Los días se la semana yo me dedicaba media jornada a ayudar a la empresa de mi papá, un trabajo estable que me ayudaba a pagar los gastos de mi caso y de vez en cuando, darme unos pequeños gustos.
Desde los viernes en la tarde hasta el domingo yo me dedicaba a ayudar en la cafetería junto a Roberto. Se preguntarán porqué trabajaba también los fines de semana, eso es fácil. Al principio cuando estaba terminando la universidad y mi papa aún no consideraba dejarme un puesto yo empecé ahí y se convirtió en algo más que un trabajo. Todos nos llevamos bien y somos como una gran familia, es por eso que no pido sueldo cuando trabajo ahí. Porque no lo necesito. Aunque siempre termino quedándome con una propina que otra gracias a los chicos.
Luego de un par de horas decidí darme un pequeño descanso en la parte trasera de la cafetería para relajarme. Dandole una última calada a mi cigarro, lo tire al suelo para apagarlo cuando vi a Roberto salir por la puerta y detenerse a mi lado.
—Nunca entendí porque te gusta venir aquí.
—Tiene algo que me calma, no lo sé—dije, encogiéndome de hombros.
—Teniendo en cuenta que por aquí no pasan demasiadas personas... supongo que tienes razón al decir que calma. Por Dios si hasta ya me está entrando sueño, por eso prefiero los lugares ruidosos ante todo. Por ejemplo las discotecas, adoro ir ahí.
Eso era mentira, él odiaba las discotecas y rara vez iba. Pero siempre bromeaba al respecto.
—Tú y tus bromas—le dije mientras sacaba otro cigarro de la cajetilla. Ofreciéndole, sacó uno y lo prendió.
—Demasiada junta contigo, la mayoría del tiempo bromeas.
—Es parte de mi personalidad, puedo decirte algo en broma y tú pensarás que hablo en serio, y viceversa.
—Tú y tus gustos de querer complicar a las personas. Pero vayamos al grano, ¿de qué era lo que querías hablar?
—De Marie.
—¿Qué pasó con ella?—dijo en tono grave. A él obviamente no le agradaba amarle y trataba de evitarla lo más que podía.
—Bueno, en la mañana tu me preguntaste porqué aún no me he divorciado de ella. Hay cosas de las cuales no he hablado aún contigo y quiero hacerlo, no conozco a otra persona mejor que me dirá mis mierdas en la cara—bromeé.
—La verdad siempre, hombre—respondió con una pequeña sonrisa—. Ahora, habla.
—Lo que pasa es que Marie sigue viviendo conmigo.
El me dio una mirada de incredulidad, me limité a encogerme se hombros y darle otra calada a mi cigarro.
—¿Cómo es que sigues viviendo con ella? ¿Qué no se había mudado?
—Bueno, ella está embarazada y no tenía lugar donde quedarse así que le permití quedarse. Anule el divorcio hasta que el bebé naciera porqué no quería que ella se estresara o algo pero...mierda. Ella es tan malditamente molesta y es imposible tener una conversación estable. No puedo tenerla más en mi casa, no puedo tenerla cerca.
—¿Y qué es lo qué piensas hacer?
—Ella tiene su trabajo y deberá tener algún departamento por ahí donde quedarse, porque necesito mi espacio. Hoy día hablaré con ella sobre esto y le diré que se marche.
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«Remember» |2ª Temporada Wonderland|
Teen FictionDespués de ocho años, Justin se encuentra con Selena de la manera más inesperada, en el peor momento de su vida cuando descubre que Marie lo había estado engañando todo este tiempo. Las emociones enterradas por parte de ambos empezaran a surgir, al...