|ADVERTENCIA|
Este capítulo contiene escenas explícitas para mayores de 18 años (sexo) no me hago responsables ante posibles molestias, pues lo estás leyendo totalmente bajo tu responsabilidad.
PD: primero que nada quiero disculparme por no actualizar, se que dije que ahora iba a estar más activa pero idk, han pasado muchas cosas últimamente y espero que sepan comprender. Además, quiero contarles que estoy editando «Wonderland» por sí ven cosas que no encajan en los primeros capítulos.
PD2: Perdonen los errores ortográficos o algunas partes que no se entiendan kdjd:c
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—Nena, espera.
—¿Qué?
—¿Estas segura de esto?
No es que yo no quisiera esto, porque por un infierno que lo deseaba, pero necesitaba estar seguro de que lo haríamos. No quería que ella se sintiera culpable de esto luego.
—Justin, lo deseo desde ese día en el bar y he estado pensando en eso todo el tiempo. ¿Tienes alguna idea de cuánto te necesito?
—¿Tienes tú alguna idea de lo que me haces sentir? Necesito saber que estás segura.
—Lo estoy, Justin—responde mirándome a los ojos—. Hazme tuya.
Aquello era lo único que necesitaba oír.
Gimiendo, chupe su labio inferior y me posicioné con ella, haciendo una fricción entre nosotros que me estaba elevando cada segundo que pasaba. Demonios, quería esto y no podía aguantar más. Sin dejar de besarla, me deslicé en sus piernas lentamente mientras le quitaba su pantalón.
Comencé a subir lentamente, dejando besos en su pierna y muslo, gimió cuando toque su zona íntima levemente y aquello solo hizo que mi excitación se elevara. Con una sonrisa lobuna, seguí subiendo hasta quitarle la camisa, quedando solamente en ropa interior. Me alejé para admirarla y era realmente preciosa.
—Eres preciosa—le digo.
Ella sonríe, me agarra por los hombros y me besa. La agarro por las caderas y nos giro levemente, dejándola a horcajadas.
—Soy todo tuyo, nena.
Me mira durante unos segundos y lentamente, me quita mi playera tirándole en algún lugar. Pasa sus manos por mí pecho, recreandose, hasta que las detiene en mis pantalones. Me aprieta levemente y suspiro, se siente tan bien maldita sea. Una vez quita mis pantalones, la atraigo en un beso hambriento y le quito su sujetador.
Queriendo probarla, comienzo a bajar lentamente dejando un rastro de besos por su mandíbula y cuello hasta llegar a sus pechos. Sin un segundo que perder meto su pezón derecho a mi boca, mientras que con mi mano apreto el izquierdo. Ella arquea la espalda.
—Justin...
—Lo sé, nena.
Una y otra vez, ma adueño de sus pechos. Mordiendo, chupando, lamiendo como si de un dulce se tratara y yo era adicto a ello ahora. Una vez acabado mi festín, la miro a los ojos, se encontraban brillosos por la excitación y sabía que los mios se encontraban igual.
De un momento a otro, sus labios presionaron con los míos, nuestras lenguas juntándose en una batalla y mis manos recorriendo su piel hasta llegar a sus braguitas. Me giro quedando encima de ella nuevamente y lentamente, las comienzo a bajar.
—Vas a adorar esto—digo antes de introducir uno de mis dedos por su hendidura.
—¡Justin!
—Hm.. ¿gritaras así de fuerte por mí cuando este en lo más profundo en tu interior?
Sin aviso alguno, metí otro dedo, metiendo y sacando una y otra vez hasta que sentí que estaba a punto de tener un orgasmo.
—¿Vas a correrte, bebé? Vamos, hazlo. Quiero saborearte.
Ella gimió y se corrió, mi boca se dirigió a su zona íntima, chupando, mordiendo, lamiendo y saboreando todo de su ser, queriendo más hasta que estuvo corriéndose una segunda vez. Dios, no podía tener suficiente de ella. Ella era mi marca de heroína personal.
—Quiero más, Justin, mucho más.
—Y lo tendrás.
Rápidamente, me quito el resto de mi ropa quedando al desnudo junto a ella. La beso, dandole a saborear su propio almizcle. Me rodea con los brazos el cuello y me acerca mucho más a ella, como si fuera posible. Podía sentir sus pechos pegados a mi torso y la sensación era miles de veces mejor. Había estado con un montón de chicas durante estos años, aparte de Marie, pero ninguna de ellas había sido Selena. Ninguna de ellas había provocado las sensaciones que ella lograba provocar en mí. Ninguna podría obtener la mejor parte que ella tiene de mi.
—Vas a adorar esto.
Mordisqueo sus pechos e inmediatamente gimo al sentir su pequeña mano en mi miembro. Gimo y siento que me pongo más duro aún.
—Bebé, para un segundo o no podré parte lo que quieres.
Se ríe y me rodea con sus piernas la cadera. Dios, la deseaba tanto que parecía irreal. Tomando mi miembro, lo guio a su hendidura y lentamente, me introduzco en ella.
—Dios, estas tan apretada—le digo.
La beso y comienzo a moverme lentamente mientras espero que se acostumbre. Pero mientras más avanzaba el tiempo, más tenía la necesidad de ir más rápido y profundo. Apoyándome en un brazo, aumente el ritmo, sintiendo algo algo construyéndose en mi interior.
—Dios, no pares. Te sientes tan bien—la escucho.
—Te sientes jodidamente bien también, nena.
Levantando sus piernas, las deja en mis hombros. Eso solo hace que me entierre más profundamente dentro de ella. Como si mi mano tuviera vida propia, la acerco a su clitoris y comienzo a moverla en círculos, provocando que ella gritaras más fuerte aún.
—¿Te gusta?—le pregunto mientras mordisqueo su lóbulo derecho.
—Sí, sí...Dios, no pares.
—¿Qué es lo que sientes? ¿Te gusta así de duro?
—Me gusta, te sientes increíble.
—Vas a matarme, bebé.
—Justin...—suspira.
Me muevo más duro y rápido sintiendo el orgasmo venir. De sus labios sale mi nombre una y otra vez, aquello solo hace que me caliente más aún. He escuchado miles de veces mi nombre por diferentes chicas, pero ninguna de ellas lograba está sensación en mi pecho. Cuando siento las paredes de Selena apretarme tan exquisitamente se que ha llegado el orgasmo y sólo entonces, me dejo caer encima de ella. Sus dedos me acarician lentamente la nuca y sonrío.
—Aquello fue increíble—digo.
—¿De todo esto me perdí este tiempo?—noto que sonríe y bajando la voz, dice—: ¿Qué tal si repetimos?
—Por mí, encantado.
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«Remember» |2ª Temporada Wonderland|
Teen FictionDespués de ocho años, Justin se encuentra con Selena de la manera más inesperada, en el peor momento de su vida cuando descubre que Marie lo había estado engañando todo este tiempo. Las emociones enterradas por parte de ambos empezaran a surgir, al...