Querido diario

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¿Saben? Me parece estúpida la gente que vive preocupada por lo que diga alguien más, en su momento pasé por muchas burlas, momentos difíciles y es ahora en donde me doy cuenta de que lo importante es solo ser uno mismo; los que te acepten serán aquellos que te quieren con honestidad y los otros, simplemente, pueden irse bien lejos (por no decir malas palabras). Me convencí de esos pensamientos como si fuesen una religión, como si, de pronto, hubiese creado mi biblia con mandamientos y ese fuese el principal, subrayado, negrita y cursiva: no te debe importar lo que opinen los demás, sé tú mismo. Pero, ¿qué pasa cuando te sientes enamorado de alguien que tiene rechazo hacia tu opinión sexual? Nací así, creyendo en el amor libre; cada persona es libre de elegir, en el amor no hay límites en cuanto al sexo y siempre se puede ser feliz sin importar qué. El amor es amor y debe ser para todos. Es más, ni siquiera sé por qué le ponen etiquetas, es algo que me saca de quicio: heterosexual, bisexual, homosexual, ¿Que acaso no somos todos iguales? ¿De cuándo acá se debe catalogar? Es como el racismo, en el cual se cataloga de manera despectiva: negros, blancos, trigueños... Carece de sentido, pero, por desgracia, siempre existirá gente de mente errada que te querrá hacer creer lo contrario.

No sé qué pensar, no sé si simplemente enfrentarlo y decírselo, así, sin más y que pase lo que tenga que pasar. Que te guste una persona que tenga una mentalidad muy opuesta a la tuya sí que duele.

Y, ya que aquí puedo liberar todos mis pensamientos y plasmarlos en escrito, quisiera confesar que desde que lo conocí no he podido dejar de desear sus labios.


- Harry.


Beautiful Accident - Larry StylinsonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora