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⁴ de Febrero, 2018.
Los Angeles, California.
13:00 pm.

—¿Don? -Meryl hablo esperando que su esposo respondiera del otro lado de la línea.

—Hola Meryl. -Respondió él.

Algo estaba mal y ella lo sabía.

—¿Qué es lo que sucede?

—No sucede nada...

—Donald... -amenazó su esposa– dímelo ahora, ¿Qué es lo que hizo Kath?

Hubo un silencio entre ellos antes de que su esposo hablara, Meryl escucho de manera atenta todo, no lo interrumpió o llego a hablar cuando él término su relato, las lágrimas corrían por sus mejillas y ella no lo había notado hasta que una mojo sus labios dejando un sabor salado en ellos, las limpio rápidamente y se alejo más de la multitud para que ninguno de sus compañeros logrará verla.

—Meryl cariño...

—Tomaré un vuelo mañana en cuanto termine el almuerzo. -aseguró ella– Tengo que irme.

—Meryl... -murmuró su esposo de manera tierna.

—Tengo que colgar.

Sin esperar una respuesta del otro lado colgó la llamada, sostuvo el teléfono entre sus manos las cuales temblaban, suspiro tratando de tranquilizarse y se alejo más acercándose a la parte más alejada de la terraza.

Veía a los demás sonreír y convivir con copas de champaña en sus manos o vasos de whisky a medio tomar mientras las lágrimas corrían por sus mejillas de manera descontrolada.

Amaba esas cenas antes del almuerzo de los Oscar's pero aquella estaba siendo la peor de todos los años.

—Mery... ¿Qué es lo que pasa? -Tom la cuestionó acercándose a ella.

—¿Qué pensaste cuando Rita te dijo que tenía cáncer? -ella se atrevió a preguntar.

—Bueno... -Tom suspiro antes de responder– principalmente sabemos que no es algo que se planea, uno no está preparado para ese tipo de cosas, recuerdo que ella y yo nos sentamos en el salón para poder hablar y ella lo dijo, el mundo se detuvo para mí, la mitad de mi vida se derrumbó en segundos y quede en blanco, ella quería que yo dijera algo pero simplemente no sabía que decirle. Tonto Tom. -Ambos rieron– Ella estaba pensando un funeral, pero yo no podía pensar en perderla, simplemente no podía, yo quería que ella luchará, solo tenía en claro eso, bueno, y que yo estaría a su lado ante todas las cosas.

Hubo un silencio entre ambos.

—Pero finalmente era decisión de ella, ella decidiría si quería luchar o no, era su cuerpo y solo ella sentiría todo el dolor que el cáncer le podría causar; así que me limite a abrazarla y a decirle que yo estaba con ella en aquello, apoyándola y que organizaria una gran fiesta en su honor si ella se iba.

—Oh Tom... -murmuró la rubia.

—¿Qué sucedió con Kathy? -Preguntó él.

—Leucemia. -dijo con despecho ella– Leucemia y cáncer óseo.

—Sabes que no es tu culpa Mery, no eres una mala madre ni ninguna de esas cosas tontas que ahora mismo están rondando por tu cabeza. -Tom la abrazó– Todo esta bien porque ella aún está contigo luchando como siempre, no estas sola tu familia está contigo y eso es lo más importante.

—Soy la madre más horrible Tom. -Meryl fue sincera.

—No, nada de eso mi quería reina de la actuación, eres una madre maravillosa. -Aseguro su amigo– Nada de esto tiene que ver contigo, así que tranquila, Kath te necesita y te necesita bien.

Stay With Me ||Pausada||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora