Después de pasarme como unas dos horas deshaciendo las maletas y desampaquetando cosas, decidí que ya había tenido bastante. Así que salí de la habitación en busca de Liam.
-Liam, estoy cansada y aburrida. ¿Hacemos algo?-Le pregunté al entrar en el salón. Al no tener respuesta me acerqué al sofá.
Se había quedado dormido como un tronco. Pobrecito debía estar cansadísimo. Apagué la televisión y lo dejé seguir durmiendo. Pensé en llamar a Linda para contarle cómo había ido el vuelo.
-¿Diga?
-Hola, Linda. Soy yo, Sam.
-Hola, bonita. ¿Qué tal por Washington? ¿Cómo fue el vuelo?
-Genial, bueno, en realidad no sé cómo fue el vuelo, porque estuve todo el rato durmiendo. Linda, deberías estar aquí. La ciudad es preciosa, llena de luces y rascacielos. Y hay tantísima gente. No se parece en nada al pueblo. Nuestra casa es preciosa. ¿Te puedes creer que Liam hizo que su madre pintara mi habitación de azul y que la decorara con motivos londinenses? ¡Tengo hasta una cabina de teléfono roja! Es demasiado.
-Sam, después me dices que no está enamorado de ti. Está clarísimo que si. Eso no lo haría por cualquiera. ¿Dónde estáis ahora?
-Pues estoy en la cocina. Estaba a en mi habitación deshaciendo las maletas y me aburria, así que fui a decirle a Liam que fuéramos a dar una vuelta y me lo encontré dormido en el sofá. Está tan mono. Creo que me lo como.- Las dos reimos.
-Oye, por cierto. En unos días te va a llegar por correo tu regalo de cumpleaños.
-Linda, no tenías que regalarme nada...
-Pero yo quiero regalarte algo, no empieces.
-Bueno...
-Y hablando de regalos, ¿te ha dicho ya Liam cuál es el suyo?
-Que va. Le he vuelto a preguntar y me ha dicho que es una sorpresa. Y que lleva mucho tiempo queriendo dármelo, pero que estaba buscando el momento perfecto.
-¡OMG! ¿Crees que se te va a declarar?
-¡Qué dices! Estás loca. Liam no está enamorado de mi. Ojalá lo estuviera, pero para el solo soy su mejor amiga. Nada más. Y no me digas más esas cosas porque me confundo y me hago ilusiones, y después cuando no pase nada, me llevaré una decepción.
-Lo que tu digas, Sam. Yo sigo pensando que los dos os queréis más que como amigos, pero que ambos estáis demasiado asustados como para ser valientes y decíroslo. Bueno, me tengo que ir. Matt viene a buscarme para ir al cine. Hablamos luego, ¿vale?
-Claro. Pásalo muy bien. Y saluda a Matt de nuestra parte. Te quiero.
-Yo también. Adios, bonita.
Linda siempre con sus teorías amorosas. Liam no estaba enamorado de mi. Había tenido oportunidades más que suficientes para decírmelo y no lo había hecho, eso significaba que no sentía lo mismo que yo por él. Y eso estaba bien hasta cierto punto, siempre y cuando siguiéramos siendo amigos yo sería feliz, o casi.
-¿Qué haces aquí tan sola?- Dijo Liam detrás de mi.
-Oh Dios, qué susto me has dado. ¿No puedes hacer algún tipo de ruido para que sepa que estás por aquí? Se me va a salir el corazón.
-Lo siento, no quería asustarte.- Me dijo con esa media sonrisa suya que me traía loca.
-No pasa nada. Estaba hablando con Linda.
-¿Si? ¿Cómo está?
-Bien, ahora iba al cine con Matt.
-Qué guay. Oye, ¿quieres hacer algo? ¿No estás aburrida?
ESTÁS LEYENDO
¿Me quieres? Demuéstralo.
Ficção AdolescenteCon 19 años creo que debería haber visto mucho más mundo del que realmente he visto. Mi casa es como una cárcel dorada de la que no puedo salir. Mi nombre es Samantha, pero todos me llaman Sam, lo prefiero así. Sueño con poder salir del pueblo donde...