Pasaron los días y más iba incrementando su confusión. Harry llegó a casa, pero se dio media vuelta al percatarse de que lo último que quería era conversar con su madre al respecto, no estaba al tanto de lo que iba sintiendo por los chicos en los últimos años y aseguraba una cosa: si se lo contaba, la mataría de infarto. Se dirigió al parque que quedaba cerca. Recorrió el lugar con la mirada y soltó un gran suspiro; qué hermosa es la naturaleza. El lugar se encontraba vacío, como de costumbre, eso lo llenó de confort, no quería escuchar ruidos o gente riéndose, sonaba egoísta, pero es así, a veces nosotros también queremos tiempo a solas.
Tiró su bolso a un lado, se recostó en el pasto, sacó su Ipod y audífonos, se los colocó y puso las canciones en orden aleatorio. Ese silencio reconfortante se convirtió en un sinfín de hermosas canciones interpretadas por sus artistas favoritos. Estaba todo bien. Eran la naturaleza y él.
Alguien paró en seco a su lado. No quiso abrir los ojos, a pesar de que casi lo matan anteriormente queriendo robarle, no lo hizo. Quería creer que se trataba de un error, que no había nadie a su lado y que en realidad era todo parte de su trauma, confirmó que no era así al sentir que ese desconocido le quitó los audífonos de un tirón y se recostó a su lado: Louis.
- A este artista no lo conozco, pero la canción suena genial, ¿quién es?
- No es un artista, es mi amigo, grabó esa canción para mí.
Era cierto, Ed pasó al Ipod de Harry una de las tantas canciones que había compuesto e interpretado, le hizo prometer que las escucharía al llegar a casa y que le daría una sincera opinión; pudo haberlas escuchado estando con él presente, pero admitió que eso le daba vergüenza.
Louis frunció el ceño, a todas luces en desacuerdo.
- Qué marica.
- No es de tu incumbencia -le arrebató los audífonos y se los volvió a colocar.
- Yo canto más lindo -dejó un poco de celos en aquella frase-. Debo admitir que me parece extraño que te hayas saltado canciones de Bruno, incluyendo una de tus favoritas, ¡pero qué atrevimiento más grande! -al ver que hacía caso omiso, volvió a quitarle los audífonos, esa vez de forma más brusca-. No podrás ignorarme por siempre.
"Pero quisiera", le habría gustado responder, más no tenía agallas. Ahora que lo pensaba: ¿desde hace cuánto que llevaba observándolo? Pasaba las canciones por el mero hecho de que escuchar a Bruno le recordaba a Louis, antes no, pero ahora sí, para su desgracia. No quería tener un recuerdo de ese innombrable en él, ¡que se vaya con Eleanor!
- Oh, veo que lo harás -era consciente de lo que Harry intentaba hacer y eso lo estimulaba a insistir-. ¿Por qué te fuiste sin mí? -lo miraba a los ojos, provocando que Harry entrase en una lucha interna por no ceder-. No me hagas volver a preguntar, sé que me escuchas, por más que quieras fingir que no existo -vio a Harry subirle el volumen al reproductor, resopló-. Oye... -puso una mano en su hombro.
Harry se zafó de su tacto con un movimiento brusco y una mueca de fastidio.
- Harry... -pronunció dolido, casi con súplica.
El corazón le dio un vuelco, era la primera vez que lo llamaba por su nombre, no más apelativos insultantes. Odiaba emocionarse por algo tan simple como eso.
- Vi que estabas con Eleanor.
- ¿Y?
- No quise interrumpir -mintió, los celos lo corroían entero.
Es tan tonto sentir celos cuando no eres nada más.
Uno más del montón.
Nada especial.
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Beautiful Accident - Larry Stylinson
Fanfiction¿Qué pasa cuando te han partido el corazón en más de una ocasión? ¿Se puede volver a confiar en alguien? ¿Puedes volverte a entregar de la misma manera o estarás por el resto de tus días con la guardia en alto? Preguntas y más preguntas sin respuest...