9. Una promesa rota

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- ...CONAN!!

Se quedó helado en el sitio al oirme decir su nombre.

-Pues lo siento, "Lotus-chan", pero mi nombre es aún más extraño. De hecho, no se escribe con kanji. -el chico sonrió- Mi nombre es...

-¿Es... ?

-¿No ves que quiero crear suspense? Bah, da igual... Me llamo Conan.

-¿Conan? ¿Como el autor de Sherlock Holmes?

-¡Síi! Escrito en katakana. ¿A que es un nombre más extraño que el tuyo?

-Bueno, puede. Eres un chico con un nombre extraño.

-¿C-cómo sabes mi nombre? Eso no lo has podido deducir. -preguntó a la defensiva. Yo respiré aliviada, y sin saber muy bien por qué, me alegré mucho.

-Realmente eras tú, tantei-kun. Volvemos a encontrarnos. -comenté, feliz. Él inclinó la cabeza hacia un lado.

-¿Te conozco? -preguntó confundido.

-¿Pero no lo dije ya? Yo soy Hattori Hasuko, y soy detective. -dije, enfadada. Vaya con el chico.

-No, en serio, no sé de qué me hablas... ¿Quizá nuestros padres se conocen?

Entonces fue cuando me di cuenta de que no estaba fingiendo. Realmente no se acordaba. Sentí como si algo se rompiese dentro de mi.

-¿No te acuerdas de mí? ¡Hicimos una promesa! Prometiste... ¡Prometimos... ! -lágrimas empezaron a asomar de mis ojos, sin que pudiera evitarlo.

Había basado toda mi vida, todos mis sueños en aquella promesa, hecha hacía nueve años. Y el chico al que se la había hecho no se acordaba. Ni de la promesa, ni de mí.

"Después de todo, ha pasado mucho tiempo... " pensaba una parte de mí. "Sigo aquí. Haciendo el ridículo delante de un chico al que prácticamente no conozco."

Renunciaba a creerlo. Aquella noche, nueve años atrás, y durante los dos días siguientes, conocí a ese chico. No es como si fuese un extraño. Lo único extraño era el nombre.

-Eres un chico con un nombre extraño.

Lo dije tal y como se lo había dicho hace tanto tiempo al pequeño detective. Sentía ya las lágrimas desbordándome, y me dí la vuelta, para que no me viese llorando. Fue entonces.

-¿Cómo se escribe Hasuko?

-¿Eh?-en ese momento no podía pensar en nada, menos en una respuesta decente.

-Es con kanji, ¿verdad? -preguntó él, serio. Asentí entre sollozos.

-"Hasu" con el kanji de... loto. -murmuró Conan-. ¡L-Lotus-chan!

Alcé la vista. Sus ojos brillaban de sorpresa y curiosidad.

-Eres tú, ¿no? Lotus-chan.

-Sí, pero...

-¡Por eso no me sonaba! -se acercó a mi con una sonrisa. Luego se sonrojó-. ¿Sabes... ? Yo siempre he pensado en tí como "Lotus-chan"... Nunca me paré a recordar tu nombre de verdad porque parecía que no te gustaba.

Y Conan tenía toda la razón del mundo. No me gustaba mi nombre. Pero eso daba igual, porque se acordaba de mí, y se acordaba de nuestra promesa. Yo fui inmensamente feliz. Me enjuague las lágrimas con la mano y puse mi mejor sonrisa.

-Lo siento. -murmuró.

-¿Eh? ¿Por qué? Ya sabes quien soy, ¿no?

-Lo siento por no poder mantener mi promesa.

-¿Qué? Pero... si eres detective. Ayudas a la policía, resuelves casos...

-Ya lo dijiste tú antes. Eso no es buscar la verdad. Me escondo bajo una pantalla de móvil, y descubrir al criminal así no tiene mérito alguno... Lo siento, pero no puedo cumplir mi promesa.

-¿No... puedes?

-Quizá no debería decir esto, pero... mi padre me lo ha prohibido.-dijo él, mirando al suelo-. Me ha prohibido investigar... Y por eso me escondo tras una pantalla, para que nadie sepa que soy yo. Lo siento.

-Conan...

Yo sabía que ser detective era su sueño desde pequeño, así que no pude evitar sentir un poco de pena. Sin embargo, enseguida cambió de tema.

-Bueno, no debería estar contandote esto, hay que hablar de otras cosas. -dijo. Yo decidí no preguntarle más al respecto de nuestra promesa-.
Por cierto, ¿dónde te alojas? Por que vives en Osaka, ¿no?

-Ehh... Sí. -saqué mi móvil y le enseñé la dirección.

-Ahh... -dijo sonriendo-. Queda bastante cerca de mi casa. Si quieres, puedo acompañarte.

Sentí como me sonrojaba, y perdí parcialmente la capacidad de hablar.

-Ah... Em... Yo... vale. -farfullé. Me acababa de dar cuenta de que era la primera vez que un chico se ofrecía a acompañarme. ¡Y encima era un chico al que llamaba por su nombre de pila! Pensandolo bien, no sé por qué aún no le había preguntado el apellido...

Por el camino, estuvimos hablando de cosas interesantes, y tras un buen paseo, Conan se paró delante de una casa. Tenía un aspecto futurista, y un jardín muy cuidado.

-Esa de ahí. -dijo Conan.

-¿Eh? Esa no es. Estoy segura. -respondí yo.

-Vamos a ver... -comentó él, sonriendo. Tocó el botón del timbre, y cuando un hombre preguntó quien era, él respondió "Soy el vecino."

Entonces, la puerta de la casa se abrió. Y apareció una niña.

-¡Hola, Conan onii-chan!-saludó alegre.- ¿Eh? ¡¿Hasuko-neechan?!

Akemi miraba para nosotros dos con cara de sorpresa.

Conocí a un chico con un nombre extraño. [DConan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora