09 "Un juego muy cruel"

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Narra Paio

Me acomode en la cama y busque con mi mano su cuerpo pero no estaba. Abri los ojos y escanee toda la habitación hasta que la escuche tararear una canción. Esta en la cocina. Me levante y me puse los pantalones ya que estaba en bóxer. Mi remera no la encontraba supongo que estara en alguna lugar de la habitación asi que fui caminando con cuidado de no hacer ruido y me apoye en el marco de la puerta.

Ella tenia puesta mi remera, le quedaba grande pero se veía sexy. Sonreí al escucharla tararear. Estaba preparando el desayuno. Tengo el presentimiento de que este dia sea uno de los mejores. Me acerque a ella cautelosa mente y la abrace por la cintura. Apoye mi cabeza en su hombre.

-Buenos días hermosa. -le dije al oído-

-Buenos días dormilón. -respondió sonriendo-

Beso mis labios con dulzura unos segundos y luego volvió su atención a las tostadas.

-¿Desayunas?. -me pregunta-

-Lo has hecho tu así que si..-le respondí-

Sonrió y luego sirvió café para los dos. Tome las tostadas que estaban en el plato y las puse en la mesa. Traje la mermelada de la heladera y un cuchillo.

-Por cierto estas provocándome con esa remera. -le dije-

-Lose. -me dijo ella sonriendo-

Se sentó junto a mi y desayunamos.

-Eres una buena cocinera.-digo-.

-No es necesario que Mientas se que no es asi.-dijo ella mirándome con sus lindos ojos-.

-Ya que no me siento obligado a mentir. Tienes razón, las tostadas estaban algo quemadas.-bromee riendo-.

Ella golpeo mi hombro y reímos pero luego la bese. Aun no puedo creer que estemos aquí, desayunando juntos y que ayer pasamos la mejor noche.

-Puedo quitarte esa remera en unos segundo si sigues asi.-le advertí-.

-No voy a negarme.-sonrió sobre mis labios-.

Ella estaba provocándome. Ya habíamos terminado de desayunar y se levanto para dejar las cosas sobre el lavavajilla e hice lo mismo. Solo que espere a que dejara las cosas que acabamos de usar y luego la di vuelta para besarla.

-Tu lo pediste.-dije sobre sus labios. Sonrio y luego volvi a besarla-.

Pero esta ves con mas intensidad, dejo que mi lengua haga maravillas con su boca. En unos segundos después ella estaba sentaba sobre la barra que estaba a nuestro lado mientras no dejaba de besarla y acariciarla.

-Debemos parar Paio...-susurro con las vos entre cortada-.

-No quiero parar.-me negue-.

Subi la remera que tenia puesta un poco mas y aprecie tocar su hermoso cuerpo de nuevo, mis manos seguían subiendo pero ella las detuvo.

-Enserio debemos...parar.-ahora estaba besando su cuello-.

-Se que no quieres que pare.-le susurre al oído-.

-Te odio.-me dijo-.

Escuchamos la puerta abrirse y me separe de ella. ¡Mierda! Olvide que Estefi vendría. De hecho era obvio, es su cabaña. Unos segundo después apareció en la cocina y nos escaneo acusadoramente.

-Ustedes...-nos señalo acusadoramente-. Vale, entendí. Debí llamar antes.

-Eso abría ayudado.-le dije y Flor me miro-.

Paioigna [1T] & [2T]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora