— ¡Hazz! —gritó Louis— ¡Harry! —tocó la ventana— ¡Hazz, sé que estás ahí! —tocó repetidas veces— Harry, estoy al borde de la histeria, sal, por favor...
De pronto todo culminó, un silencio se apoderó del ambiente.
— ¡MIERDA! —exclamó lleno de rabia y frustración.
Harry pegó un salto que lo hizo caer de la cama, un fuerte sonido lo había asustado.
— ¿Pero qué mier...? —no terminó de completar la pregunta, quedó boquiabierto al notar que su ventana estaba hecha trizas— ¡LOUIS TOMLINSON!
— Tadaaa... —pronunció como si se tratase de un acto de magia.
— ¡¿Se puede saber qué rayos sucede contigo?! —estalló— ¿No tienes suficiente con hacerme enojar, sino que ahora también destruyes mis cosas? —vociferó todo de corrido, había perdido el control. Estaba furioso. Los reclamos brotaban de su boca sin que él mismo lo pensara, la ira lo había consumido. No le importó que la casa entera escuchara lo que decía, tenía ganas de clavarle miles de tenedores en el cuello— ¿Sabes qué? ¡Tú pagarás por todo esto! ¡TOMA! —cogió la piedra que yacía en el suelo, la tiró y cayó en el hombro de Louis; por suerte no en su cabeza.
— Pero, Hazz, ¡por lo menos acepta escucharme! —rogó al borde del llanto.
Harry no se lo permitió, cerró las cortinas y se dirigió a paso veloz hacia la sala.
— ¿Qué fueron esos gritos? —preguntó su madre, se notaba asustada.
— Necesitamos una nueva ventana.
— ¿Qué?
— El inteligente de Louis rompió la ventana de mi cuarto.
— ¡¿Qué?! —su rostro era de espanto.
Harry apostaba lo que sea a que por un momento su madre pensó que tendría que pagarla, cosa que no permitiría.
— Lo que dije, ¿sabes qué? No lo quiero volver a ver en... —fue interrumpido por los toques de la puerta.
La mamá de Harry se dispuso a ir a abrir.
— Espero que tengas algún seguro médico —se burló.
— ¿Por qué lo dice?
Era Louis.
— Averígualo tú mismo —dichas esas palabras dejó abandonado a Louis a su suerte.
— ¿Podemos hablar? —miraba a Harry con temor, se ocultaba detrás de la puerta, dejando a la vista solo sus ojos y unos cuantos cabellos castaños que se escapaban.
— No quiero hablar contigo.
Hacía lo posible por creer que no le importaba, pero no podía engañarse; en el fondo quería dejar el orgullo y poder dirigirle la palabra, contarle sus miedos, preguntarle por qué la señora que lo crió decía cosa semejante, abrazarlo, hacer de todo, pero no podía.
— Solo quiero saber qué pasa.
Se lo dijo como si nunca hubiese sucedido nada y eso fue lo que le dio más rabia a Harry. Un instinto asesino se apoderó de él, ¿cómo era posible que le preguntase semejante animalada después de lo que pasó? Fue humillante para él. Simplemente no lo podía creer.
— ¿Que qué me pasa? —preguntó indignado— No me defiendes de esa cara de animal cuando se supone que los mejores amigos se defienden, me haces sentir mal y rompes mi ventana, ¿aun así tienes la cara para siquiera venir?
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Beautiful Accident - Larry Stylinson
Fiksi Penggemar¿Qué pasa cuando te han partido el corazón en más de una ocasión? ¿Se puede volver a confiar en alguien? ¿Puedes volverte a entregar de la misma manera o estarás por el resto de tus días con la guardia en alto? Preguntas y más preguntas sin respuest...