Un día gris, como cualquier otro. Louis hizo todos sus intentos por despertar temprano e ir al instituto, mas sus piernas no respondían. Le importaba una mierda ese curso, tampoco quienes lo fuesen a extrañar; porque en realidad no eran muchos, ¿Eleanor? A la mierda con ella. Escuchó como la puerta sonaba, de seguro era Harry, acostumbraba salir mucho más temprano para no tener que toparse con él, lo peor del caso era que Louis estaba consciente de ello y sí que le dolía; el rechazo otra vez. Decidido: hoy no iría al instituto, de su cama no lo movería ni Jesucristo... o eso pensó hasta que escuchó al teléfono sonar. Corrió lo más rápido que pudo y descolgó.
— ¿Hola?
— Louis... —era la voz del vecino, ese que le daba datos acerca de su madre.
— Gerard, hola, ¿pasa algo?
— Yo..., no sé cómo decirte esto.
— ¿Qué sucedió? —su tono de voz cambió, pasó de estar tranquilo a sentir nervios, las manos le sudaban frío.
— Uhm, bueno... tu mamá fue atropellada... hace un momento. Están averiguando todo, la ambulancia ya vino y se la llevó a toda velocidad y...
A Louis le colmó la paciencia que le diera tantas explicaciones.
— ¿A dónde diablos la han enviado?
— A la clínica San Pablo.
Hizo una mueca de fastidio y asco a la vez, la gente de ahí es tan pretenciosa, poco humilde y adinerada, que hasta le daban arcadas; detestaba que se juraran dioses por tener más que el resto, cuando, en realidad, eran inútiles, sin su dinero no eran nada de nada.
Ni le dijo "gracias", solo colgó y corrió hacia su habitación. Se vistió con lo primero que encontró y salió más rápido que un correcaminos hacia la clínica; se preguntaba qué sería lo que diría cuando viera a los familiares, ¿debería saludar? Se sentía más nervioso que nunca. Un reencuentro "familiar", hubiera preferido mil veces esconderse bajo tierra antes que tener que enfrentarse a esa situación.
Solo le faltaba una cuadra para llegar. A lo lejos pudo divisarlos: un tío y dos primos, conversaban con semblante preocupado y agitaban las manos frenéticamente; uno de los primos entro casi corriendo, el otro solo negó con la cabeza. Louis quedó frente a ellos.
— Hola —musitó, no sabía bien si debía saludar.
— Hola —le dijo su primo con tono de extrañeza—, ¿tú eres...?
— Louis.
El rostro de aquel joven pasó de confusión a sorpresa. Se abalanzó sobre él y lo abrazó fuerte, Louis no se esperaba esa reacción por parte de él, aunque nunca lo juzgó, a lo mejor ni siquiera estaba al tanto de por qué desapareció.
— ¿En dónde estuviste metido todo este tiempo? —lo golpeó— Siempre preguntaba por ti y nunca me dieron una razón de ser.
Louis se aclaró la garganta de lo nervioso que estaba, no sabía exactamente qué decir; la parte fea de tener que fingir.
— Cosas.
— Tú siempre tan misterioso —se rió—, desde pequeño habías sido así, ¿recuerdas?
— Sí —soltó una risa nerviosa—. Uhm, hola —saludó al tío.
Este lo miró con reprobación y se metió a la clínica simulando haber oído su nombre, aseguraba que iba a contar el chisme con los presentes de la sala.
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Beautiful Accident - Larry Stylinson
Fiksi Penggemar¿Qué pasa cuando te han partido el corazón en más de una ocasión? ¿Se puede volver a confiar en alguien? ¿Puedes volverte a entregar de la misma manera o estarás por el resto de tus días con la guardia en alto? Preguntas y más preguntas sin respuest...