-¿Quien está ahí? -preguntó el inspector. Yo no respondí. Pensé a toda prisa y solo encontré dos maneras de salir de ese lío. O huir y perderme el caso, o...
Abrí la puerta lentamente. Los policías se sorprendieron de mi aparición. Quizá esperaban a algún niño curioso o a algún vecino cotilla. Vi que el inspector iba a empezar a hablar, pero me adelanté.
-No es un suicidio por culpa de esta silla de escritorio. -me acerqué a prisa a donde estaba el cuerpo. Tenía que demostrar mi valía, y rápido, o me echarían.- Se supone que la víctima se subió aquí para colgarse, ¿no? Está un poco para atrás, lo que da a pensar que la empujó para quedarse colgando. Pero hay un problema.
Saqué rápidamente un pañuelo del bolso, y señalé con la mano el sistema que se usaba para regular la altura.
-Esta palanca está en el modo de ajustar la altura. -acto seguido, presioné con el pañuelo (para no dejar huellas) en el asiento. Tal y como esperaba, bajó un poco. -Si la víctima se hubiera subido a la silla tal y como está, ésta se hubiera bajado y no tendría altura suficiente para colgarse...
Respiré hondo. Estaba casi sin aliento después de explicar todo tan rápido. La detective Kojima me miraba intesada, y varios detectives y el inspector se habían quedado con la boca abierta. El único que no había reaccionado era el chico de azul. Al fin, el inspector habló.
-¿Q-quién diablos eres tú? -preguntó, visiblemente asombrado. Sonreí para mis adentros. Me lo había ganado. Inspiré antes de pronunciar una de mis frases favoritas.
-Hattori Hasuko -dije con orgullo- Tantei ya.
Oí a algunos detectives chismorrear, pero yo seguí confiada. El inspector pareció más sorprendido aún.
-¡Ah! ¿Eres la hija de Hattori-kun? Ya decía yo, esa forma de hablar...
En serio. No sé como en ese mismo instante no le salté a la yugular. ODIO ser comparada con mi padre (a él no lo odio, yo le quiero mucho). ¿No se le ocurrió nada más brillante al inspector? Me hubiera valido un "Ah, con que detective, ¿eh?"
Buff...-Sí, mi padre es Heiji Hattori, inspector jefe en... -respondí con tono cansino. Entonces me dí cuenta-. Un segundo. ¿Usted conoce a mi padre?
-¡Oh, sí! Solía venir a Tokyo a resolver casos con Mouri-san o con Kudô-kun, hace años.-en ese momento, juraría que vi moverse al chico de azul-. No dejaban un caso sin resolver entre él y Con... C-con... ¡y compañia!
Acababa de cambiar de frase. Y se le había notado. La detective Kojima miraba al suelo de repente, y la habitación quedó en silencio. No me gustaba esa incomodidad, así que hablé.
-Por cierto, Kojima-keiji. ¿Supo usted también que no era un suicidio por la silla?
-Em, bueno... Yo estaba simplemente leyendo.
-¿Leyendo? -pregunté confundida.
Entonces el chico de la sudadera azul sacó un móvil del bolsillo, y sin decir nada, me mostró la pantalla. En ella, bajo el rótulo de "mensaje recibido", había una explicación similar a mi deducción.-Es Tantei-Kid. -dijo la detective-. Es un supuesto detective que publicó en internet varias deducciones que ayudaron a resolver casos. La policía le ofreció colaborar formalmente con las investigaciones, pero solo accedió a través de un intermediario...
-Que es ese chico de ahí.-cortó el inspector-. Muy bien, ¿podemos continuar con la investigación?
El inspector comenzó a dar nuevas órdenes a los forenses y detectives, pero yo me quedé allí.
Cotilleando con la detective, muy maja ella, me enteré de que el emisario de Tantei-Kid siempre era recogido en el mismo lugar, hacía fotos con el móvil y recibía una respuesta en forma de mensaje.
Era muy misterioso. Demasiado para mi gusto en cuanto a investigadores.
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Conocí a un chico con un nombre extraño. [DConan]
FanfictionMi nombre es Hasuko. Se escribe con los kanji de "loto" y "niño". Lo sé, un nombre extraño. Tengo 16 años, y soy una detective de secundaria. Yo nunca pensé en ser detective, pero hace tiempo le hice una promesa a un chico. Le prometí que usaría mi...