«Remember» |2ª Temporada Wonderland|

Capitulo once |parte dos|

|Maratón 3/3|

—¿Quieres pasar a verlo?

Dejo de mirar el ventanal y miro a mi derecha, donde hay una enfermera sonriéndome.

—¿Puedo?

—Claro.

Asiento y le devuelvo la sonrisa, obviamente emocionado. Sería la primera vez que vería a mi bebé, que lo sostendría en brazos y me encontraba entusiasmado. ¿Cómo sería?

La enferma segundos después, abre la puerta y coge un pequeño bebé en brazos. Me lo entrega y lo primero que capta mi atención, es una pequeña mano que se mueve de un lado a otro y un pequeño sonido.

Lentamente, comienzo a mover la manta que lo cubre y me encuentro con la criatura más hermosa que he visto en mi vida. Tenía una nariz y boca igual a los míos, sus ojos eran grises y a pesar de estar recién nacido, pude observar que sería rubio igual que yo por los pequeños cabellos que sobresalían de su cabecita.

—Hola, Jake—susurro—. Soy tu papá, Justin. ¿Sabes cuánto he esperado por ti?

Como si él pudiera entenderme, mueve un poco la mano intentando tocarme. Le acercó mi dedo índice y comienza a juguetear con el. Sin poder contenerlo, me río. Ver sus ojos llenos de curiosidad era un acto digno de ver y tras pasar un rato con él, se lo doy a la enfermera para que pudiera descansar y decido ir a ver a Marie, pero me sorprendo al escuchar la voz de mi padre proviniendo de ahí dentro.

—Marie, tiene derecho a saberlo.

—No me digas lo que ya sé, pero aún no es el momento.

—¡Para ti nunca es el momento! Has postergado esto durante meses y creo que ya ha pasado el tiempo suficiente—escucho que se mueve por la habitación y sigue—: Es mi hijo y él tiene todo el derecho de saberlo.

—¿Y qué quieres que le diga? No es como si todo fuera tan simple. No sé cómo se lo tomará y no quiero herirlo.

Es ahí cuando mi curiosidad supera el límite y decido entrar. Al verme, ambos me miran sorprendidos. Era obvio que no esperaban que yo apareciera así de repente y en un momento tan inoportuno. Pillándolos en una conversación que, en primer lugar, no debería porqué haber escuchado aunque de tratara de mí. 

—¿Qué es lo que sucede?—pregunto.

—Nada—responde rápidamente Marie.

—No creo que sea nada, llevo un rato escuchándolos desde afuera de la habitación—digo. — ¿Podrían, por favor, decirme que es lo que está sucediendo antes de que pierda la cabeza?

—Justin... lo siento, pero no puedo.

Marie sacude la cabeza y luego agacha la mirada, cuando la levanta, veo lágrimas en sus ojos. Verla en ese estado, tan vulnerable, me llena de curiosidad y necesito saber qué es lo que está pasando. Me estaba volviendo loco con cada segundo que pasaba y ninguno de los dos abría la boca para darme alguna explicación. Dirijo la mirada a mi padre y en sus ojos veo la decepción y tristeza.

—¿Papá? ¿Podrías decir alguna palabra?

—Yo...—suspira y clava sus ojos en los míos—. Solo quiero que sepas que eres mi hijo, te quiero y estoy rezando para que no nos odies después de esto.

—¿Odiarte? ¿Por qué abría de odiarte?—pregunto confundido.

—Marie y yo estamos juntos.