Nunca He Sentido Algo Así.

730 20 2
                                    

¡Plam! Sonó la puerta cuando Liam le dio con el pie para cerrarla, para no interrumpir nuestro apasionado beso. Sus manos en el final de mi espalda y las mías en su pelo. Me deshice del bolso tirándolo en el sofá, y el hizo lo mismo con la chaqueta. Seguíamos sin separarnos. Andando hasta la encimera de la cocina. Mi espalda dio contra ella, lo que me hizo dar un pequeño grito. Liam se rió y me subió en la encimera. Seguimos besándonos, pero cada vez más lento, hasta que finalmente paramos.

-Por favor, dime que no estoy soñando. Dime que no va a sonar el despertador para devolverme a la realidad.- Me dijo.

-¿A mi me lo vas a decir? Esto me parece tan surrealista- Le dije entre risas.

-Lo que a mi me parece surrealista es que alguien tan perfecta como tú haya puesto sus ojos en mi. Eso si es surrealista.

-¿¡Qué!? Liam, tú no tienes ni idea de lo guapo que eres, ¿a que no?

-Ts yo no soy guapo, Sam. Soy normal, del montón.

Me reí a carcajadas por el comentario tan absurdo que acababa de hacer.- ¡Ay, Dios mío! De verdad que no tiienes ni idea. ¿Del montón? Jajajajajajaja Qué absurdo. ¿Pero tú te has visto, Liam? ¿Por qué crees que se te acerco esa rubia ayer? ¿Para que le dieras una dirección? No, Liam. Eres como... como una de esas estrellas de cine por las que todas las chicas se vuelven locas.

-No digas mentiras, que te crece la nariz.

-¿No me crees? Es cierto que no soy objetiva, pero ... - Le dije mirándolo a los ojos y mordiéndome el labio.

-No hagas eso.

-¿El qué?

-No te muerdas el labio porque me da ganas de hacer cosas...

No me esperaba ese comentario para nada. Tragué saliva.- ¿Qué clase de cosas?

-Cosas de las que no se le habla a una señorita.- Me dijo. Sus ojos normalmente verde claro, estaban de un verde oscuro e intenso que hizo que un escalofrío recorriera mi columna. Tuvo que darse cuenta de mi reacción, porque volvió a aparecer esa media sonrisa suya que me volvía loca.

-Entonces, tú no sonrías así. Porque a mi también me da ganas de hacer... cosas...

Por la cara que puso, se sorprendió por mi comentario y de ver esta faceta mía, que obviamente, no había visto nunca. Estaba claro lo que ambos queríamos hacer en ese momento y aunque para ninguno de los dos sería nuestra primera vez, era demasiado pronto. 

Creo que Liam me leyó la mente, como de costumbre. Y dejó un suave y corto beso en mi mejilla. Me ayudó a bajar de la encimera.

-Creo que necesito una ducha, de agua fría. Ahora mismo vuelvo.- Me dijo  y salió corriendo.

No pude evitar reirme. ¿Esto que estaba viviendo era real? Puse mi mano en mi pecho y cogí mi colgante. Era un recordatorio de que sí, era real. Esto que estaba viviendo no era un sueño. Liam me quería de verdad, sentía lo mismo que yo sentía por él, y eso me hacía la mujer más feliz del mundo mundial.

¡Tenía que contárselo a Linda! ¡Tenía que decirle que tenía razón, que siempre la tuvo! 

Cogí mi teléfonoy marqué su número. 

"Hola, lo siento, en este momento no te puedo atender. Por favor, deja tu mensaje después de la señal." -Saltó el contestador.

-Mierda. Linda, soy yo. Tengo noticias. No te lo voy a decir en un mensaje. En cuanto oigas esto, llámame. Por cierto, me ha encantado mi regalo. He llorado y todo. Te quiero. ¡Llámame!

Bueno, pues ahora que podía hacer. Liam estaba en el baño. Linda no me cogía el teléfono. Me acordé de que le había prometido a Dani que le iba a escribir una carta todas las semanas. Así que cogí papel y boli y me puse a ello.

