"Un Juego Macabro"

345 28 12
                                    

NARRA FLOR

Me removí en él lugar y recordé al instante en donde me encontraba. No recuerdo como me había dormido ni siquiera como había llegado. Abrí mis ojos y pestañe varias veces para aclarar la vista, me alerte al no ver a mi hija hasta que pude notarla dormida a mi lado.

Sentí un gran alivio, no podría imaginarme como estaría si ese hijo de pu** le hacia algo. Los nudos Dr mis muñecas estaban flojos asi que trate de soltarme, después de lograrlo unos minutos lo logre. Podía sentir él ardor en ellas, las brote mientras me paraba.

Estaba en un cuarto no muy grande, había una cama en donde Zoe se encontraba profundamente dormida y también había un mueble pequeño y un baño. Revise cada lugar del maldito cuarto con la ilucion de encontrar algo, alguna cosa que me ayudara a salir de aquí.

No había comido ni bebido desde que Bruno me trajo aquí, tampoco tenia apetito... Me reviste alado de mi hija, era lo único que podía hacer hasta que alguien venga. Corrí unos mechones de su cabello que estaban en su frente, tenia algunos rasgos de Paio. ¿Cómo se encontrara él? Lo conozco y de culpara de esto, se odiara por esto y no puedo permitirlo. Él día que me case con él fue él día que acepte sus problemas asi que era mi decisión y lo elegí.

Escuche las llaves y luego abrir la puerta del cuarto y me reincorpore rápido.

-Veo que ya has despertado.-sus manos llamaron mi atención, estaban cubiertas con sangre-. Ha esto...-se dio cuenta que miraba sus manos y las miro-. Solo estuve jugando un poco con tu esposo.

Mis ojos se agrandaron...¿Paio estaba aquí?

-¿Qué le has hecho?.-pregunte con rabia-.

-Solo jugar con él.-sonrio-.Ahora que te encuentras despiertas, jugaremos los tres.

Me agarro del brazo sin que pudiera zafarme y me saco del cuarto, me llevo a otro que se encontraba a unos metros del anterior. Por un segundo sentí miedo de dejar sola a Zoe pero Bruno no seria capaz de tocarla...O eso era lo que me mantenía tranquila. Entramos al cuarto, este era mas grande aunque no parecía un cuarto. Tenia una silla y alrededor había papeles, mi vista se centro en la persona que se encontraba encadenada. Tenia los brazos amarrados con una cadena en cada brazo que tiraban de arriba haciendo que este se quedara parado, no parecía consiente. Estaba sin camisa, tenia cortadas que parecían que eran recientes, golpes y sangre. Podía sentir la rabia que corría por mi cuerpo al ver a Paio de esa forma.

-¡¿Qué le has hecho maldito hijo de pu**?!.-lo golpee fuerte en la cara. Él río como si le causara gracia-.

-Solo jugábamos a las preguntas y respuestas.-respondio-.

Rápidamente me acerque a Paio y levante su cabeza, sentí las lágrimas caer por mi rostro. Dios como estaba, tenia golpes por toda su cara, su labio estaba partido al igual que su ceja.

Paioigna [1T] & [2T]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora