Capítulo seis |parte dos|

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          [ADVERTENCIA]

Este capítulo contiene escenas explícitas para mayores de 18 años (sexo), no me hago responsable por posibles molestias ante esto puesto que lo estás leyendo bajo tu responsabilidad.

Después de un par de horas bailando, por fin había conseguido quitarme a la rubia de encima. Estaba claro lo que ella quería pero no me apetecía. Al menos no con ella. A los chicos no los volví a ver pero sabía que los vería en algún momento si es que aún seguían por aquí.

Dirigiéndome a la barra, me senté en el taburete y pedí una cerveza. Di un largo trago me di la celta y miré la pista. Luego de un rato ya me habían bebido cuatro cervezas y aunque sabía que me estaba emborrachando sabía que podría mantenerme sobre mis pies.

—¿Desde cuándo bebes tanto?

Miré a mi lado y ahí se encontraba Selena. Sonreí y sin poder evitarlo la miré de arriba a abajo para apreciarla mejor. Traía un vestido azul que apenas cubría sus muslos y su cabello rizado se encontraba desordenado. Se veía caliente como el infierno y quería ahogarme en ella.

—Ni yo mismo lo sé—le respondí.

—Pues espero que aún puedas mantenerte en pie para bailar conmigo.

Sonrió y sujetándome la mano me guío a la pista de baile. Selena volvió a posar sus manos sobre mis hombros como al principio y me deje guiar por la música y su aroma.

Las canciones seguían sonando por lo que me parecieron horas pero no me importaba en lo absoluto. Mientras más canciones pasaban, nuestros cuerpos más se juntaban. Estaba seguro de que no había ningún centímetro que sobrara entre nosotros.

No quería admitirlo, pero había extrañado tanto esta sensación. El tenerla aferrada a mi cuerpo y embriagarme de su perfume. Sentir su respiración en mi cuello me enloquecía a cada minuto que pasaba y por alguna razón, quería que esto no se acabara. Ella era mi paraíso personificado y no quería salir de el.

—Selena—suspiré al sentir sus besos mojados
en mi cuello—. ¿Qué haces?

—Disfrutando—respondió— ¿No lo estás haciendo tú?

"Demonios, lo hago" pensé, más no me atreví a confesarlo. Maldije en voz baja cuando sentí endurecerme bajo los pantalones. Es que sentirla de esta manera tan íntima me ponía a mil. Había olvidado lo que ella era capaz de provocarme con un solo toque. Rezaba para que ella no se diera cuenta de lo que me estaba haciendo porque sería realmente vergonzoso y posiblemente ella me odiaría.

Pero cuando me mordió supe que había perdido todo sentido común y la agarre posesivamente de la cintura, atrayendo sus labios a los míos. Con mi lengua obligue a abrir su cavidad bucal y cuando se encontraron, gemí por la maravillosa sensación que me provocó. Sin poder contenerme un segundo más, posé mis manos en su trasero, estrujándolo. Ella profundizó más el beso y pude sentir sus uñas en mis hombros.

—Justin...—gimió al sentirme.

—¿Puedes sentirlo, huh?—susurré mientras me restregaba contra ella de una manera suave. No quería llamar demasiado la atención—. ¿Tienes alguna idea de lo que me estás haciendo?

—Muéstrame.

Empecé a restregarme contra ella más rápido esta vez. Podía sentir lo húmeda que ella se encontraba y quería desesperadamente ir a un lugar más privado y darle lo que sabía que ella quería.

Y como si leyera mi mente ella susurro en mi oído—: Creo que necesitamos ir a un lugar más privado.

Deje de restregarme contra ella y me aleje unos cuantos centímetros para poder mirarla. Tenía los ojos y la boca entreabierta. Veía la seguridad en sus ojos de que lo deseaba tanto como yo pero necesitaba estar seguro. No quería que el día de mañana ella despertara y se arrepintiera de lo que pudiera pasar en este momento en adelante. No podría soportarlo.

—¿Estas segura?—susurré.

—Fóllame.

Sin un minuto más perder cojo su mano y rápidamente nos dirigimos al baño. Tras asegurarme de que somos los únicos que estamos solos en el baño, lo cierro con pestillo. Al girarme, veo que ella está sonriendo.

—Ven aquí, nena. Déjame ver que traes debajo de tu vestido.

Lentamente, ella se va acercando. La cojo de la cintura y, sentándola en el lavamanos, la beso introduciendo mi lengua. Ella gime cuando hago a un lado su braga e introduzco uno de mis dedos.

—Oh, Justin—gime cuando sin avisar introduzco otro. — ¡Oh, Diosssssssssss!

—¿Te gusta?

—Me encanta.

Sonrío contra sus labios y sigo torturándola con mis dedos. Con mi otra mano, hago a un lago su sostén y meto un pezón a mi boca. Sus gemidos son música para mis oídos y es lo que me motiva a seguir.

—Muérdeme—oigo que dice.

Muerdo su carne y puedo sentirle retorcerse en mis brazos. Dirijo mi atención a su otro pezón y sigo chupando como un loco demente, al cual de repente me hubieran ofrecido una solución.

—¿Esto era lo que querías?

—Sí.

—Pues te va a encantar lo siguiente.

Sin más bajo mi cabeza y paso mi lengua por sus labios menores. Ella grita al sentirme mientras pone sus manos en mi cabello y me lo revuelve. Cuando encuentro su clítoris, lo rodeo y luego lo muerdo. Repito la operación un par de veces más hasta que sin previo aviso meto dos dedos mientras sigo succionando su clítoris.

—¿Quieres correrte?

—Sí, sí. Oh, Justin...

—Háblame, bebé.

"Oh, cuanto extrañaba decirle así."

—Fóllame. Fóllame ahora.

—Esperaras.

Seguí chupando, succionando y mordiendo por unos minutos más hasta que sentí como ella succionaban mis dedos de una manera exquisita. Supe que estaba a punto de correrse, así que acelere mi ritmo y tras una ultima embestida de mis dedos, ella grita mi nombre y como si de un dulce se tratara, sigo lamiendo hasta que no queda nada de su orgasmo.

Sacando mis dedos de su interior, me levanto y la beso profundamente. Tiene la respiración agitada y sus mejillas sonrojadas. ¿Cómo ella podía ponerme a mil solo con verle de ese modo?

—¿Estás preparada?

«Remember» |2ª Temporada Wonderland|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora