Capítulo catorce |parte dos|

223 12 1
                                    

Un par de horas mas tarde, la casa se encontraba totalmente decente. Es como si nada hubiera sucedido aquí, a excepción de las pequeñas marcas casi inexistentes que estaban en las paredes del salón y el hecho de que faltaban un montón de imágenes. Pero realmente no me importaba.

Selena se había marchado para coger ropa de su casa y así volver. Como dijo, Roberto había llegado un rato después y ahora se encontraba con Selena en el patio mientras yo cocinaba. Por el momento, mantenía mi mente ocupada.

«Dios, mi vida era un desastre»

Tras el accidente de Selena y el hecho de que ella había perdido toda la memoria, hice el mejor esfuerzo para volver a reconstruirme pieza por pieza. Pero no sabía porqué, todo en algun momento volvía a salirme mal en un punto de mi mapa personal.

Siento una mano en mi hombro y alarmado, me doy media vuelta. Me tranquilizo al ver a mi madre, aunque claro, ella me examina y su mirada cambia cuando ve los moratones y heridas en mi rostro y manos. Vale, me sentía completamente mal ahora porque sé que verme en este estado solo la estaba alterando.

—¿Qué te ha sucedido en el rostro?

Hago una mueca, preparándome mentalmente para lo que se me venía encima.

—Tuve una pelea en un bar.

—¡Justin!—me regaña.

—Sé lo que vas a decirme y quiero decirte que Sel ya se ha encargado de decírmelo. 

—Bien, de acuerdo. —Suspira y se toca la frente. —¿Sabes? Es  reconfortante saber que ella sigue preocupándose por ti a pesar de todo.

—Si, lo sé.

Y lo decía en serio. Hasta el momento, a pesar de que ella sólo recordaba hasta cierto punto de nuestro relación, me alegraba el hecho de que seguía estando ahí para mí. Era como si ella intentara cumplir nuestra promesa de apoyarnos mutuamente, pero sin saberlo. De todas formas, estaba seguro de que si se hubiera tratado de otra chica, posiblemente me hubiera mandando a la mierda tras mis problemáticas situaciones y me encontraba agradecido de que Selena no fuera de ese tipo.

—¿Quieres salir un rato? Estoy seguro de que Sel y Roberto querrán saludarte—digo rascándome la nuca—. Voy a terminar el almuerzo y...

—Dejate de tonterías, yo lo terminaré—declara.

Cuando se ponía en ese plan, no podía negarme. Encogiéndome de hombros, murmuré un «bien» y salí al exterior. Selena, al verme, me sonríe mientras tomo asiento a su lado y la agarro de la cintura.  

—Hombre, creí que nunca saldrías de esa cueva. —bromea Roberto— ¿Cómo te encuentras?

—Creo que un camión pasó por mi cuerpo, pero me siento bien. ¿Y tú qué tal?

—Me ha ido bien y también a Jilie, ha conseguido un ascenso.

—¿En serio? ¡Eso es genial!—exclama Selena.

—Gracias.

—¿Y sigues trabajando en la cafetería?—pregunto.

—No, ya no. Ahora trabajo en un taller.

—¿De verdad dejaste la cafetería? ¿Por qué?

—Desde que no tengo a cierto imbécil molestándome todo el tiempo, se volvió aburrido y decidí dejarlo.

—Bueno, al menos eso confirma mis sospechas de que me extrañabas—digo con una sonrisa.

—¿Y qué hay de ustedes? ¿Cuándo comenzaron a salir oficialmente?

—Bueno, no estamos saliendo oficialmente—se apresura a decir Selena.

La miro sorprendido y algo dolido. Para mí, todo esto ya era algo oficial. Aunque claro, supongo que todavía seguía algo dolida por Austin y quizás era yo el que estaba apresurando las cosas.

—Perdón por la interrupción, pero la mesa ya está servida—dice mi madre con una sonrisa desde la puerta.

Nos levantamos casi al mismo tiempo y una vez sentados en la mesaz comenzamos a degustar la comida entre risas y bromas. Agradecía el hecho de que Roberto aún no abriera la boca sobre lo de anoche. Pero estaba seguro de que en algún momento me lo preguntaría.

Media hora después, mi madre decide que mientras ella y Selena ordenan la cocina, nosotros hagamos nuestras cosas fuera de allí y nos mandan al salón.

—Ve con Roberto, Justin—murmura Selena al ver que no reacciono.

Asiento y tras darle un ligero beso en los labios, salgo de allí y me reúno con Roberto. Se encontraba sentado cómodamente en el sillón viendo televisión. Al verme, sube un poco más el volumen y sabía que el interrogatorio iba a comenzar.

—¿Supongo que estás esperando una explicación?—asiente— Bien, tuve una pelea en un bar.

—Eso ya lo sé, genio—sacude la cabeza—. Solo... quiero saber exactamente que fue lo que pasó. Te conzoco y, sé que sea lo que sea que haya pasado, debió ser grave para que tú reaccionaras de esa forma.

Supiro y me rasco la nuca. No sabía cómo empezar realmente. Finalmente, vuelvo a levantar mi cabeza y decido soltar todo.

—Descubrí que el bebé de Marie, no era mío—abre la boca ligeramente sorprendido. Estaba claro que se esperaba cualquier otra cosa, menos eso.

—Debe ser una mierda de situación, ¿no? Juro que a pesar de que era una perra todo el tiempo, nunca la vi capaz de hacer algo como eso. Realmente lo siento, Justin.

—Más lo siento yo, creéme.

—¿Y cómo fue que te enteraste?

—Bueno, fue la misma Marie quien me lo dijo. La cosa es que, ayer me encontraba con mi madre cuando me llama Jeremy diciendome que el bebé iba a nacer, no hace falta decir que como pude, llegué ahí. Para cuando lo hice, ella ya se encontraba en trabajo de parto y tuve que quedarme en la sala de espera y juro que cuando anunciaron que había nacido y logré verlo... había sido el mejor momento de mi vida——tomo una larga respiración y continuo—. Luego de eso, decido verla a la habitación y ahí estaba ella con Jeremy.

—¿Y por qué se encontraba Jeremy con Marie?

—Porque él es el padre de ese bebé.

—¡De ninguna manera!

—Según ellos, se enamoraron y bueno, ya sabes el resto.

Asiente y se queda callado unos segundos, posiblemente analizando mis palabras.

—¿Lo sabe tu madre?—asiento— ¿Y qué es lo que...

—¿Pienso sobre ello?—lo interrumpe mi madre.

Maldigo internamente al saber que había escuchado la conversación. Toma asiento en uno de los sillones y junta sus manos. 

—Es una mierda todo lo sucedido ¿sabes? Pero creo que las cosas pasan por algo. Realmente no me hubiera importado demasiado si solo me hubiera afectado a mí, pero afecto a Justin y eso es aún mas duro—sus ojos se llenan de lagrimas y mi primer instinto es levantarme y abrazarla.

Al igual que ella, me encontraba en una posición dónde tampoco me hubiera importado mucho si hubiera sido solo cosa mía, pero no lo fue. Jeremy había destrozado todo lo que habiamos construido y por mas duro que hubiera sido, hubiera preferido que dijera la verdad desde un principio. Estaba seguro de que las cosas serían totalmente diferentes en este momento. 

*****
¡He aquí un nuevo capítulo! Perdón por la tardanza y espero que lo disfruten.

PD: Terminé de editar «Wonderland» para las que quieran leerlo nuevamente, ya que viene con algunos cambios.

«Remember» |2ª Temporada Wonderland|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora