Ver El Mundo Con Otros Ojos

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-¡No, chicos no os peguéis más!- Gritaba mientras los veía darse más y más golpes.- ¡Liam! ¡No! ¡Mike! ¡Parad! ¡Dejad de pegaros! ¡Mike, deja a Liam en paz! ¡No lo toques!

Liam cayó al suelo y se golpeó en la cabeza. Me agaché para ver si reacciona, pero no lo hizo.

-¡Eso te pasa por meterte conmigo!- Gritó Mike al cuerpo inherte de Liam.

-¡¿Pero qué has hecho, animal?! ¡Lo has dejado inconsciente! ¡Liam, Liam! ¡Por favor despierta!- Le daba golpecitos en la cara mientras las lágrimas corrian por mis mejillas sin parar. Liam no reaccionaba. Puse mi cabeza en su pecho, para ver si respiraba.- ¡Dios mío! ¡No respira! ¡Lo has matado! ¡Los has matado! ¡No!

En ese momento noté como si cayera en la cama. Dios, menos mal, solo estaba soñando. Ha sido solo un sueño. Solo un sueño. Abrñi los ojos y para mi sorpresa, Liam no estba a mi lado. Me puse muy nerviosa otra vez. 

-Liam.- Lo llamé.- ¿Dónde estás?

Se abrió la puerta del baño. En cuanto vi a Liam salí corriendo y lo abrazé. Empiezé a llorar de verdad.

-¡Oh Dios, Liam! Qué mal rato he pasado. Menos mal que estás bien. Dios.- No me lo podía creer. Liam estaba bien. Conmigo.

-Buenos días a ti también.- Me dijo y me quitó las lágrimas de la cara.- ¿Se puede saber por qué lloras?

-He tenido un sueño horrible. Tú y ese animal, Mike, os estabáis peleando y empezastéis a pegaros. Y yo os decía que paraseis, pero no me hacíais caso. Y entonces Mike te dio un puñetazo y tú te caiste al suelo, y perdías el conocimiento, y no respirabas, y yo creía que te habías muerto, y... y...- Le dije muy rápido.

-Eh eh estoy aquí, Sam. Estoy bien. ¿Ves?- Me dijo y dio una vuelta sobre sí mismo.- De una pieza. Mírate, estás sudando y todo.

-Lo he pasado fatal. Voy a darme una ducha, a ver si me despejo y se me pasa el mal cuerpo. Tú... tú no te muevas. Vuelvo enseguida.- Le dije y lo sienté en la cama.

Entré en el baño, me miré en el espejo. Parecía un muerto viviente. Estaba pálida, todavía tení algo de maquillaje corrido, estaba toda sudorosa y con una expresión de pánico que asustaría a cualquiera. Me desnudé y me metí en la ducha. No quería agua caliente, necesitaba agua fría para despejarme. No me quitaba de la cabeza la imagen de Liam en el suelo, en mis brazos, sin respiración... Dios, no lo soportaba. Necesitaba pensar en otra cosa. En breve me iba a Washington, donde no iba a tener que ver a ese gilipollas de Mike nunca más. 

No sé cuánto tiempo me llevé dentro de la ducha, pero ya tenía los deditos como garbanzos, así que salí de la ducha. Mierda. No había cogido ropa. Ahora como salía. ¿Me envuelvía en una toalla? No me quedaba más remedio. Coji la toalla más grande que pude encontrar, y me envuelví con ella. 1...2...3... Allá vamos.

Salí del baño y Liam estaba sentado en la cama. Tal y como yo lo dejé.

-Hola.- Le dije y noté como las mejillas se ponían cada vez más calientes, señal de que me estaba poniendo roja. Me estaba mirando con la boca abierta, y me estaba poniendo nerviosa.

-Hola.- Dijo tragando saliva.

-Ya puedes entrar a ducharte si quieres. Te he dejado una toalla en el toallero. Así no tendrás que buscarla.

-Yo... esto... vale, ahora vuelvo.- Me dijo muy nervioso, cogió su ropa y se metió en el baño.

¿Por qué me había puesto tan nerviosa? Solo era Liam. Me dije a mi misma y lo repití como un mantra. Y él, me miraba con la boca abierta. ¿Por qué me miraba así? Qué raro todo. Me fui a vestir. ¿Qué me ponía? ¿Estos shorts le gustarían a Liam? ¿Qué? ¿A qué venía eso, Sam? ¿Qué más da si le gustan a Liam o no? Estaba hablando sola. Suelo hacerlo cuando estoy nerviosa. ¿Por qué estaba tan nerviosa? era solo Liam. Al final me puse los shorts y una camiseta de tirantes blanca con el símbolo del infinito en negro. También me puse mis fieles vans rojas. Sé que estas le encantaban a Liam. Sonreí sin querer. ¡Dios! ¿Qué me pasaba?

¿Me quieres? Demuéstralo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora