Capítulo doce

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Tras escuchar esas palabras, me paralizo y o sé cómo reaccionar ante aquella revelación. No sabía qué hacer ante esto, porque la verdad era que no me esperaba esto y muchísimo menos en estos momentos.

—Llevamos meses juntos y nunca encontramos la forma de decirlo—continúa—. No es que nosotros hubiéramos planeado algo de esto, sólo fue algo que se dio y cuando quisimos detenerlo, ya era demasiado tarde.

Yo no podía decir nada, seguía en shock. Me encontraba en un mar de emociones, pero principalmente me encontraba dolido. Nunca imaginé que la persona a la cual yo había amado en algún momento y mi progenitor, me apuñalarían por la espalda de aquella manera tan cruel. Pienso en mi madre y en lo mal que se pondría si tan solo lo supiera. El simple pensamiento de eso, sólo hace que me enfurezca cada segundo más y más.

—¿Cómo pudieron hacerlo?—digo luego de unos segundos— ¡¿Cómo?! ¡Confiaba en ustedes, joder!

—Justin... —dice Marie—. Necesito que...

—¡Justin, nada!—la interrumpo. Y dirigiéndome a mi maravilloso padre, le suelto—: ¡¿Cómo has podido hacerle eso a mi madre?! ¡Ella lo ha dado todo por ti y mira lo que le has hecho!

—Hijo, todo tiene una explicación y ...

—Cállate —siseó—. Yo no soy tu hijo.

Veo el dolor en sus ojos tras mis palabras, pero no me importa en lo absoluto. Me encontraba tan dolido con ellos dos, que en lo último que pensaba era en sus sentimientos. Tal y como ellos habían hecho.

—Justin, si tan solo nos escucharas... podríamos darte una explicación.

—Pues explíquense, porque necesito saberlo.

Ambos intercambian una mirada y es Marie quien decide hablar.

—Para empezar, nunca dudes por un segundo que sí te quise y lamento todo el daño que esto te está causando, pero hay cosas que simplemente no podemos evitar. Cuando vi a tu a padre, yo me enamoré de él y no supe que hacer. Estaba contigo y tú estabas tan dolido en esos momentos que no tuve el corazón para dejarte. Entonces, decidí que haría caso omiso a mis sentimientos, que me concentraría en ti y lo hice bien hasta que nos casamos. Un par de meses después las cosas entre Jeremy y yo estaban raras, creí que lo que sentía por él se había ido pero no era así. Sin darnos cuenta, pronto nos encontrábamos en una relación y aunque sabíamos que lo estábamos haciendo mal, no podíamos parar porque ya era demasiado tarde. Estábamos perdidos el uno con el otro y no podíamos simplemente tirarlo todo por la borda. Obviamente, la culpa estaba allí entre nosotros y cada vez que queríamos decirles, siempre surgía algo y lo seguíamos manteniendo. Mientras más pasaba el tiempo, sabíamos que más dolería, pero la cosa es que nunca encontrábamos el momento para contárselos.

Mi padre se acerca a ella y la abraza.

—Entonces, un día tuve la idea de que, si lograra que me odiaras entonces ya no tenía que luchar con la culpa y todo sería mucho más fácil.

Ella se detiene y yo me siento en un sillón sillón que hay en la habitación, intentando organizar mis ideas. Esto era demasiado para digerir por mi mismo y mi cabeza era un remolino.

—Pero eso no es todo—dice luego de unos segundos.

Levanto mi mirada y los observo. Me quedo callado, dándole tiempo para que siga hablando y ella lo entiende.

—Quedé embarazada.

En ese momento fue cuando perdí toda la cordura y aprieto mis manos en un puño. No, aquello no podía ser cierto, la vida no podía ser tan cruel. Pero tras ver la mirada que ambos se dan me doy cuenta de que sí, lo era.

—Díganme que están bromeando.

—Justin, por favor, perdóname.

Marie se tapa su cara con las manos y comienza a llorar desconsoladamente. Siento un nudo en la garganta y no me puedo mover de allí, mis pies están anclados al suelo. Como puedo, me obligo a salir de ahí, no tenía las fuerzas para soportar mucho más aquello. Todo esto era demasiado y solo quería perderme para no volver a saber de ellos nunca más. ¿Cómo fueron capaces de hacerme aquello?

Mi madre, al verme en aquel estado, se acerca rápidamente y me pregunta lo que me sucede. No quería decírselo, era mucho mejor que se lo dijera el causable de todo esto que de mí. Era lo mínimo que se merecía.

—Pregúntale a Jeremy.

Sorprendida, puesto que yo nunca había llamados mi padre por su nombre de pila da un paso atrás y me da mi espacio. Le doy una última mirada y me voy de allí como alma que lleva el diablo. Una vez dentro de mi coche, lo arranco sin saber muy bien hacia dónde me dirijo.

«Remember» |2ª Temporada Wonderland|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora