Cada tarde, Victoria sacaba a pasear a Mía, porque notaba que le encantaba, amaba ir a plazas, a Mía le gustaban muchos los lugares de muchos árboles, escuchar el trinar de los pájaros, y respirar la suave brisa del viento cálido en su cara, Victoria disfrutaba de cada momento con su hija, eran idénticas, tanto como en aspecto como en su personalidad, eran muy tranquilas, a ambas les gustaba en silencio y la calma. Por eso disfrutaban tanto esos paseos, porque en esos momentos eran ellas mismas.
A Victoria le hacía bien, después de trabajar en la empresa ella lograba despejarse con esas caminatas...
Los días pasaban, Victoria ya se había acostumbrado totalmente a ser madre y empresaria a la vez, estaba muy bien organizada con los horarios y todo iba a la perfección, Marcos le era de gran ayuda, mientras ella no estaba el cuidaba de Mía, y jugaban todo el tiempo, las visitas de Angie y Julián eran muy frecuentes en la casa de la familia Guerrero, es que Mía era un ser hermoso, lleno de luz que iluminaba los días de todos los que la rodeaban. Todos querían verla, abrazarla, tenerla en su falda y jugar con ella, las abuelas y tías estaban más embobadas que nunca, Isabel amaba a Mía con todo su ser, la tenía bastante tiempo, le encantaba tenerla con ella, le dedicaba todo su tiempo y era una abuela ejemplar. Y así, los días pesaban menos, y pasaban volando.
Un viernes de mucho trabajo en la fábrica, Victoria tenía que ir si o si, y seguramente le llevaría gran parte del día, no le gustaba mucho la idea de no pasar tiempo con su hija, pero ella tenía que cumplir con sus responsabilidades, y al fin y al cabo esa sólo este día, había muchas cosas que solucionar y organizar en la empresa, Victoria detestaba dejar las cosas en manos de Lorenzo, desconfiaba de él en todo sentido, pero desgraciadamente era el accionista más importante de la empresa y no iba a ser fácil librarse de él
-Marcos.. Vos sabes que ayer no pude terminar las cosas, me quedó mucho trabajo atrasado para seguirlo hoy... Seguramente voy a tener que pasar la mayor parte del día en la empresa, sabes que no es algo que me guste, odio estar tanto tiempo lejos de Mía y de vos
-Bueno amor, está bien! No te hagas problema por nada, yo cuido a Mía en la mañana, uhh, ahora que me acuerdo tengo que terminar unos autos a la tarde
-Bueno, vos la cuidas a la mañana, me llamas cuando tenga hambre y vengo
-Y a la tarde como hacemos??
-Y si la dejamos con tu mama? Para no molestar tanto a Emilio, Isabel no creo que tenga problema, total me queda cerca de la fábrica por si me necesita
-Tenes razón! No, la vieja no va a tener ni un problema, al contrario va a estar encantada!
-Entonces quedamos así? Vos arregla con ella por favor que yo me tengo que ir volando, estoy llegando tarde!
-Jaja vaya tranquila Sra. Bandi que yo me encargo de dejar todo listo.
-Mmmm bueno, entonces dejo todo en sus manos Sr. Guerrero jaja vení dame un beso que me voy
Marcos la tomo suavemente, le dio un beso suave, porque estaba muy arreglada, no quería arruinar su peinado, disfrutaron un ratito de ese dulce beso y ella partió para la empresa.
La mañana se pasó rapidísimo tanto para Victoria que estaba llena de trabajo como para Marcos cuidando a Mía, Victoria a la hora de siempre fue hasta el departamento, estuvo un ratito con Mía, la alimentó y volvió a trabajar.
Ya después de almorzar, Marcos llevó a Mía y todas sus cosas a la casa de Isabel, se encargó de que quede con su abuela y fue hasta el taller a trabajar. Y así tapados de trabajo se les paso el día rápido, cuando aparecieron las primeras estrellas en el cielo, Marcos ya había terminado de trabajar, pero le extrañaba que Victoria todavía siguiera en la empresa, entonces decidió ir hasta la fábrica a esperarla hasta que termine que termine.
Cuando llegó no había nadie, era tarde y el único auto que se veía era el de Victoria, había quedado sola, tratando de terminar todo lo que había quedado pendiente, a la única persona que se cruzo Marcos en todo el camino fue a el personal de seguridad en la entrada, después siguió su camino u fue directo a la oficina de Victoria, la puerta estaba abierta pero no la encontró, pero su cartera y todas sus cosas aún estaban ahí, lo que indicaba que Victoria no se había ido, de repente se escuchó un estruendo que venía desde la oficina de Lorenzo y Marcos fue en seguida a ver que había sido, cuando entra a la oficina se encuentra con Victoria, arrodillada juntando una carpeta, llena de papeles, cuando se levanta, lo ve a Marcos, que estaba embobado con esa mujer, con esas curvas pronunciadas que lo volvían loco
-Marcos! Que susto!! Que haces acá?
Marcos no respondía tenía la vista fija en su cuerpo
-Marcos!
-Ah, no, nada como terminé hace un ratito en el taller antes que volver a casa preferí venir acá y hacerte compañía hasta que terminaras
-Ay! *acercandose* pero que hombre más considerado! Así que me vas a acompañar hasta que termine? igual ya me falta menos...
Marcos no podía dejar de mirarle los labios a Victoria mientras hablaba, no aguantaba más estar así, quería hacerla suya, demostrarle todo su amor en aquel momento sin importarle el lugar en donde estaban.(Dedicado a LuuReina)....❤
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