tragué saliva
- ¿Que Diablos hacen aqui?-pregunto la mujer con una voz feisíma que en otro momento me habria hecho reir.
- Solo estamos de paso - dije con una risita nerviosa que nos dejo peor de como estabamos.
- Es ilegal- dijo simplemente el de la barba horrible- Nadie puede estar por aqui a estas horas y ustedes dos son ahora una "amenaza para la paz de Delicias". *%€#+-%Que?
El grandote permaneciá en silencio
-Los hijoputas creyeron que se iban a escapar- se hecho a reir, a carcajadas, la señora que parecia una loca la verdad.
- Aqui no queremos malditos extranjeros - dijo acercandose milimetricamente al rostro de jacobsen
Señor le juro que nosotros teniamos una reservacion para el hotel Oporto- comenzó a explicar Jacobsen hasta que el hombre sin pensarselo siquiera, le escupió por completo en el rostro haciendolo detener en su relato. De inmediato la mujer de la voz horrible comenzo a reirse cual yena.
- No nos importa!- Exclamo de nuevo el hombre al que la yena habia llamado Carlos- lo unico que quiero saber de ustedes es como les gustaría morir
- Señor creo que eso no seria nada conveniente para ustedes, ese jovén que ustedd ve ahi parado es el hijo del gobernador - jacobsen me aputó con su dedo indice- y yo soy su novio, imaginese lo que pasaria si el hijo del gobernador y hasta el yerno amanecen muertos en un pueblo donde todos sabrían quien es el asesino dada la situacion.
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Historias Conectadas
Ficção AdolescenteEn medio de un grupo de Whatsapp nacerá el amor entre Alma y Bruno, dos jóvenes con ideales de rebeldía y desprecio por la sociedad que deberán enfrentar el rigor de la vida adolescente junto a Jacobsen, Edu y Mia. No hay suficientes lágrimas para...