Stay With Me ||Pausada||

31

Diciembre 10, 2018.
Manhattan

—¡Mamá! ¡Papá! ¡Alex!

—Mira mamá... Es tía Christine. -Alex habló señalando la pantalla en la pared.

—¡Alex!

—¡Aquí mamá osa! -exclamó la menor logrando que su herma mayor guardará silencio– ¿Podemos llamarla?

—¡No! ¡No Alex, dijimos que nada de bromas en televisión nacional! -Su madre reclamo.

Kate guardo el teléfono haciendo una mueca.

—Odio la menopausia de mamá.

—¡Hola! ¡Hola cariño! Te he traído pastel de matcha, y latte. Toma -Louisa murmuró dejando las cosas en el desayunador de mármol besando su cabeza–. Oh dios... Que hermosa pañoleta.

—Papá me la ha comprado. -murmuró la menor sonriendo.

Louisa sonrió besando la mejilla de su padre y seguidamente la mejilla de su madre dándole un corto abrazo.

—¿Café, Lou? -Don la cuestionó mostrándole la cafetera.

—¡Sí por favor! -Louisa exclamó con entusiasmo.

—¿Hoy no tienes clases?

—No... Hoy no, tenemos día libre, tengo terapia más tarde ¿recuerdas? -Kathy murmuró comiendo finalmente parte de su desayuno.

—¿Qué tal estuvo la semanas en California? ¿Visitaste a Henry y a Tam?

—California estuvo maravilloso ¿cierto? -su padre sonrió levemente confundiendo a Louisa.

—California fue bueno y desafortunadamente no pude ver a Wolfe.

—¿Y bien, Lou? -Meryl la miro impaciente.

—Tenemos que hablar.

Su hermana menor detuvo el desayuno y abrió ampliamente los ojos, sabía a donde iba aquello.

—¿Alexa? ¿Algo qué quieras comentar a la clase? -Louisa murmuró observándola. 

—¿Alex? -Cuestionó su padre.

—¿Louisa qué pasa? -Meryl preguntó.

Kate suspiro sabiendo que vendría una gra represalia en cuanto su hermana les dijera lo que sabía, sin embargo, negó con la cabeza rápidamente.
Louisa asintió levemente y sacó su teléfono extendiendolo hacia sus padres.
Los vio colocarse las gafas y observar atentos la pantalla. Cerró los ojos en cuanto vio a su madre abrir y cerrar la boca.

—¡Lo siento! ¡Lo siento! -exclamó antes de que alguno de los dos hablara.

—Katherine...

—Mamá, mamá lo siento...

—¡Habíamos dicho que no a cualquier cuenta en redes sociales Alexandra! -reclamó rápidamente su padre.

—Pero esa no es una cuenta que sea mía, es de mis amigos... Además es injusto, todos mis hermanos tienen una -reclamó la menor rápidamente– ¡Todos en la escuela tienen una menos yo! ¡Incluso Iggy, Samuel y Sunday!

—No estoy segura de que sus madres sepan de eso, Alex.

—Ese es el punto... Que nadie lo sepa -fulmino con la mirada a su hermana–. Pero ese video y esa cuenta no son mías, lo prometo.

—Alexandra...

—De verdad, lo juro. -repitió la menor.

Sus padres vieron nuevamente el video reproduciendose en el teléfono de Louisa.