Capitulo 6

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Domingo 22 de noviembre de 2015.

Ha pasado una semana desde que Hannah me dio la noticia sobre la enfermedad de su madre, ha estado muy deprimida últimamente y se la pasa metida en su habitación llorando. Me preocupa. Es mi mejor amiga en todo el mundo. La conozco desde que éramos niñas, ella me apoyó con lo de mi hermana, cuando escape de casa una vez ella me escondió en su casa, y siempre ha estado ahí para mí; nunca me ha defraudado. Quiero hacer lo mismo por ella. Somos casi como hermanas. Es como la hermana que ya no tengo.

Camino hasta su habitación y toco su puerta, pero no responde; así que me voy a mi habitación. Me pongo mi pijama y me acuesto en la cama, pensando en el cáncer de la mamá de Hannah y tengo tantas preguntas que hacerle a Jason sobre eso, sé que no es su especialidad, pero estoy segura que en algo puede ayudar. Escucho que se cierra la puerta principal, debió haber sido Hannah. Seguro fue a desahogar sus penas. Eso es lo que más me preocupa. Me fijo en mi teléfono para ver la hora, son las 9: 45pm. Me quedo despierta por un rato, luego siento como mis ojos pesan y de pronto me quedo profundamente dormida.

Estoy sola. Dentro de un armario. Los abrigos están llenos de polvo y comienzo a toser. Veo una débil luz que se extingue lentamente sobre las escaleras. Espero a que alguien me encuentre. Comienzo a sentir el aire pesado, cierro los ojos un momento y me duermo por un tiempo corto.

Cuando ya no puedo aguantar más tiempo allí encerrada, me levanto, mi cabeza se golpea con el perchero de los abrigos y doy un leve grito. Intento abrir la puerta, pero está cerrada desde afuera. No puedo salir. Mi corazón comienza a latir con mucha fuerza. Siento un calor intenso allí adentro. Deseo salir.

Grito por ayuda, pero nadie viene a mí. ¿Qué sucede? ¿Por qué nadie me escucha? Grito con más fuerza, pero nadie escucha. "¡Auxilio! Estoy encerrada, sáquenme de aquí, por favor." Nunca debí escoger ese lugar para esconderme, fue una mala idea. Trato de empujar con fuerza para abrir, pero no puedo. Enserio que deseo salir... ¿Qué hago? No lo sé... ¡Deseo salir!...


Me despierto de golpe y me doy cuenta que tengo sudada la espalda, la frente y la nuca, tengo con la respiración entrecortada. Trato de respirar más lento, inhalo, exhalo y cuento hasta diez; cuando me percato que después de no sé cuánto tiempo, alguien está tocando la puerta desesperadamente, me levanto para ver quién es. Me fijo en la hora son las 11: 50 pm, seguramente a Hannah se le olvidaron las llaves y ahora no puede entrar. De seguro viene borracha. Así que cuando me levanto de la cama, me pongo mi bata para cubrirme y me dirijo a la puerta. Cuando llego a la entrada y al abrir la puerta mi sorpresa fue...

- ¡Jason! ¿Qué haces aquí tan tarde? –su mirada es fría y triste. Algo malo ocurrió.

No me mira, sus ojos están clavados en el suelo. Así que me preocupada, tomo su mano y lo hago entrar. Caminamos hasta el sofá y toma asiento, mientras yo me dirijo hacia la cocina por un vaso con agua. Cuando vuelvo se la ofrezco.

- Toma, bebe algo –sujeta el vaso, bebe como si no hubiera tomado nada en siglos, pone el vaso en la mesita y me mira fijamente con sus ojos fríos y húmedos.

Tiene dudas de contarme lo que ocurrió. Abre la boca y la cierra de repente, como si quisiera decir algo pero no quiere al mismo tiempo. Mi mirada esta fija en sus ojos, insistiéndole que no tenga miedo de contarme. Desvía la mirada. Tengo ganas de decirle que estoy ahí para él, que puede contar conmigo cuando quiera.

- No lo pude salvar –dice, con la mirada todavía desviada–. Murió en mis manos. Era sólo un niño inocente y no lo pude salvar –en el poco tiempo que llevaba de conocerlo siempre lo vi alegre y relajado, y ahora lo veo triste y decepcionado de sí mismo, no sé cómo reaccionar–. No supe a quién acudir más que a ti. Tú me calmas y me llenas de paz. Si algo malo te pasara... –se interrumpe y pone sus manos sobre mi rostro–, yo... no lo soportaría nunca. Te juro que...

¿Enamorarme de ti?... Imposible [PRIMERA PARTE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora