Adolescentes en Casa (Camren)

Epílogo

*10 años después*

Narra Lauren:

La perdida de un ser amado es la cosa más difícil de superar, sientes que tu mundo se cae a pedazos, pierdes el sentido de la vida y la realidad. No sabes como actuar, como seguir. Yo los entiendo completamente. Perder a alguien amado es lo peor que existe en este mundo. Y lo más difícil es vivir con el recuerdo contaste de que si existió y de que fuiste feliz en algún momento. La memoria juega horrible, es como si te odiara y manda esos flashback de cuando tu mundo era perfecto. Cuando se pierde a un ser amado una parte de ti muere con el, sientes dolor, sufrimiento, tristeza, abandono e impotencia por no haber podido hacer nada para detenerlo. Ese dolor en el pecho, en el corazón, ese dolor que nunca se irá, que la única manera de que se vaya es que pase algo imposible, pues solo esa persona puede quitar el dolor que dejó cuando se marchó.

Voy saliendo de mi trabajo, fue un día común, ahora soy fotógrafa profesional. Un día hace unos cuantos años pasé por una tienda de cámaras, entré y me enamoré de una. La compré y comencé a tomar fotos a todo lo que veía. Y ahí, descubrí mi gran pasión por la fotografía. Ahora trabajo tomando fotos a modelos, paisajes, lo que quiera. Hice varias exposiciones y me fue bastante bien. Estudié esa carrera en la universidad. Y me hice bastante conocida aquí, en Miami. Pues desde que pise este país supe de inmediato que este es mi lugar.

Ahora voy en camino a casa, pero primero me detendré en mi heladería favorita. Aquella misma donde iba con mis amigas de joven. Dios, esos días donde solo nos preocupábamos por el instituto y pasar tiempo con los amigos, salir y todo eso. Ahora extraño mucho eso. Llego a la heladería y compro la tina más grande, la pido de todos los sabores. Y pido una barquilla de mantecado para mi. Me siento en la mesa de afuera para relajarme un rato, ya que hoy ando como nostálgica. Siento mi celular vibrar, me pongo los audífonos y respondo.

- Lauren! -me saluda la alta animada.

- Lern!! -habla la morena.

- Hola chicas! -las saludo, las extraño mucho.

Ahora ellas viven en su mundo. Normani terminó casándose con un chico asombroso, y con su hijo son muy felices ahora, también trabaja como modelo, sabía que el cuerpo increíble que se gasta le serviría de algo. Dinah también se casó pero no con Siope, ellos terminaron hace algunos años, ahora Dinah es feliz con su basquebolista, ella terminó montando una agencia de festejo, organiza desde bodas hasta, adivinen, baby showers. Ally y Troy fueron los primeros en casarse a sus 18 años, ahora ya esperan su tercer bebé.

- Iras al baby shower de Ally? -me pregunta Dinah.

- Obvio! -les digo.

- Bien, te esperamos este fin entonces -dice Normani.

- Bien chicas, adiós -me despido, ellas lo hacen y trancan.

El baby shawer es mañana, me encanta hacer esos reencuentros, pues así recordamos esos viejos días. Y si, todas estamos iguales, solo que más maduras, menos Dinah obviamente.

Me levanto y voy al auto. Guardo la bolsa atrás y arranco a casa. Pongo a Lana del Rey en el camino, todavía me encanta. Y si cumplí mi sueño, un año después de ese concierto que me perdí yo pude ir al siguiente, y fue una noche estupenda. Pero no pude conseguir nada, aunque no importa ya tengo el CD autografiado que me regaló Camila. Y ese es el que se esta reproduciendo en mi estéreo justo ahora. Llego al enorme edificio que es ahora mi hogar. Subo en el ascensor y me detengo en frente a la puerta de mi apartamento. Agacho la cabeza recordando aquellos días.

Aunque ahora soy feliz, muy feliz. No puedo evitar recordar como era antes. Pero mi vida es perfecta. Y no tengo nada de que quejarme.

Abro la puerta, y me agacho con los brazos extendidos. En eso, como todos los días, salen mis niñas corriendo y se lanzan a mis brazos. Las cargo y me levanto.