Una hora más tarde continuaba en shock mientras conducía a casa, me sentía más agotado que nunca y simplemente seguía sin poder creer que estuve tan cerca de Selena. Todo esto seguía pareciéndome parte de un sueño. He de admitir que fue una gran tortura el no poder acercarme de la forma en que yo quería, a excepción de algo profesional.
Pero me odiaba. Un par de veces choque miradas con ella y podía ver el odio que sentía por mí, no podía culparla. Yo le había dado motivos en ese entonces.
Estaba seguro de que ella recordaba cada cosa que le había hecho pasar en el instituto, la forma en que la hice sufrir y los sobrenombres que le ponía. También podía asegurar las veces por las cuales ella había sido humillada a causa mía por otras chicas y yo no había hecho nada para defenderla. Las veces que tras empujones se habían roto sus lentes y yo la llamaba «cuatro ojos». Nunca logré entender porqué la molestaba con eso, siempre creí que se veía preciosa con ellos puestos.
Moviendo la cabeza ligeramente estacione el coche. Intenté aclarar mi mente, incluyendo mis ideas. Sabía de antemano que esto necesitaba parar, yo quería mi espacio para empezar a rehacer mi vida y eso no incluía a Marie. No podía avanzar si ella seguía a mi alrededor cuestionando cada maldita cosa que yo hago.
Tomando una respiración profunda y entré en la casa en busca de Marie. Cuando supe que no la encontraría abajo, no tuve más opción que subir las escaleras y entrar a lo que fue nuestra habitación.
—Llegaste temprano—dijo cuando me vio parado en el marco de la puerta.
—Siempre llego como a las diez en punto, deberías saberlo.
—Nunca me fijo a la hora que llegas, ¿Cómo voy a saberlo si no tengo idea?
Y aquí vamos con la habitual llegada a casa, ¿por qué siempre tenía que actuar tan a la defensiva?
—Marie, escucha, necesito hablar contigo—le dije, aclarando mis ideas a la velocidad de la luz .
Frunció el ceño y me miró.
—Bien, que sea rápido. Estoy viendo un programa buenísimo y no quiero perdérmelo ahora que has decidido por fin tener una charla.
—Yo...—me rasque la nuca en busca de las palabras adecuadas. Sabiendo que no importaba cómo lo dijera si de todas formas iba a reaccionar mal se lo solté de sopetón. — Necesito que te mudes lo antes posible y además, creo que sería buena idea que siguiéramos con los trámites del divorcio.
Pude ver que trago con dificultad para luego empezar a reírse a tal punto que sus ojos estaban llenos de lágrimas.
Molesto por su acto le solté:
—¿De qué te ríes?
—Había olvidado que tan buen bromista eras, ambos sabemos que tú no me echarías de la casa por más que quisieras y menos, el querer divorciarte en estos momentos—dijo mientras se agarraba el estómago con una mano y con la otra se limpiaba las lágrimas.
—Me subestimaste demasiado, porque creo que lo estoy haciendo ahora.
Su cara se tornó seria en cuestión de segundos.
—¿Es una broma, verdad? Tú no puedes estar hablando en serio.
—Créeme, lo hago.
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«Remember» |2ª Temporada Wonderland|
Teen FictionDespués de ocho años, Justin se encuentra con Selena de la manera más inesperada, en el peor momento de su vida cuando descubre que Marie lo había estado engañando todo este tiempo. Las emociones enterradas por parte de ambos empezaran a surgir, al...