"Querida Dani,

Hola, ¿cómo estás, preciosa? Espero que bien. Yo estoy genial. Ya estoy en Washington con Liam y su familia. Tengo una casa preciosa y una habitación que te encantaría. Está decorada con motivos londinenses, como a nosotras nos gusta. ¿Qué tal el cole? Creo que terminabas esta semana, ¿no? ¿Cómo fueron las notas? Todo bien, estoy sergura.

La ciudad es muy bonita y grande. Hay muchísimas tiendas y muchísima gente. Hay un parque precioso al que me gustaría llevarrte si algún día vienes a visitarme. Espero que cuando Mamá y Papá vengan, tu madre te deje venir, porque te echo mucho de menos. ¿Cómo están Mamá y Papá? Espero que los cuides por mi. ¿Y tus papás? ¿Y tu hermano? Espero que todos estéis bien.

¡Hoy es mi cumple! Me han regalado muchas cosas muy chulas. Linda me ha regalado un cuadro con muchas fotos nuestras, para que no me olvide de ella. Y Liam me ha regalado un colgante precioso, que no me voy a quitar nunca. 

Liam y yo hemos ido a comer con su madre y su hermana para celebrar mi cumpleaños. Hemos ido a un restaurante muy bonito, y la comida estaba buenísima. Después hemos ido a un bar, donde nos hemos tomado una bebidas y he bailado con Nicky, la hermana de Liam. Estoy segura de que Nicky y tú os llevaríais genial, a peasr de que ella es mayor que tú. Pero os parecéis mucho.

Bueno, espero que me escribas pronto. Espero tu carta con impaciencia.

Te quiero mucho,

Sam =)"

-¿Qué haces?- Preguntó Liam por detrás de mi pegándome un susto de muerte.

-¡Dios, Liam! Deja de hacer eso. Siempre me austas.

Se rió de mi y me abrazó desde detrás. Estaba mojado y no llevaba camiseta. Dios, este hombre estaba intentando matarme, yo lo sabía.

-Lo siento, es que estabas tan concentrada, no quise interrumpirte. ¿Me contestas a la pregunta?- Insistió.

-Pues, le estaba escribiendo una carta a Dani, la hermanita de Mike. ¿Te acuerdas de que le prometí que le escribiría todoas las semanas?

-Si, me acuerdo. Me parece tan mono que hagas esto por ella. Me encanta este lado tuyo.- Me dijo e hizo que me derritiera.

-Calla ya.- Le dije ruborizándome.

-Me encanta cuando de pones roja.- Me dijo con esa media sonrisa suya. Dios, de verdad que intentaba matarme.

-¡Para!- Ya estaba como un tomate.- Siempre haces que me suban los colores. ¿Acaso quieres que sea un tomate con pies?

-No me importa, mientras seas MI tomate con pies.- Dijo haciendo énfasis en el "mi".

-Dios, Liam. Para ya de ser tan absolutamente perfecto.

-Mira quien habla. El día que dejes de hacer que me muera por ti cada vez que pestañees... ¡Qué tonterías digo, ese día no va a llegar nunca!

-Ven aquí.- Le dije saliendo de la silla y poniendo mis brazos en sus hombros.- Eres el mejor chico que conozco y no te imaginas cuánto te quiero. No sé qué he hecho para merecer que alguien como tú me quiera, pero ten por seguro que voy a hacer todo lo posible para que lo nuestro dure, porque no te quiero perder. No soporto la idea de que un día te pudas ir... Es... No lo quiero ni pensar. - Le dije y le di un beso.- Y me encanta poder hacer esto cada vez que quiera. No te imaginas cuánto.

-¿De verdad no estoy soñando? Porque esto no puede ser real. Tú, aquí, entre mis brazos. Dios, no lo puedo creer.- Me dijo abrazándome fuerte y enterrando su cara en mi cuello. Dejando cortos beso que me daban escalofríos.- Sam, yo... Dios, yo te quiero y se lo quiero gritar a todo el mundo. ¡YO QUIERO A SAMANTHA PARKER!- Dijo girtando, haciéndome reir.- Y lo mejor de todo esque ella me quiere a mi también.

-Eso no lo dudes ni por un instante.

Y así seguimos un rato. Abrazados, sin decir nada. No hacía falta. Eramos Liam y yo, no había nadie más en el mundo.

¿Me quieres? Demuéstralo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora