«Remember» |2ª Temporada Wonderland|

Capítulo quince

POV'S Selena.

Mientras Justin se despedía de su madre y de Roberto, subí a la habitación y metí mis pertenencias en el bolso. Me sentía mal por absolutamente todo lo que estaba ocurriendo y necesitaba aclarar mis ideas.

En ese momento, mi teléfono celular comienza a sonar y tras mirar la pantalla, decido contestar. Taylor siempre se ponía de mal humor cuando no le cogían el teléfono.

—¿Dónde estás?

—¿Te enojas conmigo si te digo que estoy en la casa de Justin?

—¿Por qué habría de molestarme?—dice.

—No lo sé. ¿A qué se debe tu llamada?

—Bueno, quería saber si estabas en tu casa para ir a verte. Además, necesito que me ayudes con mi boda. Mi madre está volviendo loca con sus ideas.

—Vale, iré para allá.

La escucho suspirar y sorprendiéndome, pregunta:

—¿Estás bien?

Lo que menos quería era hablar sobre mis problemas ahora, pero necesitaba hablar con alguien o me volvería loca.

—No lo sé, tengo tantas cosas en mi mente que me encuentro confundida. No sé si hago bien en ocultar todo esto y yo... no puedo.

—Cielo, no debes de sentirte mal. Sé que te he dicho que Justin merece saberlo pero no quiero apresurarte. Tomalo con calma y cuando te sientas preparada, hazlo.

—¿No sería mejor no decir nada?

—¿Realmente podrías ocultarselo?

—No, no podría—admito.

—En ese caso, ya sabes lo que tienes que hacer pero a tu ritmo, ¿de acuerdo? Estaré en tu casa en una hora más. 

—Te veré ahí entonces.

Me despido y cuelgo. Taylor tenía razón, tenía que contar toda mi verdad. Solo que no sabía en qué momento. Guardo el telefono en el bolso y al darme la vuelta, veo a Justin apoyado en el marco de la puerta y el pánico me inunda.

—Hey.

—¿Con quién hablabas?

—Con una amiga. 

Sonríe y eso es buena señal. Posiblemente no había escuchado mi conversación y eso me relaja un poco.

—¿Tienes que irte? 

—Sí—respondo—. Lamento no poder quedarme pero vendré en algún momento de la semana a verte. 

—O podría yo visitarte.

—Tal vez—digo con una pequeña risa.

Él se acerca y me agarra la cintura con sus manos.

—¿Trabajas mañana?

—Solo por la mañana.

—¿Qué te parece una cita? Te invito dónde tú quieras.

Lo miro y sonrío. Tener una cita con él me parecía perfecto, aunque las cosas entre nosotros estuvieran sucediendo demasiado rápido. 

—No es necesario que me invites a ninguna parte—frunce el ceño y quierl reírme por su cara de confusión—. Con que te aparezcas por mi casa a las seis está bien.

Él asiente y me besa.

—De acuerdo.

Una hora y media después, ya me encontraba en mi casa esperando a Taylor. Lo bueno de mi trabajo es que no me requerían tanto y podía tener días libres por turnos. Así pues, me preparo una taza de café y me dirigo al salón al momento en que escucho la puerta.

—Traje revistas y galletas.

—¿Quieres café?

—Eso no se pregunta.

Asiento y me levanto dirigiéndome a la cocina. Un par de minutos después dejo la taza humeante y Taylor la coge.

—¿Quieres empezar por lo de novia o escenario?

—En realidad, veamos algunos de novias. Lo de escenario lo estoy viendo con Logan, queremos que sea de acuerdo a nuestros gustos y si lo manejo sola, posiblente ponga algo que le desagrade.

—Pero como es un amor, se callará—añado.

—Por supuesto. Logan nunca se queja de nada—se ríe y abre una revista.

—Lo que hace un hombre enamorado.

—Hm... hablando de hombres enamorados, ¿qué hay con Justin? ¿Cómo van ustedes?

—Bueno, a decir verdad, nuestra relación ha cambiado. Yo lo quiero de la misma forma que él a mí, pero aun así todo es tan complicado que... me agobio.

—¿Complicado?—murmura sin dejar de mirar la revista.

—Yo nunca dejé de quererlo y ya dejé todo atrás. Si bien, yo lo busqué y lo provoqué ahora tengo miedo. Todo esta avanzando tan rapido entre nosotros que no nos hemos dado el tiempo para realmente hablar de «nosotros». Además, ahora me siento mal por ocultarle el hecho de que lo recuerdo todo. Él no lo sabe y sé que merece saberlo, pero cada vez que lo intento siempre ocurre algo.

—¿Y qué vas a hacer al respecto?

—No lo sé, no tengo ni idea de cómo tocar el tema.

—¿Sabes, cariño? Tú sabes que te considero como mi hermana y que te amo. Te he visto sufrir y te he visto reír. Estoy segura de que si lo hablas con Justin, él te entenderá. Tú nunca dejaste de quererlo aunque lo intentaste y Dios sabe cuanto te esforzaste.

Asiento. Ya no recordaba ni cuantas veces había terminado besando a algun tipo en el club intentando sacarlo de mi misma o cuantas relaciones fallidas había tenido en un intento de sacarlo de mi sistema. Ninguna de ellas había funcionado, puesto que Justin estaba presente en mi cabeza y en mi corazón.

—Así que no tengas miedo—continua—. Sólo hablalo con él y verás como todo resulta bien.

—¿Tú crees?

—¡Claro! Con Logan discutimos pero al final del día siempre terminamos hablando sobre nuestras molestias y solucionando nuestras cosas. Si tú crees que van muy rápido, hablalo, si te sientes culpable por lo que ambas sabemos, confiesalo. Es lo único que te puedo decir ahora.

Asiento y la abrazo. Sin dudas, como consejera, Taylor no tenía precio. Me alejo unos centimetros y le sonrío.

—Eres la mejor, ¿lo sabías?

—Siempre soy la mejor, nena.